1.- RESIDUOS AGRÍCOLAS.
El análisis de residuos de
pesticidas consiste se trata de ver si los
restos de tratamientos
fitosanitarios se han podido quedar en la fruta y ver si está dentro de los
límites máximos legales, que la legislación española y europea tiene fijados
para cada uno de los pesticidas.
El sureste español es el
lugar de Europa con más horas de sol al año, lo que permite cosechar de forma
natural todo tipo de hortalizas, cuando en el resto del continente, sólo se puede conseguir mediante costosos
sistemas de
calefacción artificial.
Pero.., cuando el producto
llega al mercado alemán, francés, inglés, etc., debe ser de toda garantía de
calidad, para el consumidor.
En todo el sureste español, se
ha hecho un gran esfuerzo para erradicar el grave problema de los residuos
agrícolas que, hace unos
años, supuso
una verdadera pesadilla para los agricultores.
Es por esto, que el laboratorio de análisis agrícolas de Coexphal-Faeca
fue acreditado para la realización de análisis de residuos de plaguicidas en
productos hortofrutícolas, mediante la técnica de cromatografía de gases y
detector de masas.
Hay
pesticidas que pertenecen a familias químicas que por su
naturaleza o por sus
propiedades físico-químicas no son susceptibles de analizarlos por cromatografía
de gases. Las más característíscas son aquellas que se descomponen por
temperatura.
El
cromatógrafo de gases es un horno que alcanza 300 grados para poder obtener la
separación de los picos a lo largo de todo el proceso.
Esto
hace que muchos pesticidas se destruyan en este proceso de calor, luego se
tienen que analizar por cromatografías líquidas, que trabajan a temperatura
ambiente, los precursores son líquidos en vez de gases, y que permiten detectar
pesticidas mediante esta tecnología que no podrían hacerse por cromatografía de
gases.
Se
encuentran más o menos residuos en función de la especie vegetal. El residuo es
un valor numérico que se expresa en partes por
millón (ppm) o (mg/Kg) que te
viene a decir cuantos miligramos de pesticida hay en un kilo de fruta.
Lógicamente
la aplicación de un pesticida va a recaer sobre el fruto de manera superficial;
es decir un tomate recibirá la cantidad que tenga su superficie. Pero una
lechuga tiene mucha mayor superficie de tratamiento de un pesticida que un
tomate.
Luego
ya si entramos en detalle cuanto mayor sea el volumen y menor sea el peso (poco
densos) como es la lechuga, o productos de hoja en general, tienen mayor
cantidad de residuos, en cambio los frutos densos como es el pepino, tienen
menos cantidad de residuos.
También
influye la velocidad de crecimiento del fruto. Si el fruto crece rápido, el
pesticida se diluye en el fruto y el valor de residuos es muy bajo. En cambio
si crece lentamente atraviesa las paredes celulares del fruto y este tendrá más
residuos.
2.- CRISIS DE LOS 80.
En
el año 1987 Coexphal realiza un laboratorio ya que llegan al
sureste español
noticias preocupantes, procedentes de Alemania y del norte de Europa donde
empiezan a detectarse residuos de pesticidas en ciertas hortalizas del sureste
español.
En
estos años el uso de los productos fitosanitarios se realizaba digamos de una
forma un tanto “irresponsable”. También influyó mucho el desconocimiento que se
tenía
de los venenos como ellos les denominan.
El
hecho, en que esto produjo un rechazo de mercancía y una especie de alarma del
consumidor europeo hacia nuestros productos.
Es
por esto que se realiza este laboratorio ante tal problema. Se empiezan a
analizar residuos de pesticidas, los agricultores tomaron conciencia del tema,
y hoy por hoy junto con el control biológico el problema practicamente está
olvidado.
3.- CROMATOGRAFÍA
La cromatografía es un
método de análisis químico que agrupa un conjunto de técnicas de separación
aplicables a mezclas homogéneas.
Estas técnicas se basan en la circulación de
un fluido o fase móvil a través de una fase estacionaria, que puede ser un
sólido, un líquido sobre un soporte sólido o un gel.
Estas fases deben ser
inmiscibles entre sí y los componentes de la mezcla que deben separarse han de
ser solubles en la fase móvil. Las técnicas cromatográficas se fundamentan en
las diferencias de afinidad química o de solubilidad de los componentes de la
mezcla respecto a la fase móvil y la fase estacionaria.
El procedimiento general
consiste en introducir la muestra en el punto de aplicación o punto de
inyección. A partir de este momento se producen una serie de interacciones y
distribuciones de los componentes entre las dos fases.
Estos intercambios son
distintos para cada componente, circunstancia que se aprovecha para su
separación. La cromatografía permite la separación de mezclas sólidas, líquidas
o disueltas.
Mediante las técnicas
cromatográficas se consigue la separación y
purificación de numerosas moléculas
y biomoléculas, como vitaminas, proteínas, enzimas o alcaloides, lo que permite
su identificación posterior. El descubrimiento y la generalización de la
cromatografía han supuesto una contribución muy relevante en diversos campos
científicos relacionados con la química, la biología, la bioquímica, la
farmacología o la medicina.
Los fundamentos de la
cromatografía de gases son similares a los de la cromatografía en columna, con
la diferencia de que en este caso la fase móvil es un gas, y los experimentos
se realizan en unos aparatos llamados cromatógrafos de gases.
Si la fase estacionaria está
formada por un sólido adsorbente, se habla de cromatografía gas-sólido. En
ella, la muestra gaseosa se inyecta en el gas portador (fase móvil) y entra en
una columna, que consiste en un fino tubo de metal relleno con el sólido. Los
componentes saldrán de la columna en tiempos diferentes debido a la adsorción
selectiva por el sólido.
En la cromatografía
gas-líquido, la fase estacionaria es un líquido no volátil adsorbido en un
sólido dispuesto en la columna. Los componentes del gas problema son llevados
por el gas portador a la columna, y se separan según sus coeficientes de
reparto entre las dos fases.
En ambos tipos de
cromatografía de gases, a la salida de la columna se encuentra un detector, que
identifica y cuantifica los componentes, seguido por un registro gráfico de los
resultados.
La cromatografía fue
descubierta en 1909, y en un principio
se utilizó los principios de la absorción selectiva, para separar los pigmentos fuertemente coloreados
de las hojas de las plantas. El nombre se sigue empleando, aunque aplicado al
análisis de sustancias incoloras, como
es el caso de los residuos de plaguicidas.
3.- ANALÍTICAS.
El
primer paso es una homogeneización de la muestra. Hay una directiva europea que
te dice que según que especie que parte del fruto
debes tomar. En tomate es
fruto entero sin pedúnculo, en legucha todas las hojas excepto las externas, en
melón trozo de fruta con cáscara pero sin semillas, etc.
Se
cortan y trituran unos cinco frutos con cinco muestras y luego se mezclan para
tener un valor medio de los frutos de esa explotación.
Inicialmente se coge todo el
fruto, como por ejemplo melón, se corta un trozo, y se coge de muestra todo
incluido la cáscara, excepto las pepitas, porque no se pueden triturar y de ahí
no se va sacar nada.
Se sabe cuándo hay que
recoger el fruto, porque cuanto más triturado esté en el laboratorio, mayor
cantidad de residuos sacaremos.
Posteriormente
la muestra pasa a la sala de extracción y aquí de lo que se trata es de someter
la muestra a un proceso en el cual vamos a conseguir extraer los pesticidas
mediante una serie de disolventes (extrayente) orgánicos.
Es
decir aplicar algo que sea capaz de extraer del fruto pesticidas y otra serie
de sustancias constituyentes del propio fruto.
El
personal que realiza la molienda de los distintos frutos, no conoce la procedencia de ese
producto, para que la
Se somete a un proceso de agitación a alta
velocidad (25.000 revoluciones por minuto) y se filtra para quitar toda la
parte sólida que pueda quedar en la muestra, para tener una muestra clara,
limpia y líquida de lo sería el extracto que procede
Siempre se analiza la parte
comestible de la planta, y según la especie,
la muestra se tomará de una forma u otra.
Posteriormente nos
trasladamos a otra
sala del laboratorio,
para seguir conociendo el proceso,
en el análisis de residuos de plaguicidas.
El
siguiente paso consiste en concentrar esto, ya que tenemos un volumen muy alto
por lo que los pesticidas estarán muy diluidos y no tendremos capacidad
Seguidamente se cogen quince
gramos de la muestra se le echan 13 gramos sulfato de sodio, para la extracción
del agua y quitarle toda la humedad que tenga la muestra, y se le aplica
acetato de etilo, que es un disolvente donde se extrae otra muestra que se
recoge posteriormente al baño de calor.
Posteriormente se aplica 60
mililitros de acetato de etilo más sulfato de sodio en una placa filtrante y
posteriormente se recoge en un embudo vacío. Se bate bien todo y luego se echa
todo en un matraz con fondo redondo y
se lleva a los baños de calefactor, donde se recoge el acetato de etilo y queda un extracto.
El rotavapór sirve para
destilar el disolvente, que en este caso es el acetato de etilo. El acetato va
a pasar a un matraz más grande y en el pequeño queda el extracto de la muestra.
Con
el rotavapor se le somete a una temperatura determinada y a un vacío suave, de
manera que todo el disolvente que alberga el matraz esférico se va evaporando
mediante un sistema de destilación. Se va recogiendo el disolvente evaporado y
en el matraz queda el
extracto vegetal seco, que se vuelve a reconstruir con cyiclohexane.
El cyclohexane sirve para recoger el extracto que queda en la muestra.
Todo
esto pasa a un vial, que como sabemos la cantidad inicial de fruta que hemos
puesto y sabemos el volumen final, se puede correlacionar la concentración que
puede tener ese vial en gramos por litro o gramos
por mililitro. Y es vial ya
está listo para análisis cromatográfico.
Luego se meten las muestras que
se extraen con este producto, en viales en viales de rosca o de encapsular. Según
sean los tipos de viales irán destinados a unos tipos de análisis u otros.
Una vez preparada la
muestra, se procede al análisis
propiamente dicho de los residuos de los plaguicidas, que se realiza por cromatografía, que es un
método rápido de separar e identificar mezclas de sustancias.
Un
cromatógrafo se controla mediante temperatura, tanto de inyección como de
horno, como la presión de arraste, es decir la presión de la columna.
4.-
IDENTIFICACIÓN DE LOS PESTICIDAS.
Posteriormente la muestra
pasa al cromatógrafo de gases-masas, se coloca el vial en el tambor de
adquisición, se le dan las pautas al ordenador de las listas de las distintas
muestras
que debe de ir cogiendo, y una vez elaborada la lista se le da la
orden para que comience a inyectar.
Luego ya en la pantalla del
ordenador vemos el cromatograma de una muestra, que consiste en una serie de
picos a lo largo de 45 minutos, y cada uno de ellos corresponde a un pigmento
de la planta y a un pesticida, sabiendo ellos diferenciar perfectamente unos de
otros.
¿Cómo
se identifica un compuesto?. Siempre que se mantenga constante presión y
temperatura, un mismo compuesto sale al mismo tiempo. Luego los tiempos y picos
a los que sales los compuestos son un
indicativo identificación. Esto permite distinguir los pesticidas de un compuesto propio de la planta.
indicativo identificación. Esto permite distinguir los pesticidas de un compuesto propio de la planta.
Pero
el espectofotómetro de gases-masas lleva un especfotómetro de masas. Este lo
que hace es que si viene un pico con un compuesto que no se conoce (porque es
un pesticida nuevo o por cualquier otra circunstancia) y sale al mismo tiempo
que otro pesticida lo puedo confundir con el pesticida que sale a ese tiempo.
¿Qué
aporta la espectofotometría de masas?. A la identificación previa del pesticida
aporta una confirmación. Si hay un
sistema que detecta un pico cromatográfico
que corresponde a una molécula determinada, el sistema es capaz de sacarle el
DNI, el sistema es capaz de bombardear mediante electrones la molécula del
pesticida y descomponerla, por lo que ya no se ve un pico, se ve una molécula
con una determinada masa molecular, con una determinada estructura, con unos
determinados fragmentos.
Además
se puede comparar con una librería externa de espectros de masas de más de cien
mil sustancias activas.
5.-
CONSUMIDORES.
Los consumidores estamos
cada día más preocupados por la calidad de los alimentos que ingerimos,
entendiendo por calidad tanto la composición y características del
producto, como
el impacto medioambiental
causado en su obtención.
El consumidor de frutas y
hortalizas exige a sus comercializadores,
un producto con un contenido mínimo de residuos tóxicos. Éstos tratando
de satisfacer la demanda de sus clientes, exigen a su vez a los productores y
primeros comercializadores, un producto
de origen controlado, procedente de explotaciones que minimicen el uso de
productos químicos y que sean respetuosos con el medio ambiente.
Los productos que han
obtenido el certificado de calidad, o el derecho de uso de la marca Aenor, ofrecen garantías de calidad y salubridad al
consumidor, tales como que han sido tratados con los productos químicos menos
nocivos y que los niveles de residuos,
están por debajo de lo admitido por la legislación europea.
Actualmente, el problema de los residuos de plaguicidas se
está resolviendo eficazmente, gracias a
la actuación responsable de los agricultores, que han entendido la importancia
de producir limpio para no tener el rechazo de los mercados.
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