El cultivo de tomate es
mayoritario en Almería y en hidroponía cada vez se extiende más, como cultivo
fácilmente adaptable a este tipo de cultivos.
Igual que ha crecido la
superficie en hidroponía en Almería, lo mismo ha hecho el cultivo del tomate en
lana de roca, y en los últimos años ha dado un salto basta importante.
Cuando se ha adquirido
cierta práctica, es más fácil de manejar un cultivo en lana de roca que en el
suelo, ya que es un tema de manejo de agua y conductividades eléctricas de las
soluciones nutritivas.
1.- TIPOS DE TOMATES
En cuanto a tipos de tomates, hay muchos tipos pero los principales que se utilizan en lana de roca son los siguientes:
- Tomate larga vida. Se refiere a que el fruto tiene larga vida, es decir que tiene
consistencia suficiente para aguantar mucho tiempo, o que tiene larga vida como
planta, es decir que no tiene crecimiento definido, que no muere la planta
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: tomate larga vida, tomate para
verdeo, tomate racimo y tomate cherry
. Hay
variedades que cumplen estas dos condiciones.
verdeo, tomate racimo y tomate cherry
- Tipo de ciclo corto para verdeo
- Tipo ramo.
Se va buscando que tenga un buen calibre el fruto y que tenga consistencia. Hay
que tener en cuenta que el racimo se coge normalmente en rojo, que en nuestras
condiciones empezamos a recolectar en Enero, con las lluvias y temperaturas
desfavorables, por lo que no podemos tener un tomate propenso al rajado.
- Tipo cherry.
Tomate pequeño que se cultiva sobre todo en la costa granadina.
Un agricultor que
cultive en suelo y pase a cultivo en lana de roca, si se hacen las cosas
correctamente, el sistema está correctamente diseñado y se maneja todo de forma
adecuada, tiende a sacar más producción y más calidad que en un suelo. En un principio en los
cultivos hidropónicos de melón y sandía sobre todo, se hablaba de que los
frutos no tenían consistencia. Aquí habría que tratar los riegos que se estaban
haciendo, así como otras técnicas de cultivo.
En un cultivo en lana de roca se obtiene más calidad y más producción
que en suelo
El suelo está supeditado
al tipo de estructura y textura que tiene; hay suelos mejores y suelos peores. Fue la empresa Hortitec
quien fue introduciendo la lana de roca desde Holanda, en el año 1985 aproximadamente
y fueron los pioneros, ya que los sistemas de riego no estaban suficientemente
especializados, para los cultivos sin suelo En los sistemas de
cultivo sin suelo en lana de roca, podemos conseguir muy buenas producciones
con aguas buenas y buenas producciones con aguas mediocres, lo que explica que
sea en el cultivo del tomate, donde han
encontrado su mayor aceptación y mayor difusión.
que en suelo
Murcia y Almería son las zonas de España, donde mayor importancia ha adquirido el
cultivo en lana de roca de tomate.
Desde un punto de vista químico la lana de roca es un material inerte
y se trata de un sustrato sin poder tampón,
que exige un perfecto manejo de la solución nutritiva. Su capacidad de
retención de agua depende estrechamente del espesor y la disposición de las
fibras.
2.- TABLAS
Las tablas que normalmente se utilizan, tienen una disposición de fibras
horizontales
y crepadas. Es decir tienen una cierta ondulación para mejorar el
apelmazamiento por el agua. La tabla tiene 7,5 centímetros de altura, ya que
tras varios años de investigaciones se ha llegado a establecer esta altura como
la idónea. Es de todas formas la altura de tabla que más se suele utilizar en
Europa.
La tabla de abajo es horizontal y crepada. La parte de arriba corresponde a un taco donde la disposición de las fibras es en sentido vertical |
El modelo de tabla más extendido está comprendido entre 15 y 18
litros, pero el volumen de tabla que se ponga en el invernadero, está
determinado por el número de goteros que se pongan. Así se puede tener un
volumen de lana 60 metros cúbicos por hectárea, cuando el marco de plantación
está a 2 por 0,5 metros, con 3.300 tablas aproximadamente. Si se pusiese una
tabla de 15 litros, estaríamos hablando de un volumen de sustrato por hectárea
de 50 metros cúbicos.
El modelo de tabla más usado está entre 15 y 18 litros |
En las bandejas de demanda se coloca una manta por debajo de la
tabla para poder absorber agua en días calurosos. Esta manta absorbe agua de
una canaleta, para que luego en los sistemas de aguja que miden la
conductividad, una de ellas quede al aire y se interrumpa la corriente
eléctrica, con lo cual manda la señal al ordenador para que ejecute el riego.
Los tacos que más se suelen utilizan son de 7,5 centímetros de
lado.
De esta forma, visitamos una finca cuya plantación se realizó a
finales de Octubre, con dos plantas por taco y cuatro plantas por tabla. Hubo
un meses de noviembre y diciembre con mucha falta de luz, no obstante el cuaje
lo ha hecho perfectamente.
Debido a esa falta de luz, las hojas de la parte de abajo se
presentan más
arrugadas, pero no han tenido problemas de enfermedades.
Los ramilletes que han cuajado después de las lluvias presentan mejor aspecto |
En un cultivo hidropónico es muy importante el manejo riego y de
drenajes, para que no haya acumulaciones de sales.
El marco de plantación de los goteros es dos metros por cero
cuarenta, lo que equivale a unas quince mil plantas por hectárea.
Haciendo el entutorado en V, se obtiene mayor radiación por planta
y mayores calibres de fruto.
Los ramilletes que han cuajado una vez que pasaron las épocas de
lluvia, se ven con un color mucho mejor, que los primeros ramilletes que han
tenido mucho decoloración o Blotchy,
provocado por el exceso de humedad.
3.- PROCESO DE
SIEMBRA, GERMINACIÓN Y TRASPLANTE
La siembra de las semillas de tomate se realiza en bandejas con
vermiculita o en pequeños tacos de lana de roca. El sustrato debe estar
bastante humedecido y debe permanecer unos días en la cámara de germinación.
Repicado de las plantas de tomate a los tacos de lana de roca |
Los tacos tienen mayor densidad de fibras que las tablas para poder
realizar agujeros perfectos. Poseen ranuras en la parte inferior para facilitar
el drenaje, pueden ser de distintos tamaños y con envolturas de papel o
desnudos. Los tacos sin esta funda,
tienen la ventaja de que podemos colocar la piqueta donde queramos y el
taco se airea más con lo que evitamos problemas de cuello en la planta.
El taco más utilizado es el de siete y medio, con dos agujeros, el
cual una vez
repicada la planta de tomate,
procedemos a dar un riego por inmersión y otro superficial en el
semillero antes de llevarlo a la finca.
Taco del diez a la derecha, luego está el de siete y medio, luego el pequeño y por último el de siete y medio sin funda |
El taco de diez por diez se suele hacer a cuatro plantas, y cuando
queremos tener una planta con mayor sistema radicular y mayor masa aérea. Hay
casos en que en el mismo semillero, con este tipo de taco, el primer ramo está
abriendo o a punto de abrirse.
El taco pequeño se utiliza para trasplante de una única planta
Deben asomar las raíces por la parte de abajo del taco para poder hacer el trasplante |
El
momento idóneo para el trasplante, es
cuando las raíces de tomate empiezan a aparecer por la parte inferior del taco.
También hay que fijarse en la parte de arriba de la planta, ya que la planta
puede estar ahilada por estar las plantas muy juntas en el semillero.
Posteriormente nos trasladamos a otra finca con tomate en ramo,
puesta a mediados de septiembre, con dos plantas por taco, y seis plantas por
tabla.
Se han cruzado las plantas de dos líneos para darle más ciclo a la
planta.
El cultivo ha ido bastante bien con un calibre de fruto MG, con
seis ramos que ya han cogido, y con una producción bastante alta.
El entutorado se ha hecho en línea pareada en V, que nos
encontramos con un
problema cuando llegamos a la parte alta, ya que se forma
una masa foliar bastante fuerte
Entutorado en linea pareada en V |
Se aconseja que en el invernadero haya un uno por ciento de
pendiente para facilitar los drenajes de la tabla. Antes de colocar los tacos
con las plantas de tomate, realizamos en
las tablas los agujeros de siembra con moldes de calor o con una cuchilla, se
riegan y las dejamos un par de días, para que la tabla coja bien la humedad.
Debemos colocar la piqueta entre las plantas separadas unos dos centímetros |
Por
último colocamos el taco en la tabla y pinchamos la piqueta de tal forma que
ponga en contacto el taco con la tabla. No se debe colocar la piqueta excesivamente
cerca de la planta de tomate, ya que el
calentamiento del agua podría dañar la planta. Tampoco debemos profundizar
excesivamente ya que produciríamos un agujero en parte de debajo de la tabla.
La
piqueta se coloca entre las plantas y no pegada al cuello de estas, dejando
aproximadamente un par de centímetros, ya que si estuviese más cerca las raíces
podrían penetrar en el microtubo del gotero.
Hay
veces que se ponen los tacos que vienen de los semilleros demasiado secos, y
esto puede traer unas consecuencias bastante graves en el cultivo, ya que con
la piqueta no saturaremos de humedad el taco; es decir, debemos de regarlo
antes de plantarlo. Si el taco está muy seco y hacemos un “cacharreo”, es decir
un tratamiento con fungicidas a nivel de cuello de la planta, se puede quedar
la materia activa en la parte alta del taco, lo que puede provocar una
quemadura y muerte de la planta.
Los tacos con la planta de tomate se colocan en sitios distintos a
los tacos del
anterior cultivo, debido a
que la zona será más limpia y se favorece el movimiento transversal del
agua en la tabla, ya que en el anterior caso en agua bajaría rápidamente.
Los tacos se sitúan en lugares diferentes del anterior cultivo |
Un detalle importante a fijarse en esta fase, es que la disposición de la fibra. En los
tacos es vertical para favorecer un rápido crecimiento de las raíces en éstos,
mientras que la disposición de las fibras en las tablas es horizontal, para favorecer el movimiento horizontal del
agua.
Podemos hacer los drenajes en el extremos de la tabla si la finca está en pendiente |
La
siguiente fase es abrir los drenajes que se pueden hacer al filo de la tabla en
forma de T o mejor aún, en la punta de la tabla, si la finca tiene un poco de
pendiente, ya que podemos cerrar esta con mayor facilidad que en el anterior
caso y volver a saturar, en caso de que
tengamos algún tipo de problema. Drenar una tabla consiste en sacar el exceso
de agua que tiene, por lo que no tenemos que tener miedo a la hora de hacer
agujeros grandes.
La fase inicial del cultivo de tomate en lana de roca es la fase
más delicada (cuando llegamos al primer o segundo racimo). Después ya no tiene
dificultad alguna. Hay que tener en cuenta que los tomates se suelen poner en
Agosto-Septiembre, y tienen que pasar los fríos con carga de frutos y
sanitariamente la planta tiene que estar bien nutrida.
Actualmente se están
colocando unos clips en los racimos de tomate cultivados en lana de roca, lo que favorece la sujección de éstos a la
planta.
4.- PODA Y
DESHOJADO
La
poda del tomate se realiza a un solo tallo principal destallando los laterales.
Normalmente se suprimen las hojas basales conforme va envejeciendo la planta,
pero esta técnica tiene algún inconveniente como estuvimos conociendo.
Hay
agricultores que piensan que quitando hojas, el tomate madura antes,
pero se
aconseja no quitar excesivamente hojas, debido a que en años con muy poca luz
nos puede llevar a carencias nutricionales, ya que no nos podemos olvidar que
la fotosíntesis está relacionada con la superficie foliar.
No se aconseja realizar un deshojado tan exhaustivo |
En
lana de roja se aconseja el deshojado solo hasta el primer o segundo ramo.
Racimos que estaban tapados por las hojas |
De
esta forma vimos cómo incluso ramos que estaban tapados por las hojas en la
parte alta de la planta, estaban madurando perfectamente. Es más, el limpiar
las hojas en períodos de frío, puede provocar botrytis a nivel de tronco.
Otro
aspecto muy importante del cultivo del tomate en lana de roca, son las bandejas de demanda, que pueden ser de distintos tipos como por
agujas o por demanda inteligente.
5.- DRENAJES
La
conductividad del agua de drenaje, depende la conductividad del agua que
estemos utilizando de entrada. Mientras peor sea el agua, peor será también el
agua de drenaje, ya que son sales que la planta no toma. Lo que se suele hacer
es extraer el agua de la tabla mediante una jeringa, y lo que estamos metiendo es
la solución nutritiva que hay a nivel
radicular, y esto va en consonancia también con la calidad del agua de la
finca.
El drenaje depende de la calidad del agua |
La
cantidad de agua de drenaje se utiliza para saber regar. Cuanto mayor sea la
calidad del agua, el drenaje se podrá reducir. Normalmente las conductividades
de la zona del poniente almeriense varían entre 0,6 y 1,5, por lo que se
aconsejan drenajes entre el 20-30 por ciento.
También
habría que fijarse en el tipo de sales que lleva la planta, ya que para una
misma conductividad una puede tener más cloruro sódico, por lo que el drenaje
sería mayor.
Es conveniente disponer de un jarra para medir conductividad y pH |
Es
también obligado, disponer de una
pequeña jarra donde podamos medir las distintas conductividades y el pH del
agua drenada.
La utilización de abejorros para la polinización en tomate está
resultando muy eficaz, por ser activos a temperaturas muy bajas, menores que
las que requiere la abeja común, ser más parejos en la polinización de las
plantas y por la capacidad que tienen de reconocer las flores polinizadas.
6.-
FERTIRRIGACIÓN
Las concentraciones de absorción de los distintos elementos
nutritivos, no son constantes en el
cultivo de tomate en lana de roca y varían en función de las fases de las
plantas y de las condiciones climáticas.
Así en la primera parte del ciclo del tomate, predomina la fase
vegetativa de
rápido crecimiento y el consumo de nitrógeno es muy alto. Con la
entrada de la fructificación, el consumo
de nitrógeno baja y aumenta el potasio, para llegar a un equilibrio sostenido a
partir del comienzo de la recolección que prácticamente se mantiene hasta el
final.
En la primera fase predomina el crecimiento, con lo que aportaremos nitrógeno |
La calidad del agua tiene también una gran influencia en el diseño
de la solución nutritiva. Cuanta más salina es el agua, mayor es el porcentaje
de drenaje que necesitaremos.
La principal fisiopatía en los tomates cultivados en lana de
roca, es la podredumbre apical
ocasionada por carencias puntuales de calcio, sobre todo cuando el sustrato
alcanza grandes temperaturas. También puede deberse a una falta de riego, ya
que si no aportamos fertirrigación tampoco aportaremos calcio.
Otros elementos como el fósforo o el magnesio, suelen aparecer a niveles de carencia cuando
las temperaturas descienden excesivamente,
en épocas frías. Así se ven las clásicas pigmentaciones violeta en las
hojas jóvenes por carencia de fósforo, o
clorosis internerviales en las hojas adultas por carencias de magnesio.
Blotchy |
El rajado del fruto también es un problema común, ocasionado por un
cambio brusco de la conductividad eléctrica en las raíces (se produce un rajado
del tomate del pedúnculo hacia abajo) o por un exceso de humedad (rajado
perimetral del tomate).
Posteriormente los trasladamos a otra finca donde ya se está
despuntando, y se hizo una plantación más densa porque el arranque estaba
previsto para el mes de mayo. Está ahora mismo en el séptimo ramo. Era una
planta que se puso a mediados de diciembre, y venía ya con un crecimiento
avanzado.
Es
un tomate para verdeo gordo, y a partir de este momento es cuando se va a
empezar a ver el tomate realmente, porque en los primeros ramos se nota incluso
el frío, con lo que le sale la “tetilla” que denominan los agricultores, que en
los cuajes de más arriba esto va disminuyendo.
Hay
unas 22 mil plantas por hectárea y el cultivo va perfectamente.
Con la lana de roca lo que se produce sobre todo es mayor calidad
de fruto y
llevando correctamente el cultivo, obtenemos también mayor
producción que en suelo (del orden de 20-30 por ciento más). No se obtienen
muchas más producciones, porque la lana de roca es un factor más dentro de la
producción, ya que influyen otros factores como el control climático,
estructura del invernadero, etc., que influyen tanto o más, como puede influir
un sustrato.
La duración de la lana depende del número de cultivos que hagamos
por año, pero normalmente suelen durar tres años.
El cultivo en lana de roca de tomate ha demostrado ser un sistema
factible, seguro, rentable y altamente productivo, por eso desde el inicio de
su utilización en Dinamarca, la superficie cultivada con lana de roca se ha ido
extendiendo a otras partes del mundo.
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