Comenzamos a
tratar cultivos hortícolas en este blog, y lo hacemos con el que mayor
superficie ocupa en Almería-España, con un total de 12.000 hectáreas, seguido
muy de cerca del pimiento con unas mil hectáreas menos, que será el segundo
cultivo a tratar.
Vamos a tratar este cultivo
dando especial importancia a los diferentes “Tipos de Tomates” que existen
actualmente, y lo intercalaremos, con diferentes características de su cultivo.
Dedicaremos un par de artículos y vídeos al cultivo de tomate en intensivo.
1.- BOTÁNICA.
El tomate,
Lycopersicum esculentum, es una dicotiledónea de la
familia de las Solanáceas.
Fueron los
colonizadores en el descubrimiento de América, quienes introdujeron la especie
en la península al, igual que otras como la patata, el cacao, etc.
La planta de
tomate de tomate es perenne, aunque se cultiva como anual, de porte arbustivo,
de forma rastrera o semierecta por lo que necesita ser entutorada y de
crecimiento determinado o indeterminado.
Determinados
son los tallos que cuando han emitido un número determinado determinado de
ramilletes detienen su crecimiento. Indeterminados son aquellos que nunca
detienen su crecimiento.
Es típico que
crezcan tallos axilares, que se deben cortar semanalmente en verano y cada dos semanas
en invierno, con alguna cuchilla lo más higiénica posible. Es lo que los
agricultores conocen como destallado. Si no si hiciese, estos tallos quitarían
fuerza a la planta.
Como en todas
las plantas la raíz tiene la doble función, de
anclaje y de absorción de agua y
nutrientes. De la raíz principal surgen las secundarias, y de estas las
adventicias. El tomate tiene un sistema radicular muy abundante. Es muy común
es este cultivo hacer lo que se conoce como “rehundido”, que consiste en volver
a enterrar el tallo, para que vuelva a echar raíces, y así tener una planta más
vigorosa.
El tallo
tiene una parte más externa o epidermis, de la que suelen salir pelos
glandulares. El tallo del tomate es el eje sobre el cual se van desarrollando
hojas, flores y frutos. Su grosor es de 2 a 4 centímetros y puede ser de porte
determinado o indeterminado.
La hoja del
tomate es pinnado-compuesta, de foliolos
peciolados, y con presencia de pelos
glandulares. Van surgiendo de modo alternativo sobre el tallo y suelen tener
entre siete y nueve foliolos lobulados y dentados.
Cada dos o tres hojas
apareces un ramillete floral. Es usual en el cultivo del tomate el deshojado,
es decir, quitar hojas basales cuando la planta está cargada de frutos en esta
zona, para que estos reciban radiación solar, aireación, etc.
La flor
consta de cinco o más sépalos, igual número de pétalos y estambres soldados
formando un cono estaminal. El ovario es bi o multilocular. Las flores se
agrupan en inflorescencias de 3 a 10 flores.
El fruto es
una baya globosa, con diferente aspecto según el tipo varietal. Puede ser bi o
multilocular, con tamaño entre pocos miligramos hasta varios
kilos.
El
fruto está unido a la planta por un pedicelo con un engrosamiento articulado
que contiene la capa de abscisión. La separación del fruto en la recolección
puede realizarse por la zona de abscisión o por la zona peduncular de unión al
fruto.
2.- FISIOLOGÍA DEL TOMATE.
En el tomate, como en cualquier ser vivo, su
fisiología se ve afectada por el ambiente. Los factores ambientales más
importantes son: la luz, la temperatura, la humedad relativa, el viento, el
medio donde se desarrollan las raíces (tierra o sustrato), etc.
1.- SEMILLA.
Cualquiera de estas variables van a afectar desde la
germinación de la semilla, a la formación del sistema radicular, a la formación del sistema aéreo, a la floración, al cuajado
del fruto, engorde del mismo y a la maduración.
La germinación de la semilla se ve afectada por la temperatura, óptima entre 20 y 25°C y extremos entre 8-10 °C y 35-37 °C.
También le afecta la luz, necesitándose oscuridad normalmente para una correcta
(de ahí que las cámaras de germinación de los semilleros sean oscuras).
La disponibilidad de agua en la semilla es
imprescindible, pero
a su vez con buena oxigenación. Afecta a la germinación de
la semilla el estado de madurez del fruto (al menos un estado de maduración
iniciado).
El
almacenamiento de esta semilla (tiempo y condiciones de temperatura y humedad)
así como los tratamientos físico-químicos) tienen
influencia sobre la fisiología de la semilla.
2.-
SISTEMA RADICULAR.
La temperatura óptima de crecimiento está entre 20 y
30°C (superior a 30-35 °C, inferior a 12-15 °C son limitadas para el
crecimiento radicular).
La luz inhibe la formación de la raíz, de ahí la
importancia en la opacidad del plástico, en los substratos embolsados (perlita, lana de roca, etc.).
El medio ambiente donde se desarrolla: suelo (el
ideal sería 1/3 agua, 1/3 aire, 1/3), pH, textura, estructura, materia orgánica,
niveles de nutrientes, CE, enarenado, materia orgánica, nivel de nutrientes,
son variables que afectan a la fisiología de la raíz.
Técnicas de cultivo como: tipo de plantación
(siembra directa o trasplante), manejo y tipo de riego (manta o goteo), fertirrigación, etc., también influyen.
3.- PARTE
AÉREA.
La radiación, la temperatura, la nutrición, el CO2,
la humedad
relativa del aire y técnicas de cultivos (densidad de plantación,
marco, orientación, podas, deshojado y como no, la variedad) afectan a la parte
aérea de la planta.
Niveles bajos de radiación (blanqueo excesivo en el
invernadero, días de invierno pocas horas de luz y nublado, plásticos sucios de
polvo, condensación del agua) hacen
que la planta tienda a vegetar, a la
etiolación de las hojas, al alargamiento de entrenudos, al afinamiento del tallo, con disminución de fotosíntesis.
Estos efectos negativos pueden compensarse con el
aumento de nivel del CO2 del aire. La calidad la radiación también es importante, de ahí que la elección del material de cubierta
(polietileno en el 100% de los casos), su espesor, su transmisibilidad,
transparencia, el porcentaje de luz difusa,
etc. son factores a estudiar. Igualmente vemos a veces como
4.- FRUTO.
El tamaño y calidad del fruto están estrechamente correlacionados con el número de semillas,
con el número de lóculos (factor
principalmente genético), con la posición del fruto en el ramo y sobre
todo con la llegada de fotoasimilados a
las hojas (el 90 por ciento de sacarosa), es decir con la actividad fotosintética
de la planta.
Los
tomates verdes contienen clorofila y hacen fotosíntesis en un 10-15% de la
necesaria para su crecimiento.
El
tomate es un fruto climatérico, es decir, al iniciarse la maduración, la
respiración aumenta, así como la producción de etileno, y los azúcares,
principalmente glucosa y fructosa, aumentan.
El
color verde es debido a la clorofila y con la maduración, esta se degrada
sintetizándose pigmentos amarillos del tipo xantofilas y beta-carotenos,
alcanzando finalmente un color rojo el fruto maduro por acumulación de
licopeno.
La iluminación
es un factor muy importante en la síntesis de licopenos.
Para evitar el gran problema que conllevan los
frutos climatéricos en su maduración se han buscado por un lado tomates
mutantes, con genes que afectan a la síntesis de etileno.
Así,
cultivares con el gen rin (ripening inhibitor) y el nor (non ripening) en
homocigosis producen frutos no climatéricos, que envejecen lentamente (no producen poligalacturonasa y quedan de color amarillo o amarillo-anaranjado
sin los aromas característicos del tomate normal maduro).
En
heterocigosis, el gen rin si alcanza el color rojo en maduración aunque con una
velocidad lenta, al igual que el proceso de actividad poligalacturonasa, lo que
aplicado a variedades comerciales “Larga Vida”, les confiere un aguante
comercial en postrecolección de tres a cuatro semanas. Otros genes con la maduración son: t, r, gt, u, nr, y alc.
3.- TOMATE RAF.
Si empezamos a hablar de tipos de tomates, debemos de hacerlos por los principios en el Sureste peninsular. "RAF" significa "Resistente al
Fusarium", un tipo de hongo que afecta al tomate. Es por ello que
en un principio se utilizó como patrón para otras variedades de tomate, pero
hoy en día, mediante la mejora genética clásica se ha alcanzado una variedad
que si bien no es muy productiva, si tiene una gran calidad.
Pertenece a los tipos de tomates denominado
“Marmande” y es una variedad llamada Asurcado por su característica morfología.
Hay
que destacar que se llegó a este tomate a base de la mezcla y selección de
especies naturales por lo que no se puede considerar un tomate híbrido ni
transgénico.
El cultivo del Raf nunca se llegó a desarrollar en el país galo y llegó a España hace varias décadas, sin embargo, por causa de su rendimiento, con cierta extensión hasta finales de la década de los 90.
El cultivo del Raf nunca se llegó a desarrollar en el país galo y llegó a España hace varias décadas, sin embargo, por causa de su rendimiento, con cierta extensión hasta finales de la década de los 90.
Una planta de tomate
normal tiene un rendimiento de unos 20 kilos por temporada. Si es de Tomate Raf sólo 5
kilos (de media por metro cuadrado). En
Almería hay unas 30.000 hectáreas de invernaderos y sólo unas 12.000 son de
tomate. De estas, 500, son de Raf lo que supone un 1,7% del total
y un 4% del tomate.
El Raf es almeriense. El por qué radica en que sólo la
El sabor que alcanza este tomate se
debe a la alta salinidad del agua y la tierra. Explicado de manera sencilla:
debido a la alta concentración de sales la planta absorbe
una cantidad de azúcares mayor de lo normal. En cualquier otra
variedad esto estropearía el fruto pero no así en el Raf.
El aspecto es esencial, notarás la
profundidad de sus surcos, ciertas cicatrices en el "culo" debido a
su crecimiento y la corona de color verde parduzco. No por tener mayor profundidad
de surcos es mejor, ni eso ni el tamaño influye. Hay tomates de
calibre pequeño que tienen un sabor espectacular y sus surcos no son muy
pronunciados.
Existe la creencia de que el Tomate Raf se cultiva a cielo
abierto y ya
no es así. Al principio de su cultivo si se realizaron siembras tradicionales
pero en realidad se hace “bajo plástico”,
es decir, en invernadero ya
que así se protege de las inclemencias de tiempo y se alargan las campañas de
producción.
Este
tomate se llama así porque madura progresivamente, conservando hasta el final
un tono verdoso en la parte de arriba. Es un tomate pesado, carnoso y relleno,
de forma acostillada –se denomina de esta manera a los tomates con bultos en la
parte de arriba, tipo RAF– y sabor potente, perfecto para tomar crudo.
Este tomate sabe a tomate de verdad, con un punto de dulce a la vez que su
textura es crujiente. Por algo se le conoce como el "jabugo “del tomate.
La temporada de Raf comienza entre agosto-septiembre y dura hasta comienzos del verano.
La temporada de Raf comienza entre agosto-septiembre y dura hasta comienzos del verano.
Uno de los
mayores atractivos de cualquier producto frente al
consumidor es su diversidad.
El tomate es una hortaliza que ha alcanzado una variedad de tipos muy extensa.
Hay variedades de distinto aspecto exterior en
cuanto a forma, tamaño y color, variedades de distintas cualidades internas, en
cuanto a sabor, textura y dureza, variedades destinadas al consumo en fresco
como en ensaladas, variedades para procesado industrial como zumos, etc.
4.- VIRUS DE LA CUCHARA. (TYLCV).
Uno
de los principales objetivos de la obtención de nuevas variedades de tomate es
la tolerancia a virus de la cuchara o virus del rizado amarillo del tomate (Tomato
Yellow Leaf Cufl Virus-TYLCV).
Se trata de
un virus que posee una cadena simple de ADN, característica ésta poco usual
entre los virus fitopatógenos. Pertenece al grupo de los gemivirus y posee un
Este virus se
transmite con buena eficiencia por poblaciones de mosca blanca del tipo Bemisia
tabaci, la cual se sitúa en la parte derecha de su imagen. En la parte izquierda,
tenemos otra mosca blanca también frecuente en los invernaderos, Trialeurodes
vaporariorum, pero no parece que sea vector del virus de la cuchara.
Tanto las
larvas como los adultos de Bemisia, son
capaces de adquirir el virus de las plantas infectadas durante la fase de
alimentación, que de cualquier
modo, no debe tener una duración
inferior a 15 o 30 minutos.
El virus de
la cuchara no puede ser transmitido mecánicamente, ni siquiera por la semilla,
al menos en tomate.
Las plantas
infectadas por virus de la cuchara se muestran con una talla notablemente
reducida, con las yemas apicales y axilares duras. Las hojas se presentan
enrolladas, pequeñas y coriáceas, con el limbo más o menos amarillento.
Las hojas que
se desarrollan en la primera fase de la infección
aparecen enrolladas hacia la
parte inferior de sus nerviaciones medianas, mientras que las que se
desarrollan más tarde presentan los bordes vistosamente amarillentos y vueltos
hacia arriba, teniendo la planta un aspecto general de raquítica y de mata
arbustiva.
El virus de
la cuchara es el virus principal que afecta a tomate.
5.- CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES DEL TOMATE.
Algunos agricultores, al
blanquear añaden pinturas o aditivos que filtran ciertas longitudes de onda con
repercusiones imprevisibles.
Niveles altos de iluminación
continuada llegan a parar el crecimiento de la hoja, produciendo su posterior
muerte, fenómeno no relacionado con el fotoperiodo ya que este hecho no ocurre
con niveles bajos de luz.
La temperatura y sus efectos
en el tomate han sido bastante estudiadas, aunque está muy correlacionada con
otros factores ambientales y sobre todo con el cultivo o variedad.
En general podemos hablar de
un óptimo de crecimiento de la
parte aérea de 25ºC diurnos con un termoperíodo
de menos 6-7 °C por la noche.
Es recomendable en días de alta radiación,
aumentar las temperaturas.
Temperaturas
nocturnas elevadas y diurnas bajas inducen a plantas muy vegetativas,
acentuándose el problema en días de baja radiación. Cuando las temperaturas diurnas
son elevadas, un descenso de las nocturnas puede ser beneficioso.
Temperaturas mínimas
nocturnas entre 12 y 15°C son adecuadas para nuestras condiciones de cultivo;
las cuales se alcanzan en primavera y otoño en los invernaderos del sureste
español. En los meses de invierno las mínimas rondan los 6-8 °C y en verano los
20-24 °C.
La humedad relativa (H.R.) del aire
ideal deberá estar entre un 60% y un 80 %. Humedades superiores al 90% bajan
drásticamente la tasa de transpiración y aumenta los riesgos de enfermedades
criptogámicas tipo Botrytis.
H.R. bajas aumentan la tasa
de transpiración, provocando un estrés hídrico con cierre de estomas y
disminución de la fotoasimilados.
La correlación entre valores
elevados de humedad media en 24 h y producción de tomate ha sido demostrada.
En los invernaderos del
sureste español, en los meses de invierno son muchos días y las horas donde la
humedad relativa es elevada, actuando sobre la ventilación, para bajarla al
carecer de sistemas de calefacción.
La ventilación nos renueva
el aire y con él los niveles de CO2, limitantes de la fotosíntesis, en nuestras
condiciones de producción, en las horas de alta intensidad luminosa.
Limitar la reducción de CO2,
mediante unas mayores tasas de renovación del aire, contribuyendo a limitar los
extremos térmicos y excesos de la humedad del aire, es de suma importancia.
Los vientos moderados
(brisas), al contribuir a una mejor
ventilación, sobre todo en invernaderos de
poca ventilación, son muy beneficiosos, sobre todo si estos aires son "secos"
como es el caso del "de levante" en las Comarcas de Poniente y Vega
de Almería y el "de poniente" en el caso de Águilas.
El exceso de ventilación con
vientos cálidos puede producir condiciones de estrés hídrico, llegando a
síntomas de marchitez de la planta, paliándose esta situación con la
disminución de apertura o cierre de las ventilaciones, principalmente las
laterales, cierre total de la banda orientada a estos vientos secos, así como
con el manejo del riego (riegos más frecuentes, con CE inferiores, para
conseguir hidratar las plantas en el menor tiempo posible).
Todos los factores ambientales
que afecta a la parte aérea, en
especial temperatura y luz afectan a la
floración y al cuajado.
Limitaciones en la nutrición pueden producir retraso
y malformaciones en la floración. En condiciones de iluminación limitante para el
crecimiento, un estrés hídrico puede promover el desarrollo floral.
Temperaturas bajas son
promotoras de la ramificación de las inflorescencias y n° de flores, así
plantas cultivadas a 16°C producen cuatro veces más flores que a 24ºC, efecto
que se acusa con niveles altos de iluminación.
El tamaño de las inflorescencias
está más relacionado con la nutrición.
Temperaturas extremas
afectan a la producción y viabilidad del polen, a la germinación de este (1h a
25°C y 20 h a 5°C) y a la velocidad de crecimiento del tubo polínico, así como
a la dehiscencia de las anteras, que por su carácter higroscópico se produce en
unos rangos adecuados de humedad relativa.
En condiciones normales de
iluminación y temperatura las flores del tomate en los cultivares comerciales
son insertas (longitud del estilo inferior a la de los estambres), lo favorece
la auto fecundación, pero condiciones de baja luminosidad y temperaturas elevadas
pueden producir la exerción estigmática, es decir movimiento del estigma, con
consecuencia en la fecundación.
El tamaño y la calidad del
fruto están estrechamente
correlacionados con el número de semillas, con el
número de lóculos (factor principalmente genético), con la posición fruto en el
ramo, con la posición del ramo y sobre todo con la llegada de fotoasimilados
desde las hojas (el 90% en sacarosa), es decir con la actividad fotosintética
de la planta.
A modo de resumen podemos decir, que es un cultivo
sensible al frío, poco resistente a la sequía.
Las líneas genéricas que más se están trabajando son
las de resistencia a la salinidad y
cuajes con temperaturas elevadas. Ésta última es muy importante para el sureste
peninsular, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en los meses de
julio y agosto cuando se inician los trasplantes.
Es un cultivo de climas cálidos, lo cual hace que su
cultivo normal se de en periodos de primavera y verano.
En la zona objeto de nuestro estudio, se dan unas
condiciones
climáticas con inviernos muy suaves, prácticamente libres de
periodos de heladas, que hacen posible el cultivo durante todo el año, sin
necesidad de apoyos térmicos activos; empleando simplemente los invernaderos,
con sus cubiertas de plásticos habituales, para los periodos más fríos.
No obstante siempre existen épocas de mayor
dificultad para el desarrollo de las plantas coincidiendo éstos con el periodo
central del invierno y del verano.
En el primer
caso debido a que los días son cortos y fríos; y en el segundo por las elevadas
temperaturas y humedad relativa muy baja.
6.- TOMATE LARGA VIDA.
Inicialmente
quisimos conocer las cualidades que debe tener una buena variedad de tomate
para consumo en fresco o larga vida.
El concepto
de larga vida implica dos cosas:
1.- Que la
planta tiene un ciclo vegetativo largo, es decir, que dura toda la campaña en
el invernadero.
2.- Y que el
fruto es larga vida, es decir, que su tiempo de conservación es muy grande
(estamos hablando de semanas).
Para este
tipo de consumo, las plantas deben tener
hojas
pequeñas y horizontales que faciliten la aireación del fruto y eviten
problemas fitosanitarios. Interesan variedades altamente productivas pero que a
la vez mantengan una uniformidad en cuanto al tamaño del fruto.
Estos tipos de tomates, producen un tipo de variedad muy vigorosa y con tolerancia a cuchara. Debido a esta tolerancia permite plantaciones más tempranas de lo que es habitual en las plantas de ciclo largo.
Luego presenta otras características que hacen a la variedad atractiva como su hombro blanco, y luego tiene características agronómicas que le hacen atractiva por parte de los productores como es poca frondosidad de hoja, por lo que no hay que deshojar con el correspondiente ahorro en mano de obra.
También tiene una flor que gusta a los abejorros. Ahora mismo
con los tratamientos fitosanitarios la vida media de los abejorros es menor, y es necesario que el poco tiempo de vida útil de los abejorros lo aprovechen al máximo
El hecho de que una variedad
presente muchos frutos por racimo, va a
repercutir en la mayoría de los casos en una pérdida de uniformidad del fruto.
Estas variedades deben ser también muy precoces, ya que la fruta conseguida en las épocas más
tempranas se pagará a precios más altos.
El fruto debe
presentar una buena uniformidad externa en cuanto a forma y color, sin
presentar deformaciones. El carácter de larga vida comercial que les confiere a
los frutos una larga duración después de ser recolectados, está siendo
introducido actualmente en las nuevas variedades.
7.- SUELOS.
En cuanto a suelos la planta del tomate no es muy
exigente, salvo en un aspecto que si es limitante como es el drenaje; prefiere
suelos sueltos y bien drenados.
La planta de tomate se puede decir que es tolerante
a la salinidad razón por la cual en algunas zonas con aguas de mala calidad, es
prácticamente
única hortaliza que se puede cultivar de modo rentable.
única hortaliza que se puede cultivar de modo rentable.
Siempre se cumple la regla a mayor salinidad mejor
calidad y menor producción.
En referencia al pH puede vegetar bien en suelos desde
ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos.
Tiene cierta resistencia a suelos con problemas de
salinidad, siempre y cuando exista un buen drenaje de los mismos.
En el sureste español no existen unos modelos o
definiciones de tipos de suelos ya que característica general de los mismos es
su heterogeneidad, por proceder la mayor de las zonas de cultivo de
transformaciones agrícolas de terrenos con orografías
muy
diversas.
Son suelos con niveles muy bajos de materia orgánica,
lo cual hace necesaria su corrección hasta niveles del 2% de promedio. Las
aportaciones de materia orgánica a los suelos además sirven para uniformar, en
cierto modo, las características de los mismos.
En los suelos con exceso de salinidad o falta de
aireación también resulta conveniente realizar un enarenado en franjas o total, dependiendo esto
de las condiciones de cultivo de la parcela en cuestión.
Otra opción para para paliar el problema de la
heterogeneidad
de los suelos, es el cultivo hidropónico, teniendo como substratos lana de roca, perlita,
fibra de coco, arcilla expandida e incluso "arena" en contenedores
tubulares (salchicha de arena) que se confecciona sobre el lugar definitivo de
cultivo, lo cual requiere el uso de maquinarias específicamente desarrolladas
para tal fin.
8.- TOLERANCIA.
Observamos lo que es una
planta tolerante, que es lo que van buscando los Centros de Investigación de
Semillas.
Vimos como una planta que
estaba en la banda fue atacada por el virus de la cuchara, se ralentizó un poco
su crecimiento pero como el ritmo de crecimiento de estas plantas es mayor que
el del virus de la cuchara sobrevivió al ataque y siguió su crecimiento normal
dando tomates.
9.- TOMATE PARA VERDEO.
Los tomates
para verdeo suelen ser más grandes que los de ciclo largo (calibre G y en
algunos casos doble G). Actualmente
las variedades que hay en el mercado son
variedades tolerantes al virus de la cuchara y además aportan otras
características (que antes en las variedades tolerantes eran difíciles) como es
el sabor y la larga conservación.
Lo que se va
buscando en un fruto de este tipo es que el fruto sea grande, que tenga un buen
color en pintón, que tenga una maduración de “dentro hacia fuera”, así vemos en
la parte apical como ya hay una maduración interior, lo que el consumidor
asocia con calidad.
Así si abrimos un tomate y
por dentro está rojo, el consumidor lo asocia con un síntoma de salubridad.
También se busca que llegue bien a los mercados finales. Este tomate se coge en
“pintón” y tiene el aguante suficiente para llegar a Europa. No obstante este
tipo de tomate se consume sobre todo en España.
Los marcos de
plantación que se suelen utilizar en tomate son de 0,5 entre plantas y de 1,5 a
2 metros entre calles.
Es decir, son muchos los aspectos que hay que fijarse en el cultivo del tomate, y muchos los tipos de tomates que hay actualmente en el mercado, como seguiremos hablando en el próximo artículo.
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