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domingo, 16 de agosto de 2015

CULTIVO DE TOMATE EN INTENSIVO-PRIMERA PARTE


  

Comenzamos a tratar cultivos hortícolas en este blog, y lo hacemos con el que mayor superficie ocupa en Almería-España, con un total de 12.000 hectáreas, seguido muy de cerca del pimiento con unas mil hectáreas menos, que será el segundo cultivo a tratar.


Vamos a tratar este cultivo dando especial importancia a los diferentes “Tipos de Tomates” que existen actualmente, y lo intercalaremos, con diferentes características de su cultivo. Dedicaremos un par de artículos y vídeos al cultivo de tomate en intensivo.

1.- BOTÁNICA.  

  El tomate, Lycopersicum esculentum, es una dicotiledónea de la
familia de las Solanáceas.

  Fueron los colonizadores en el descubrimiento de América, quienes introdujeron la especie en la península al, igual que otras como la patata, el cacao, etc.

  La planta de tomate de tomate es perenne, aunque se cultiva como anual, de porte arbustivo, de forma rastrera o semierecta por lo que necesita ser entutorada y de crecimiento determinado o indeterminado.
  
Determinados son los tallos que cuando han emitido un número determinado determinado de ramilletes detienen su crecimiento. Indeterminados son aquellos que nunca detienen su crecimiento.

  Es típico que crezcan tallos axilares, que se deben cortar semanalmente en verano y cada dos semanas en invierno, con alguna cuchilla lo más higiénica posible. Es lo que los agricultores conocen como destallado. Si no si hiciese, estos tallos quitarían fuerza a la planta.

  Como en todas las plantas la raíz tiene la doble función, de
anclaje y de absorción de agua y nutrientes. De la raíz principal surgen las secundarias, y de estas las adventicias. El tomate tiene un sistema radicular muy abundante. Es muy común es este cultivo hacer lo que se conoce como “rehundido”, que consiste en volver a enterrar el tallo, para que vuelva a echar raíces, y así tener una planta más vigorosa.

El tallo tiene una parte más externa o epidermis, de la que suelen salir pelos glandulares. El tallo del tomate es el eje sobre el cual se van desarrollando hojas, flores y frutos. Su grosor es de 2 a 4 centímetros y puede ser de porte determinado o indeterminado.

  La hoja del tomate es pinnado-compuesta, de foliolos
peciolados, y con presencia de pelos glandulares. Van surgiendo de modo alternativo sobre el tallo y suelen tener entre siete y nueve foliolos lobulados y dentados.

Cada dos o tres hojas apareces un ramillete floral. Es usual en el cultivo del tomate el deshojado, es decir, quitar hojas basales cuando la planta está cargada de frutos en esta zona, para que estos reciban radiación solar, aireación, etc.
  
La flor consta de cinco o más sépalos, igual número de pétalos y estambres soldados formando un cono estaminal. El ovario es bi o multilocular. Las flores se agrupan en inflorescencias de 3 a 10 flores.

  El fruto es una baya globosa, con diferente aspecto según el tipo varietal. Puede ser bi o multilocular, con tamaño entre pocos miligramos hasta varios
kilos.

El fruto está unido a la planta por un pedicelo con un engrosamiento articulado que contiene la capa de abscisión. La separación del fruto en la recolección puede realizarse por la zona de abscisión o por la zona peduncular de unión al fruto.

2.- FISIOLOGÍA DEL TOMATE.
En el tomate, como en cualquier ser vivo, su fisiología se ve afectada por el ambiente. Los factores ambientales más importantes son: la luz, la temperatura, la humedad relativa, el viento, el medio donde se desarrollan las raíces (tierra o sustrato), etc.

1.- SEMILLA.

Cualquiera de estas variables van a afectar desde la germinación de la semilla, a la formación del sistema radicular, a la formación del sistema aéreo, a la floración, al cuajado del fruto, engorde del mismo y a la maduración.

La germinación de la semilla se ve afectada por la temperatura, óptima entre 20 y 25°C y extremos entre 8-10 °C y 35-37 °C. También le afecta la luz, necesitándose oscuridad normalmente para una correcta (de ahí que las cámaras de germinación de los semilleros sean oscuras).

La disponibilidad de agua en la semilla es imprescindible, pero
a su vez con buena oxigenación. Afecta a la germinación de la semilla el estado de madurez del fruto (al menos un estado de maduración iniciado).

 El almacenamiento de esta semilla (tiempo y condiciones de temperatura y humedad) así como los tratamientos físico-químicos) tienen influencia sobre la fisiología de la semilla.

  2.- SISTEMA RADICULAR.
La temperatura óptima de crecimiento está entre 20 y 30°C (superior a 30-35 °C, inferior a 12-15 °C son limitadas para el crecimiento radicular).

La luz inhibe la formación de la raíz, de ahí la importancia en la opacidad del plástico, en los substratos embolsados (perlita, lana de roca, etc.).

El medio ambiente donde se desarrolla: suelo (el ideal sería 1/3 agua, 1/3 aire, 1/3), pH, textura, estructura, materia orgánica, niveles de nutrientes, CE, enarenado, materia orgánica, nivel de nutrientes, son variables que afectan a la fisiología de la raíz.

Técnicas de cultivo como: tipo de plantación (siembra directa o trasplante), manejo y tipo de riego (manta o goteo), fertirrigación, etc., también influyen.

  3.- PARTE AÉREA.
La radiación, la temperatura, la nutrición, el CO2, la humedad
relativa del aire y técnicas de cultivos (densidad de plantación, marco, orientación, podas, deshojado y como no, la variedad) afectan a la parte aérea de la planta.

Niveles bajos de radiación (blanqueo excesivo en el invernadero, días de invierno pocas horas de luz y nublado, plásticos sucios de polvo, condensación del agua) hacen
que la planta tienda a vegetar, a la etiolación de las hojas, al alargamiento de entrenudos, al afinamiento del tallo, con disminución de fotosíntesis.

Estos efectos negativos pueden compensarse con el aumento de nivel del CO2 del aire. La calidad la radiación también es importante, de ahí que la elección del material de cubierta (polietileno en el 100% de los casos), su espesor, su transmisibilidad, transparencia, el porcentaje de luz difusa, etc. son factores a estudiar. Igualmente vemos a veces como

4.- FRUTO.
  El tamaño y calidad del fruto están estrechamente correlacionados con el número de semillas,
con el número de lóculos (factor principalmente genético), con la posición del fruto en el ramo y sobre todo  con la llegada de fotoasimilados a las hojas (el 90 por ciento de sacarosa), es decir con la actividad fotosintética de la planta.

Los tomates verdes contienen clorofila y hacen fotosíntesis en un 10-15% de la necesaria para su crecimiento.

El tomate es un fruto climatérico, es decir, al iniciarse la maduración, la respiración aumenta, así como la producción de etileno, y los azúcares, principalmente glucosa y fructosa, aumentan.

El color verde es debido a la clorofila y con la maduración, esta se degrada sintetizándose pigmentos amarillos del tipo xantofilas y beta-carotenos, alcanzando finalmente un color rojo el fruto maduro por acumulación de licopeno.

      La iluminación es un factor muy importante en la síntesis de licopenos.

  Para evitar el gran problema que conllevan los frutos climatéricos en su maduración se han buscado por un lado tomates mutantes, con genes que afectan a la síntesis de etileno.

Así, cultivares con el gen rin (ripening inhibitor) y el nor (non ripening) en homocigosis producen frutos no climatéricos, que envejecen lentamente (no producen poligalacturonasa y quedan de color amarillo o amarillo-anaranjado sin los aromas característicos del tomate normal maduro).

En heterocigosis, el gen rin si alcanza el color rojo en maduración aunque con una velocidad lenta, al igual que el proceso de actividad poligalacturonasa, lo que aplicado a variedades comerciales “Larga Vida”, les confiere un aguante comercial en postrecolección de tres a cuatro semanas. Otros genes  con la maduración son: t, r, gt, u, nr, y alc.

         3.- TOMATE RAF.
       Si empezamos a hablar de tipos de tomates, debemos de hacerlos por los principios en el Sureste peninsular. "RAF" significa "Resistente al Fusarium", un tipo de hongo que afecta al tomate. Es por ello que en un principio se utilizó como patrón para otras variedades de tomate, pero hoy en día, mediante la mejora genética clásica se ha alcanzado una variedad que si bien no es muy productiva, si tiene una gran calidad.

 Pertenece a los tipos de tomates denominado “Marmande” y es una variedad llamada Asurcado por su característica morfología.

       Hay que destacar que se llegó a este tomate a base de la mezcla y selección de especies naturales por lo que no se puede considerar un tomate híbrido ni transgénico. 

      El cultivo del Raf nunca se llegó a desarrollar en el país galo y llegó a España hace varias décadas, sin embargo, por causa de su rendimiento, con cierta extensión hasta finales de la década de los 90. 
Una planta de tomate normal tiene un rendimiento de unos 20 kilos por temporada. Si es de Tomate Raf sólo 5 kilos (de media por metro cuadrado). En Almería hay unas 30.000 hectáreas de invernaderos y sólo unas 12.000 son de tomate. De estas, 500, son de Raf lo que supone un 1,7% del total y un 4% del tomate.

         El Raf es almeriense. El por qué radica en que sólo la
combinación de días de sol al año y la calidad del agua y la tierra se dan en la zona de la Cañada y zona Níjar en Almería-España y de esta forma alcanza ese sabor tan espectacular. En otras zonas se cultiva el Raf pero no alcanza este sabor

      El sabor que alcanza este tomate se debe a la alta salinidad del agua y la tierra. Explicado de manera sencilla: debido a la alta concentración de sales la planta absorbe una cantidad de azúcares mayor de lo normal. En cualquier otra variedad esto estropearía el fruto pero no así en el Raf.
     

El aspecto es esencial, notarás la profundidad de sus surcos, ciertas cicatrices en el "culo" debido a su crecimiento y la corona de color verde parduzco. No por tener mayor profundidad de surcos es mejor, ni eso ni el tamaño influye. Hay tomates de calibre pequeño que tienen un sabor espectacular y sus surcos no son muy pronunciados.

      Existe la creencia de que el Tomate Raf se cultiva a cielo
abierto y ya no es así. Al principio de su cultivo si se realizaron siembras tradicionales pero en realidad se hace “bajo plástico”, es decir, en invernadero ya que así se protege de las inclemencias de tiempo y se alargan las campañas de producción.

Este tomate se llama así porque madura progresivamente, conservando hasta el final un tono verdoso en la parte de arriba. Es un tomate pesado, carnoso y relleno, de forma acostillada –se denomina de esta manera a los tomates con bultos en la parte de arriba, tipo RAF– y sabor potente, perfecto para tomar crudo.

Este tomate sabe a tomate de verdad, con un punto de dulce a la vez que su textura es crujiente. Por algo se le conoce como el "jabugo “del tomate. 

    La temporada de Raf comienza entre agosto-septiembre y dura hasta comienzos del verano.

  Uno de los mayores atractivos de cualquier producto frente al
consumidor es su diversidad. El tomate es una hortaliza que ha alcanzado una variedad de tipos muy extensa.

 Hay variedades de distinto aspecto exterior en cuanto a forma, tamaño y color, variedades de distintas cualidades internas, en cuanto a sabor, textura y dureza, variedades destinadas al consumo en fresco como en ensaladas, variedades para procesado industrial como zumos, etc.

     4.- VIRUS DE LA CUCHARA. (TYLCV).

Uno de los principales objetivos de la obtención de nuevas variedades de tomate es la tolerancia a virus de la cuchara o virus del rizado amarillo del tomate (Tomato Yellow Leaf Cufl Virus-TYLCV).

  Se trata de un virus que posee una cadena simple de ADN, característica ésta poco usual entre los virus fitopatógenos. Pertenece al grupo de los gemivirus y posee un
tamaño aproximado de treinta nanómetros.



  Este virus se transmite con buena eficiencia por poblaciones de mosca blanca del tipo Bemisia tabaci, la cual se sitúa en la parte derecha de su imagen. En la parte izquierda, tenemos otra mosca blanca también frecuente en los invernaderos, Trialeurodes vaporariorum, pero no parece que sea vector del virus de la cuchara.

  Tanto las larvas como los adultos de Bemisia,  son capaces de adquirir el virus de las plantas infectadas durante la fase de alimentación,  que de cualquier modo,  no debe tener una duración inferior a 15 o 30 minutos.
  

El virus de la cuchara no puede ser transmitido mecánicamente, ni siquiera por la semilla, al menos en tomate.


  Las plantas infectadas por virus de la cuchara se muestran con una talla notablemente reducida, con las yemas apicales y axilares duras. Las hojas se presentan enrolladas, pequeñas y coriáceas, con el limbo más o menos amarillento.

  Las hojas que se desarrollan en la primera fase de la infección
aparecen enrolladas hacia la parte inferior de sus nerviaciones medianas, mientras que las que se desarrollan más tarde presentan los bordes vistosamente amarillentos y vueltos hacia arriba, teniendo la planta un aspecto general de raquítica y de mata arbustiva.

  El virus de la cuchara es el virus principal que afecta a tomate.

   5.- CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES DEL TOMATE.

Algunos agricultores, al blanquear añaden pinturas o aditivos que filtran ciertas longitudes de onda con repercusiones imprevisibles.

Niveles altos de iluminación continuada llegan a parar el crecimiento de la hoja, produciendo su posterior muerte, fenómeno no relacionado con el fotoperiodo ya que este hecho no ocurre con niveles bajos de luz.

La temperatura y sus efectos en el tomate han sido bastante estudiadas, aunque está muy correlacionada con otros factores ambientales y sobre todo con el cultivo o variedad.

En general podemos hablar de un óptimo de crecimiento de la
parte aérea de 25ºC diurnos con un termoperíodo de menos 6-7 °C por la noche.

 Es recomendable en días de alta radiación, aumentar las temperaturas.

      Temperaturas nocturnas elevadas y diurnas bajas inducen a plantas muy vegetativas, acentuándose el problema en días de baja radiación. Cuando las temperaturas diurnas son elevadas, un descenso de las nocturnas puede ser beneficioso.

Temperaturas mínimas nocturnas entre 12 y 15°C son adecuadas para nuestras condiciones de cultivo; las cuales se alcanzan en primavera y otoño en los invernaderos del sureste español. En los meses de invierno las mínimas rondan los 6-8 °C y en verano los 20-24 °C.

     La humedad relativa (H.R.) del aire ideal deberá estar entre un 60% y un 80 %. Humedades superiores al 90% bajan
drásticamente la tasa de transpiración y aumenta los riesgos de enfermedades criptogámicas tipo Botrytis.

H.R. bajas aumentan la tasa de transpiración, provocando un estrés hídrico con cierre de estomas y disminución de la fotoasimilados.

La correlación entre valores elevados de humedad media en 24 h y producción de tomate ha sido demostrada.

En los invernaderos del sureste español, en los meses de invierno son muchos días y las horas donde la humedad relativa es elevada, actuando sobre la ventilación, para bajarla al carecer de sistemas de calefacción.

La ventilación nos renueva el aire y con él los niveles de CO2, limitantes de la fotosíntesis, en nuestras condiciones de producción, en las horas de alta intensidad luminosa.

Limitar la reducción de CO2, mediante unas mayores tasas de renovación del aire, contribuyendo a limitar los extremos térmicos y excesos de la humedad del aire, es de suma importancia.

Los vientos moderados (brisas), al contribuir a una mejor
ventilación, sobre todo en invernaderos de poca ventilación, son muy beneficiosos, sobre todo si estos aires son "secos" como es el caso del "de levante" en las Comarcas de Poniente y Vega de Almería y el "de poniente" en el caso de Águilas.

El exceso de ventilación con vientos cálidos puede producir condiciones de estrés hídrico, llegando a síntomas de marchitez de la planta, paliándose esta situación con la disminución de apertura o cierre de las ventilaciones, principalmente las laterales, cierre total de la banda orientada a estos vientos secos, así como con el manejo del riego (riegos más frecuentes, con CE inferiores, para conseguir hidratar las plantas en el menor tiempo posible).

Todos los factores ambientales que afecta a la parte aérea, en
especial temperatura y luz afectan a la floración y al cuajado.

 Limitaciones en la nutrición pueden producir retraso y malformaciones en la floración. En condiciones de iluminación limitante para el crecimiento, un estrés hídrico puede promover el desarrollo floral.

Temperaturas bajas son promotoras de la ramificación de las inflorescencias y n° de flores, así plantas cultivadas a 16°C producen cuatro veces más flores que a 24ºC, efecto que se acusa con niveles altos de iluminación.

El tamaño de las inflorescencias está más relacionado con la nutrición.

Temperaturas extremas afectan a la producción y viabilidad del polen, a la germinación de este (1h a 25°C y 20 h a 5°C) y a la velocidad de crecimiento del tubo polínico, así como a la dehiscencia de las anteras, que por su carácter higroscópico se produce en unos rangos adecuados de humedad relativa.

En condiciones normales de iluminación y temperatura las flores del tomate en los cultivares comerciales son insertas (longitud del estilo inferior a la de los estambres), lo favorece la auto fecundación, pero condiciones de baja luminosidad y temperaturas elevadas pueden producir la exerción estigmática, es decir movimiento del estigma, con consecuencia en la fecundación.

El tamaño y la calidad del fruto están estrechamente
correlacionados con el número de semillas, con el número de lóculos (factor principalmente genético), con la posición fruto en el ramo, con la posición del ramo y sobre todo con la llegada de fotoasimilados desde las hojas (el 90% en sacarosa), es decir con la actividad fotosintética de la planta.

A modo de resumen podemos decir, que es un cultivo sensible al frío, poco resistente a la sequía.

Las líneas genéricas que más se están trabajando son las de resistencia a la salinidad y cuajes con temperaturas elevadas. Ésta última es muy importante para el sureste peninsular, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en los meses de julio y agosto cuando se inician los trasplantes.

Es un cultivo de climas cálidos, lo cual hace que su cultivo normal se de en periodos de primavera y verano.

En la zona objeto de nuestro estudio, se dan unas condiciones
climáticas con inviernos muy suaves, prácticamente libres de periodos de heladas, que hacen posible el cultivo durante todo el año, sin necesidad de apoyos térmicos activos; empleando simplemente los invernaderos, con sus cubiertas de plásticos habituales, para los periodos más fríos.

No obstante siempre existen épocas de mayor dificultad para el desarrollo de las plantas coincidiendo éstos con el periodo central del invierno y del verano.

 En el primer caso debido a que los días son cortos y fríos; y en el segundo por las elevadas temperaturas y humedad relativa muy baja.

   
6.- TOMATE LARGA VIDA.
 Inicialmente quisimos conocer las cualidades que debe tener una buena variedad de tomate para consumo en fresco  o larga vida.

  El concepto de larga vida implica dos cosas:

  1.- Que la planta tiene un ciclo vegetativo largo, es decir, que dura toda la campaña en el invernadero.

  2.- Y que el fruto es larga vida, es decir, que su tiempo de conservación es muy grande (estamos hablando de semanas).

  Para este tipo de consumo,  las plantas deben tener hojas
pequeñas y horizontales que faciliten la aireación del fruto y eviten problemas fitosanitarios. Interesan variedades altamente productivas pero que a la vez mantengan una uniformidad en cuanto al tamaño del fruto.

     Estos tipos de tomates, producen un tipo de variedad muy vigorosa y con tolerancia a cuchara. Debido a esta tolerancia permite plantaciones más tempranas de lo que es habitual en las plantas de ciclo largo.
   

Luego presenta otras características que hacen a la variedad atractiva como su hombro blanco, y luego tiene características agronómicas que le hacen atractiva por parte de los productores como es poca frondosidad de hoja, por lo que no hay que deshojar con el correspondiente ahorro en mano de obra.


  También tiene una flor que gusta a los abejorros. Ahora mismo
con los tratamientos fitosanitarios la vida media de los abejorros es menor, y es necesario que el poco tiempo de vida útil de los abejorros lo aprovechen al máximo

El hecho de que una variedad presente muchos frutos por racimo,  va a repercutir en la mayoría de los casos en una pérdida de uniformidad del fruto. Estas variedades deben ser también muy precoces,  ya que la fruta conseguida en las épocas más tempranas se pagará a precios más altos.

  El fruto debe presentar una buena uniformidad externa en cuanto a forma y color, sin presentar deformaciones. El carácter de larga vida comercial que les confiere a los frutos una larga duración después de ser recolectados, está siendo introducido actualmente en las nuevas variedades.
 
7.- SUELOS.

En cuanto a suelos la planta del tomate no es muy exigente, salvo en un aspecto que si es limitante como es el drenaje; prefiere suelos sueltos y bien drenados.

La planta de tomate se puede decir que es tolerante a la salinidad razón por la cual en algunas zonas con aguas de mala calidad, es prácticamente
única hortaliza que se puede cultivar de modo rentable.

Siempre se cumple la regla a mayor salinidad mejor calidad y menor producción.

En referencia al pH puede vegetar bien en suelos desde
ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos.

Tiene cierta resistencia a suelos con problemas de salinidad, siempre y cuando exista un buen drenaje de los mismos.

En el sureste español no existen unos modelos o definiciones de tipos de suelos ya que característica general de los mismos es su heterogeneidad, por proceder la mayor de las zonas de cultivo de transformaciones agrícolas de terrenos con orografías
muy diversas.

Son suelos con niveles muy bajos de materia orgánica, lo cual hace necesaria su corrección hasta niveles del 2% de promedio. Las aportaciones de materia orgánica a los suelos además sirven para uniformar, en cierto modo, las características de los mismos.

En los suelos con exceso de salinidad o falta de aireación también resulta conveniente realizar un  enarenado en franjas o total, dependiendo esto de las condiciones de cultivo de la parcela en cuestión.

Otra opción para para paliar el problema de la heterogeneidad
de los suelos, es el cultivo hidropónico,  teniendo como substratos lana de roca, perlita, fibra de coco, arcilla expandida e incluso "arena" en contenedores tubulares (salchicha de arena) que se confecciona sobre el lugar definitivo de cultivo, lo cual requiere el uso de maquinarias específicamente desarrolladas para tal fin.
   

  8.- TOLERANCIA.
Observamos lo que es una planta tolerante, que es lo que van buscando los Centros de Investigación de Semillas.

Vimos como una planta que estaba en la banda fue atacada por el virus de la cuchara, se ralentizó un poco su crecimiento pero como el ritmo de crecimiento de estas plantas es mayor que el del virus de la cuchara sobrevivió al ataque y siguió su crecimiento normal dando tomates.

      9.- TOMATE PARA VERDEO.

       Los tomates para verdeo suelen ser más grandes que los de ciclo largo (calibre G y en algunos casos doble G). Actualmente
las variedades que hay en el mercado son variedades tolerantes al virus de la cuchara y además aportan otras características (que antes en las variedades tolerantes eran difíciles) como es el sabor y la larga conservación.


  Lo que se va buscando en un fruto de este tipo es que el fruto sea grande, que tenga un buen color en pintón, que tenga una maduración de “dentro hacia fuera”, así vemos en la parte apical como ya hay una maduración interior, lo que el consumidor asocia con calidad.

Así si abrimos un tomate y por dentro está rojo, el consumidor lo asocia con un síntoma de salubridad. También se busca que llegue bien a los mercados finales. Este tomate se coge en “pintón” y tiene el aguante suficiente para llegar a Europa. No obstante este tipo de tomate se consume sobre todo en España.


    Los marcos de plantación que se suelen utilizar en tomate son de 0,5 entre plantas y de 1,5 a 2 metros entre calles.

   Es decir, son muchos los aspectos que hay que fijarse en el cultivo del tomate, y muchos los tipos de tomates que hay actualmente en el mercado, como seguiremos hablando en el próximo artículo.


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