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jueves, 28 de abril de 2016

ORQUÍDEAS-PRIMERA PARTE

Comenzamos una serie de cuatro artículos monográficos, dedicados al “Maravilloso Mundo de las Orquídeas”

1.-¿QUE SON?
Las Orquídeas son plantas herbáceas perennes de la familia Orchidaceae, clase Liliopsida (monocotiledóneas), muy abundantes, con más de 600 géneros y 17.000 especies en el mundo.

 Aunque son más abundantes en los trópicos, también existen especies en ambientes templados, desde el nivel del mar a grandes altitudes.

Aun perteneciendo a una única familia botánica, la de las Orchidaceae, las orquídeas comprenden un elevado número de especies, géneros y variedades sea espontáneas o hibridas. Podemos afirmar que dada la vastedad de esta familia, es indudablemente que es una de las más ricas del reino vegetal, disputándose el primer sitio solo con las Compuestas (las "margaritas").

Las Orquídeas son plantas Fanerógamas, es decir plantas que tienen órganos reproductivos hacinados.

Forman parte de la división Magnoliophyta, clase Liliopsida, subclase Liliidae, orden Orchidales, familia Orchidaceae (Orquidáceas). Se trata de plantas herbáceas, perennes, terrestres en las especies de nuestra flora, con rizomas o tubérculos, a veces saprófitas (que se nutren de hojas muertas, excrementos, etc.).
Posee hojas no pecioladas, simples, enteras, paralelinervias,

alternas, dísticas o dispuestas helicoidalmente, algunas veces todas basales, o reducidas a escamas y sin color verde en las especies  saprófitas. En algunos géneros pueden tener manchas oscuras (máculas). Cuando existen hojas basales y caulinares, éstas son de menor tamaño.


Los tallos aéreos de las orquídeas ibéricas, tienen crecimiento vertical y son de tipo escapo, es decir, terminan en la inflorescencia: espiga o racimo. Las flores, sésiles o pediceladas, nacen en la axila de una bráctea, con frecuencia más larga que la propia flor.

Son comunes prácticamente en cualquier lugar del planeta, pero para la mayor parte, son originarias de las zonas húmedas de la faja intertropical.

La clasificación de las orquídeas es bastante compleja, porque los múltiples hibridaciones entre especies, y también entre géneros diferentes, hacen incierta la clasificación botánica. Basta pensar que en los últimos 150 años han sido producidos más de 110.000 híbridos (llamados grexes o grex). Por suerte tienen caracteres generales bastante uniformes, si se

considerara un plan de organización floral y ofrecen por tanto, un raro ejemplo con una infinidad de formas, colores, adaptaciones, que convergen todo en una única tipología floral.


Debido a la belleza y a los altos costos que alcanzan las Orquídeas, actualmente, son motivo de cultivo por particulares e industriales como plantas ornamentales y para la venta de flor cortada, lo que tiene una gran importancia económica a nivel mundial.

El recipiente puede ser de plástico, cerámica, etc. En algunas orquídeas como  Phalaenopsis, es importante que el recipiente sea transparente, ya que son de color verde y realizan fotosíntesis.
Aquellos lugares en el mundo que se consideran con mayor número de especies de orquídeas son: Nueva Guinea, Colombia, Brasil, Borneo, Java y Mexico con gran cantidad de Orquídeas silvestres (alrededor de 1.200 especies).

2.- FLOR DE LA ORQUÍDEA.
Las flores  de  las  orquídeas  nacen  siempre  en  la  axila  de  una  bráctea  foliácea  o escuamiforme.  Generalmente  las  flores  se

agrupan   en   espigas   o  racimos. Las inflorescencias  muestran  pocas  o  muchas flores,   distribuidas   de   manera   densa   o laxa,  cuyo  conjunto  presenta  forma  cónica, cilíndrica  u ovoide.  Frecuentemente la inflorescencia  se  alarga  en  el  curso  de  la floración.


Las flores presentan  un solo plano de simetría que las divide en dos mitades,  izquierda y derecha; se habla,  pues,  de flores  zigomorfas  o de simetría bilateral. Se cree que las plantas a partir de las cuales evolucionaron las orquídeas poseían  simetría radial, y que  una  creciente especialización en ser polinizadas por insectos, indujo los cambios en la disposición de las piezas florales que hoy observamos.

La mayoría  de las orquídeas  poseen  flores hermafroditas (ambos sexos en la misma flor),   pero   unos   pocos   géneros (Catasetum,   Cycnoches)   pueden   producir flores unisexuales,  masculinas  o femeninas.

Generalmente las flores son hermafroditas, epíginas, resupinadas y trímeras. El perianto, inserto sobre el ovario, que es ínfero, consta de 6 tépalos en dos verticilos de 3, el exterior correspondiente al cáliz y el interior a la corola.


Se caracterizan por poseer flores muy vistosas, hermafroditas, zigomorfas (con 1 solo plano de simetría), trímeras (3 sépalos y 3 pétalos) y una columna central que sustenta las estructuras

reproductivas masculinas (anteras) y femeninas (pistilo) llamada ginostemo.


En las especies  europeas, las flores carecen normalmente de pedicelo  y se insertan directamente  en  el eje de  la inflorescencia, por medio del ovario que es siempre ínfero. Cuando las  flores carecen  de  pedicelo  se dice que  son sentadas. 

Existen, sin embargo,  flores  provistas  de  un  corto  pedicelo, que  une  el extremo  inferior del ovario  con el raquis. Cuando sucede  esto, se habla  de flores  pediceladas,   como  algunas  especies de los géneros Epipactis y Cephalanthera

La pieza mediana del verticilo interno es muy característica y recibe el nombre de labelo, que presenta una amplia  diversidad de

formas y colorido, a menudo con un espolón basal y, a veces, diferenciado en hipoquilo y epiquilo.


El labelo tiene  gran importancia taxonómica y es, realmente, el pétalo superior.

La flor en su crecimiento sufre una torsión en su posición inferior, por un giro de 180º de la flor sobre su propio eje. Este curioso fenómeno, que se conoce con el nombre de “resupinación” no ocurre en todas las especies, aunque se da en casi todas las ibéricas.

Resupinación
Es frecuente que tenga cinco tépalos, pero sólo tres de ellos, adoptan una posición connivente y formen una gálea o casco, que protege al ginostemo, estructura que proviene de la soldadura en mayor o menor grado del androceo, con partes del gineceo (estilo y estigmas).

Precisamente, el nombre antiguo del orden, Gynandrae (Ginandras), alude a dicha concrescencia (lo más frecuente es que la soldadura sea tan completa, que no se distingan).

Los estambres, en número de 1-2, producen polen que se dispersa en masas llamadas polinias, las cuales suelen tener un fino soporte, la caudícula, cuya base se ensancha un poco y es pegajosa, recibiendo el nombre de viscidio o retináculo, que, en numerosas especies, se encuentra protegido por una bolsita membranosa (bursícula).

Un estambre  típico consta de un soporte  filiforme,

elfilamento, en cuyo extremo  se encuentra una cabecita fértil llamada antera. La antera está dividida en dos partes llamadas  tecas, que  a su vez encierran  uno o dos sacos polínicos, dentro de los cuales están los granos de polen.


El ovario es ínfero, tricarpelar, generalmente unilocular, y contiene numerosísimos primordios seminales marginales. El gineceo de las orquídeas  está formado por  tres carpelos,  pero  en  esta  familia los carpelos se han soldado de tal forma que se ha constituido un ovario único, con un estilo y tres  estigmas.  La única  evidencia  visible de  la  existencia  de  tres  carpelos  son  tres crestas, que aparecen en la cara externa  del ovario. Estas crestas son las líneas de sutura o unión de los carpelos entre sí.

El polen puede  ser liberado como mónadas, es decir, como

granos simples en Apostasioideae,  Cypripedioideae  y  en  algunos géneros  pertenecientes  a  Epidendroideae.


En  las  demás   orquídeas,   los  granos   de polen aparecen como tétradas  o bien están agregados  en masas mayores llamadas polinios. Cada polinio está constituido por miles de granos de polen unidos entre sí por bandas  de  una  sustancia  elástica denominada elastovicina.

El número  de polinios refleja las particiones  de  la antera,  es usualmente  constante  para  cada  especie  y  varía  entre  2  y  12. En muchas  orquídeas  hay  4 polinios,  que corresponden a  los 4  sacos  polínicos.  En otros  casos,  como  en  la  mayoría   de  las orquídeas  europeas, la fusión de  los sacos polínicos se reduce este número  a dos.

Los  polinios  pueden   ser  de  estructura uniforme  o  bien  estar  constituidos  por  la agrupación de pequeños paquetes  denominados  másulas.  En este último caso el polinio recibe el nombre  de séctil. Las

másulas están   formadas   por  miles  de  granos   de polen unidos por filamentos de elastovicina.


El polinio tiene un extremo con un ensanchamiento glandular, pegajoso, que sirve para que el polinio se adhiera al cuerpo del insecto polinizador.

El fruto es seco, capsular, con dehiscencia fisuricida, mediante tres ranuras longitudinales no coincidentes con las líneas de soldadura de los carpelos, quedando cerrado en la base y por arriba.

Las semillas son diminutas, muy numerosas (varios miles), desprovistas de endosperma, dispersadas por el viento, precisando normalmente una asociación con hongos para  germinar. Producen una gran cantidad de semillas muy pequeñas.

Es interesante hacer notar que de miles o millones de semillas

que se producen en cada fruto de Orquídea, solo unas cuantas son las que logran germinar, pues casi no tienen sustancias de reserva y requieren ser colonizadas por un hongo (como puede ser alguno del género Rhizoctonia) que le proporciona los nutrientes necesarios, sobre todo en las primeras fases de su desarrollo.


El fuste es erguido y puede ser largo, de 10 m (como en el caso de la Vanilla fragrans). También tiene formas típicas, engrosamientos que contienen mucílagos aptos para retener el agua y los elementos nutritivos, y en este caso se llaman pseudobulbos.

Monopodial
El fuste de la orquídea puede ser monopodial es decir con una sola raíz (pie) que se alarga hacia arriba o con un rizoma o simpodial, es decir con más raíces (pies) laterales de primer orden, que se acrecientan de modo que parecen a la raíz principal.

Las flores pueden ser solitarias o asociadas en inflorescencias a espiga, en mazorca o
Simpodial
en racimo.

Es decir, las principales características de esta curiosa flor, son las siguientes:

1) Los estambres están a un lado de la flor, y generalmente solo un estambre es fértil.
2) La flor presenta por lo general: tres sépalos y tres pétalos, uno de los cuales se ha modificado y es diferente a los otros dos, dándole el nombre de labelo.
3) Sus órganos sexuales (estambre y pistilo) se encuentran parcial o completamente unidos, formando en este caso una estructura llamada columna.
4) El pétalo inferior y central, el labelo tiene una morfología que define a los distintos géneros de orquídeas. Las flores pueden ser aisladas o en inflorescencia y son polinizadas por insectos.
5) El fruto es una cápsula seca con muchas semillas pequeñas, sin endospermo y con embrión no diferenciado.
 6) Las raíces de las epífiticas y litofílicas están adaptadas a vivir expuestas al aire o inmersas en materia orgánica, ya que tienen un tejido acumulador de agua llamado velo.

Tienen dos tipos básicos de crecimiento:
v      Simpodial, en las que el nuevo crecimiento se produce en sentido horizontal, a partir de un tallo subterráneo o rizoma, generando una sub-unidad capaz de producir una flor o inflorescencia y de ser eventualmente separada de la planta (ej. Cattleya).
v      Monopodial, en las que el nuevo crecimiento se produce en sentido vertical, con lo cual la planta crece constantemente en altura (ej. Phalaenopsis).
               
               3.- CICLO VEGETATIVO.
Las orquídeas europeas son hierbas terrestres perennes,  capaces  de vivir varios años y de florecer anualmente, si las condiciones  son favorables.  Poseen  pseudotubérculos o rizomas,  que  les permiten  subsistir durante  la época  desfavorable  del año.

 En los países mediterráneos, la estación  desfavorable  para  el crecimiento  es el verano,  debido  al aumento de la temperatura y a la escasez de agua en el suelo. Estas plantas que protegen  sus yemas perdurantes bajo la superficie del suelo, reciben el nombre  de geófitos.

Para   entender   mejor  el  ciclo  anual   de nuestras  orquídeas,  vamos  a describir el de una especie cualquiera  del género Ophrys.

Hacia  septiembre  la yema  durmiente  del tubérculo,  que  ha  permanecido  protegida bajo  tierra de  los rigores del verano,  entra en reposo.

Obviamente, no puede  ser la luz el factor responsable  del  cese  de  la  dormición  de la yema, ya que  el tubérculo se encuentra bajo tierra. La humedad del suelo tampoco  parece  ser  el  factor  desencadenante, puesto   que  normalmente  la  yema   entra en  actividad,  antes  de  las  primeras  lluvias otoñales.

Una señal adecuada, podría ser el descenso de temperatura que se produce  a comienzos  del  otoño.  No se debe  descartar  tampoco   la  posibilidad  de  un  control endógeno,  basado   en   alguna   hormona que se vaya acumulando o degradando, en el  curso  del  verano,  hasta  alcanzar  cierta concentración umbral.

Al mismo  tiempo  que  nacen  las  hojas, aparecen  las   primeras   raíces,   que   poco después de nacer, son invadidas por hongos microscópicos del suelo, frecuentemente del género  Rhizoctonia.  Estos  hongos  establecen una simbiosis con las raíces.

Durante  unos  dos meses,  las yemas  van produciendo nuevas  hojas.  Bajo  tierra,  en la axila de una escama  incolora (un catafilo escuamiforme),  una yema, produce  una raíz que al poco tiempo, atraviesa  el catáfilo.

La raíz engruesa y se transforma en un tubérculo radical, órgano reservante  que almacena sustancias constituyentes  y energéticas para el periodo  vegetativo  siguiente.  Este tubérculo arrastra consigo una yema caulinar, que dará  lugar a las hojas y al tallo floral al año siguiente.

En enero ya es posible distinguir las raíces normales, de la que

va a producir  el nuevo tubérculo,   por  el  pequeño  engrosamiento que presenta  esta última en su extremo.


En  las  especies  precoces,   como   Barlia robertiana,  ya  en  diciembre  se produce  el tallo floral, pero en la mayoría  de las especies se desarrolla entre marzo y mayo. Sólo una  de las especies  descritas en este artículo.

En el momento de la floración, el nuevo tubérculo  ha  adquirido   el  mismo  tamaño  que el tubérculo del año anterior. Esta pareja de  tubérculos,  que  semeja  dos testículos (orkhis en  griego), es la que  da  nombre  a la familia  (Orchidaceae).  Algunas  especies sólo   producen  un   tubérculo,   pero   otras pueden  formar  hasta  cinco, lo que  supone  un mecanismo  de reproducción  vegetativa, como  ocurre  en  el  género  Serapias  o  en Orchis champagneuxii.

Durante la primavera,  la planta florece, es polinizada  por insectos específicos y se inicia el desarrollo de las semillas en el

interior de  los ovarios.  Al mismo  tiempo,  el tubérculo del  año  anterior  empieza  a arrugarse, pues  se  han  empleado sus  reservas  en  la formación del tallo floral y las semillas.


Al final de la primavera,  las partes epigeas de la planta se secan rápidamente. El tubérculo  nuevo  se separa  del tallo, y las raíces mueren  y se desintegran.  El tubérculo  que ha dado lugar a la planta  del presente  año, aparece  entonces  completamente seco.

Las cápsulas  adquieren una  consistencia coriácea,  se  abren  mediante   fisuras  y  las diminutas  semillas comienzan  a ser dispersadas por el viento.

De la planta  que  apareció  en septiembre  del  año  anterior, sólo  quedan el tubérculo y  las  semillas  formadas  en  primavera. El tubérculo   permanece  inactivo  bajo  tierra, durante  todo  el verano. 

En septiembre,  la yema que comporta  en su extremo  se activa, y el ciclo vuelve a comenzar.

4.- TIPOS DE ORQUIDEAS.
EPIFITAS: son orquídeas qué tienen solas raíces aéreas y crecen enclavadas a los árboles que utilizan como soporte.

La mayoría de las Orquídeas se han adaptado a vivir como epífitas, por lo cual su estructura responde a los requerimientos de este hábitat, que aunque vivan en lugares húmedos, ellas, al estar sobre otras plantas, han tenido problemas con el agua y han desarrollado unas estructuras características (generalmente con pseudobulbos u hojas suculentas, velamen en la raíz, epidermis gruesa, entre otras).

Las raíces están colgando y tienen la característica de tener un tipo de cofia en la parte terminal, y están revestidas por un tejido

esponjoso llamado velamen  dotado de clorofila, que desarrolla la fotosíntesis y absorbe el vapor húmedo de la atmósfera.


Las orquídeas epifitas reciben la humedad, la sustancia nutritiva del aire y del humus qué se recoge en la corteza de los árboles.

Son orquídeas típicas de las zonas tropicales y por tanto su hábitat ideal es humedad y temperaturas elevadas. Los géneros más conocidos y recordados de orquídeas epifitas son: Cymbidium, Cattleya, Vanda, Odontoglossum.

Litofílicas
También existen las orquídeas SEMI-EPIFITAS, plantas que viven sobre las ramas y sobre los troncos de otras plantas o con comportamiento LITÓFILAS qué viven sobre las rocas cubiertas por una sutil capa de fragmentos vegetales, musgos y líquenes. Ejemplos clásicos son la Phalaenopsis, Dendrobium, Vanda, etc. mientras por ejemplo la Cattleya, puede ser epifita o semi-epifita.

Las Orquídeas litófilas pueden cultivarse de una manera semejante a las epífitas.

TREPADORAS: son orquídeas arraigadas al suelo y a través
de fustes volátiles, se pegan a sustratos diferentes y tienen raíces de tipo aéreo. Un ejemplo clásico es la Vanilla.

TERRESTRES: son las orquídeas comunes en los climas templados que crecen en el terreno, y las raíces son bien firmes en la tierra de la que llevan los elementos nutritivos. Son típicos ejemplos Cymbidium, Cypripedium, Bletilla, Paphilopedilum.

En las orquídeas terrestres hay formaciones llamadas tubérculos formados de la unión de algunas raíces, de color negro, y blancas que proveerán las sustancias al del año futuro.

Las Orquídeas terrestres. generalmente se pueden cultivar muy bien en una mezcla de tierra de hoja, carbón vegetal y un poco de arena.

Las especies de Orquídeas terrestres, por lo regular, se aprecian en la época de lluvias o en lugares protegidos, y más o menos húmedos, de los tipos de vegetación en que habitan. Generalmente son plantas con hojas más delgadas y con cormos o con raíces carnosas, que almacenan sustancias de reserva en la época desfavorable.

ORQUÍDEAS QUE VIVEN COMO PARÁSITOS: son las
orquídeas desabastecidas de clorofila, que llevan una vida heterótrofa (alimentándose de material orgánico presente en el entorno) como los hongos, a gastos del humus o los materiales del terreno.
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viernes, 22 de abril de 2016

TRIPS (FRANKLINIELLA OCCIDENTALIS)-TERCERA PARTE



9.-DIFERENCIAS.
  El genero Frankliniella puede ser fácilmente separado de otros géneros de Thrips gracias a los siguientes caracteres:
§  El nervio principal del ala anterior tiene sedas regularmente espaciadas de la base del ápice (de 16 a 22 según la especie).
§  El borde anterior del pronoto (protórax) tiene una seda netamente más largas que las otras.
§  Existe una fila de microsedas en los terguitos V-VIII abdominales estando siempre en posición anterior en relación al espiráculo del VIII o las sedas marginales de los V-VII.
§  En la cabeza, tórax, abdomen y alas presentan una serie de sedas que constituyen carácter taxonómico para diferenciar la especie.
     La duración del ciclo completo (de huevo a adulto) es en condiciones favorables la duración del período de puesta de la hembra, por lo que existe solapamiento de generaciones muy numerosas en las condiciones de
l invernadero.
  Las picaduras producidas por el estilete bucal en los órganos vegetales, en los que inyecta saliva vaciando el contenido de éstas, se llenan de aire de aire, y toman un aspecto plateado, que cambia después a pardo-marrón por necrosis de los tejidos.
Alrededor, pues, de la picadura se forma una placa más o menos grande debido a la alimentación.
  En los tejidos jóvenes o en curso de crecimiento junto a las placas pueden aparecer deformaciones. En las zonas elevadas, aparecen picaduras en flores, que pueden ocasionar necrosis de órganos florales, lo que dificulta el normal desarrollo para el resto de la flor, pudiendo producir problemas de cuajado.

           10.- DISTRIBUCION EN LA FINCA Y SOBRE LA PLANTA.
  La presencia de F. occidentalis a lo largo del año es ininterrumpida,
encontrándose formas en todos sus estados.
Los máximos poblacionales se encuentran en las épocas más cálidas del año.
  La distribución del parásito sobre la planta es de tal forma que podemos encontrar población de larvas y adultos tanto en hojas, flores como en fruto, si bien hay que hacer ciertas consideraciones:
  En las infestaciones al inicio del cultivo las hembras realizan las hojas, en las que las larvas emergentes comienzan a alimentarse. Los daños por tanto comienzan a apreciarse más patentes en las hojas inferiores, y las poblaciones pueden
encontrarse irregularmente distribuidas entre los foliolos de las hojas.
  De las puestas realizadas en los frutos, nacen las larvas que permanecen allí refugiadas hasta el cuaje y engorde, pudiendo entonces apreciarse la población debajo de los sépalos, los cuales llegan a levantarse.
  Las larvas caen al suelo, teniendo una gran apetencia por invadir, alimentándose verbalizando allí las ninfas, si bien se pueden encontrar poblaciones en otros estados en todos los órganos vegetales. 
En el invernadero, la colonización de esta plaga comienza generalmente a partir de las plantas cercanas a las bandas, a las que pasan desde el exterior procedente de malas hierbas de caminos y linderos, o de otras plantaciones infectadas; a través de corrientes de aire, o de cualquier abertura que pueda encontrarse, sobre todo en la banda de vientos dominantes.
A pesar de ello, la colonización del resto del invernadero y en su zona central es rápida y encontramos en la instalación definitiva de la población de la plaga una distribución más o menos uniforme o regular, si exceptuamos este gradiente desde las plantas limítrofes con las bandas.
         11.- TRIPS DE LOS FICUS.
           Existe otro trips que afecta a los ficus, el Gynaikotrips ficorum que  es un trips de tamaño relativamente grande y es totalmente negro.

 Pertenece al orden Thysanoptera y se encuadra dentro de la familia Phloeothripidae. Se trata de una plaga de difícil control una vez que ha conseguido doblar las hojas jóvenes y protegerse en su interior.
Los huevos son cilíndricos a elípticos, lisos y traslúcidos (tras la puesta, blancos antes de eclosionar). Los encontramos en la superficie de las hojas y antes de eclosionar
Las ninfas jóvenes son oblongas, alargadas y de un blanco traslúcido al principio, amarillentas después. Los ojos son rojizos.
Pueden perjudicar seriamente a los ficus, ornamentales tanto de interior como de exterior. Una vez que se ha establecido en las partes internas de la planta su erradicación es muy difícil.
Se alimentan de las hojas jóvenes en crecimiento plegándolas y manchándolas de punteaduras rojo púrpuras oscuras. Tras enrollarse, las hojas desarrollan agallas y caen prematuramente, debilitando la planta y perdiendo valor ornamental.
El daño que causa el insecto ocurre al chupar el citoplasma de las células, dejando a la hoja de un color pálido o amarillento, con puntos rojizos a lo largo de la nervadura central Las hojas fuertemente infestadas, se tornan marrones o amarillas. Eventualmente caen de la planta prematuramente.