1.-DESCRIPCIÓN
BOTÁNICA.
Pertenece a la familia Cucurbitaceae, y su nombre científico
es Cucumis melo L. Posee un
sistema radicular muy abundante y ramificado,
de crecimiento rápido, y del cual algunas de sus raíces pueden alcanzar
una profundidad de 1,20 m, aunque la
mayoría de ellas se encuentran entre los
primeros 30-40 cm de suelo.
Sus tallos son herbáceos, recubiertos
de formaciones pilosas, y su desarrollo puede ser rastrero o trepador debido a
la presencia de zarcillos. Sus hojas,
recubiertas de pelos y de tacto áspero, poseen el
limbo orbicular aovado,
reniforme o pentagonal, dividido en 3-7
lóbulos y con los márgenes dentados.
Las flores son solitarias, de color
amarillo y por su sexo pueden ser masculinas o hermafroditas, en la misma
planta.
Las flores
masculinas suelen aparecer en primer lugar sobre los entrenudos más bajos, mientras que las flores femeninas aparecen más tarde en
las ramificaciones de segunda
y tercera generación, aunque siempre conjuntamente con otras flores masculinas.
Son flores estaminadas en fascículos;
pedicelos 0.4-1.8 cm largo, delgados, esparcidamente hispídulos. Perianto
pentámero; receptáculo 0.5-0.6 cm largo, 0.3-0.4 cm ancho, campanulado.
Las flores femeninas son pistiladas
solitarias, generalmente en diferente axila que las estaminadas; pedicelos
1.0-2.0 cm largo, grueso; perianto como en las estaminadas, con los sépalos
ligeramente más anchos; ovario 3-carpelar, ovoide a subcilíndrico, densamente
piloso; estilo 0.1-0.2 cm largo; estigmas 3, ligeramente lobado,
capitado-esférico.
Se distinguen fácilmente de las
masculinas porque presentan un ovario muy voluminoso en su parte inferior.
Las masculinas son pequeñas y se
encuentran agrupadas en número de 3 a 5; son las primeras en aparecer. Las
flores femeninas son mayores que las masculinas y se presentan solitarias en el
extremo de unos pedúnculos cortos y vigorosos sobre los brotes terciarios.
La fecundación del melón es
principalmente entomófila.
La apertura de la flor tiene lugar a primera hora de la
mañana y dura 4-6 horas
normalmente. Si la flor no es fecundada,
renueva su apertura en días sucesivos. Las flores femeninas no fecundadas tienen la capacidad de permanecer receptivas
hasta dos o tres días.
Una vez fecundado el ovario, comienza
a engrosarse en muy breve periodo de tiempo. La fecundación se produce después
de las 24 horas, que necesita el tubo polínico para llegar al ovario. Si la
polinización es insuficiente, se obtienen
frutos que contienen menos semillas y frecuentemente deformados, lo que hace aconsejable la
colocación de colmenas en las plantaciones.
También es conveniente de cara a
una buena polinización que la temperatura
en el momento en que se
abren las flores masculinas sea lo más próxima posible a 20 ºC.
La forma del fruto es variable,
pudiendo ser esférica, deprimida o flexuosa; la corteza de color verde,
amarillo, anaranjado o blanco, puede
ser lisa, reticulada o estriada. La pulpa
puede ser blanca, amarilla, cremosa, anaranjada, asalmonada o verdosa.
El extremo opuesto a la inserción
peduncular recibe el nombre de ombligo. En un fruto pueden existir entre 200 y
600 semillas. En un gramo pueden contenerse aproximadamente entre 22 y 50
semillas, según las variedades. La capacidad germinativa media de las semillas
de melón suele ser de unos cinco años, si se conservan en buenas condiciones.
Debido, entre otros factores, a la
demanda de elementos nutritivos
que precisan algunos frutos, normalmente
los primeros en cuajar,
impiden la formación de otros jóvenes, provocando el desprendimiento de éstos. Los frutos alcanzan su madurez, en condiciones favorables de
cultivo, a los 45 días de su fecundación (según variedades).
2.-CONDICIONESMEDIOAMBIENTALES.
El melón requiere calor para su
cultivo y una humedad no excesiva, pues de lo contrario su
desarrollo no es normal, no madurando bien los frutos y perdiendo calidad en
regiones húmedas y con poca insolación.
El desarrollo vegetativo de la
planta queda detenido cuando la temperatura del aire es inferior a 13 ºC,
helándose a 1 ºC. En el primer desarrollo de la planta, la humedad relativa
debe ser del 65-75%, en floración del 60-70%, y en la fructificación del 55-65%.
Las temperaturas óptimas en los
distintos estados fenológicos, son las siguientes:
Floración Óptima 20
a 23 ºC
Desarrollo Óptima 25
a 30 ºC
Maduración
del fruto Mínima 25 ºC
Las plantas de melón necesitan bastante
agua en el período de crecimiento y durante la maduración de los frutos. Éstas necesidades
están
ligadas al clima local y a la insolación.
La falta de agua en el cultivo da lugar a menores rendimientos, tanto
en cantidad como en calidad.
La duración de la luminosidad y de la temperatura tiene su influencia no sólo en el crecimiento de la planta, sino
en la inducción floral,
en la fecundación de las flores
perfectas y en el ritmo de absorción de elementos nutritivos.
Otra acción que ejerce la
luminosidad sobre el melón es la
reducción del número de flores
macho y un aumento del número de flores perfectas, aunque a lo largo del
desarrollo de la planta en un ciclo de primavera típico, el resultado del
aumento conjunto de luminosidad y
temperatura se traduce, sobre todo en
los cultivares tradicionales de melón
tipo español, en un aumento de
proporción de flores macho en detrimento de las flores con ovarios.
El desarrollo de los tejidos del
ovario de la flor, está estrechamente
influenciado por la temperatura y las horas de iluminación, de forma que días
largos y temperaturas elevadas favorecen la formación de flores masculinas,
mientras que días cortos con temperaturas bajas, inducen el desarrollo de flores con ovarios.
El CO2, etefon, y el etileno
estimulan el desarrollo de las flores femeninas, así como algunas auxinas.
En cuanto a suelos, aún
sin ser muy exigente, el melón
da mejores resultados cuando el suelo rico en materia orgánica,
profundo, mullido, bien drenado, con buena aireación y un pH ideal entre 6 y 7.
Sí es exigente en cuanto a la capacidad
de reten- ción del agua por el suelo, ya que los encharcamientos producen podredumbres en el fruto e impiden el normal
funcionamiento del sistema radicular, por lo que es necesario que el suelo
tenga un buen drenaje.
Se encuentra entre
las especies moderadamente
sensibles a la salinidad; tolera aguas de 1,5 dS/m de C.E. y suelos de
2,2, pero cada unidad de incremento de este valor del suelo representa una baja
en producción del 7,5%.
3.-
NECESIDADES MEDIAS DE AGUA.
La extracción máxima de agua y de
nutrientes durante el desarrollo del
cultivo del melón ocurre justo después de la floración. El
aporte de elementos nutritivos es muy importante en este periodo.
Durante la fase de floración, dependiendo
de la situación del cultivo, a
veces es conveniente provocar un ligero
stress hídrico para facilitar el “ enganche “ de las flores recién cuajadas.
El melón es una planta muy sensible a la asfixia
radicular provocada principalmente por excesos de agua en el suelo, bien por lluvias fuertes o bien
por excesivos riegos, que desplazan el
aire que contiene el terreno y, por
tanto, el desarrollo de los pelos
radiculares se reduce drásticamente
debido a la carencia de oxígeno en el suelo.
Hay otros factores tales como mal
drenaje de las parcelas o un nivel freático elevado que influye en una cantidad excesiva de agua
a nivel radicular. La humedad relativa excesivamente alta en el interior
de los invernaderos disminuye la evaporación y por tanto las necesidades de agua de las
plantas.
El método de riego que mejor se
adapta al cultivo del melón es el de alta frecuencia, riego “por goteo”. Este
sistema nos permite regular el aporte de agua necesaria en cada momento,
junto con la concentración adecuada
de nutrientes necesaria para la planta en dicho momento. Cuando se utiliza
acolchado hay que tener en cuenta para
planificar los riegos que éste nos reduce la
evaporación y conserva mejor la humedad
bajo el mismo.
De un modo práctico el manejo
del riego puede hacerse del siguiente
modo:
Se aconseja dar un riego bastante
abundante unos días antes de la
plantación para reducir el contenido de
sales a nivel del sistema radicular, sobre todo si el agua que utilizamos tiene
una elevada conductividad eléctrica.
Cuando el cultivo está recién
plantado se recomienda dar riegos
diarios y de menos cantidad de agua.
Cuando se observe que la planta está enraizada se disminuye el riego, para
producir
un pequeño déficit
hídrico, con el objeto de fomentar el desarrollo del sistema radicular.
Cuando esté bien establecido, se
empiezan a aumentar los riegos, realizándose
ya con regularidad. De cara al
cuaje, para inducir la floración, también es recomendable reducir la dosis de
agua, pero cuando se vean frutos cuajados se empiezan a aumentar los riegos progresivamente. Si le falta agua a los melones recién cuajados puede llegar a
abortarlos.
No cortar el riego días antes de la
recolección, lo correcto es disminuir la dosis, puede disminuir la calidad de
los frutos.
4.-FERTILIZACIÓN.
Es un cultivo que agradece bastante
las aportaciones de estiércol siempre y cuando sea estiércol bien descompuesto.
Las aportaciones de Nitrógeno
influyen en el desarrollo foliar
y en el tamaño del fruto, si bien un exceso de éste puede
producir grietas en el fruto.
El Fósforo es primordial para la abundante formación de frutos, estimulando su
precocidad. No debemos olvidar el buen efecto que realiza sobre el estímulo del
desarrollo radicular de la planta.
El Potasio da dulzor al fruto y hace más resistente la planta al
frío. En general, el Potasio juega un papel fundamental en lo referente a calidad del fruto.
FASES
DEL DESARROLLO FISIOLÓGICO DEL MELÓN
La mayoría de autores que han
estudiado la nutrición del melón a lo largo de su ciclo biológico, diferencian
sólo cuatro periodos de crecimiento basándose en el aumento en peso seco de la
planta y en las variaciones del contenido
hídrico en función de la E.T.P. Sin embargo para
nuestras condiciones de trabajo
se considera más acertado
realizar una diferenciación de éstas en cuatro etapas:
Ø Desde
la germinación hasta la aparición de las primeras flores masculinas y/o hermafroditas.
Se caracteriza por un
lento aumento del aparato vegetativo y una estabilidad media en cuanto
a la demanda hídrica de la planta.
Ø Fase
de fecundación. Comprende desde la aparición de las primeras flores perfectas al final de la fecundación de los primeros
frutos. Se caracteriza por el desarrollo del aparato vegetativo,
por la fecundación de los
primeros frutos, y por un aumento importante
de la demanda hídrica de la planta.
Ø Fase
de engrosamiento de los frutos. Abarca desde la
fecundación hasta las
primeras fases de la maduración de los
frutos en que éstos alcanzan su
tamaño máximo. Caracterizada por un
crecimiento abundante del aparato
vegetativo, un aumento importante del tamaño de los frutos y una gran demanda
hídrica de la planta que se mantiene constante
durante todo este periodo.
Ø Fase
de maduración. Comprende
desde el principio de la
maduración
hasta la recolección de los frutos. Se reconoce por una reducción del
crecimiento, el cambio en las características morfológicas de los frutos que
conduce a su madurez total y por una reducción importante de la demanda hídrica de la planta.
RELACIÓN
ENTRE LAS FASES DE CRECIMIENTO Y LA
NUTRICIÓN DEL MELÓN
Existe una relación directa entre la
absorción de elementos nutritivos y la síntesis de materia seca. En términos
generales podemos
decir que en relación con las fases de crecimiento, la
absorción más importante de elementos
nutritivos por parte del melón se
corresponde con el periodo que sigue a la fecundación o cuaje de los frutos,
sin embargo las necesidades de nutrientes
varían tanto en función del órgano
que tratemos como de la etapa fisiológica en que se encuentre la
planta.
Desde el punto de vista del órgano
que estudiemos, podemos decir que el nitrógeno abunda en todos los órganos de la planta, si bien
esta abundancia no quiere decir que este
elemento domine de forma clara sobre los demás elementos en todos los órganos.
Se aconsejan unas conductividades de
4 o 5 en la fertirrigación hasta el cuajado, y se bajará a 3 o 3,5 en plana
producción.
El fósforo es abundante, y tienen un requerimiento predominante de este elemento, los órganos encargados de
la reproducción (ya que es imprescindible en las primeras fases de elongación
del tubo polínico) y en el sistema radicular.
El potasio es abundante en los frutos y en los tejidos conductores
del tallo y de las hojas. El calcio es abundante en las hojas donde se acumula a nivel de la
lámina media de las paredes celulares y tiene una función principal en las
estructuras de sostén.
5.-CICLOS
DE CULTIVO.
v Ciclo
extratemprano. La
siembra se realiza a mediados de diciembre, en algunas zonas incluso un mes antes, generalmente
en semilleros,
sembrando
sobre bandejas rellenas de turba
colocadas en invernaderos dotados de
calefacción. El transplante se realiza
generalmente unos 45-50 días después. La recolección de las plantas cultivadas
en este ciclo suele producirse a los 120-130 días, aunque algunas variedades
como por ejemplo las del tipo Galia se
pueden adelantar en su recolección algunos días. Este ciclo es el que se sigue
generalmente con la utilización de los
modernos híbridos, principalmente
Cantalupos y Galia, en el cultivo para la
exportación más precoz, del litoral
mediterráneo.
v Ciclo
temprano. La
siembra se realiza desde mediados de marzo a mediados de abril. La recolección
puede iniciarse a partir de mediados de junio. Este ciclo es característico de
determinadas zonas del litoral mediterráneo como Almería, Murcia, Valencia,
etc.
v Ciclo
normal - tardío. Las
siembras se realizan entre mediados de abril y mediados de mayo,
normalmente siembra directa, y
comenzándose la recolección a mediados de julio.
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