Continuamos con el segundo artículo
que le estamos dedicando al “Cultivo de Tomate en Intensivo” y lo hacemos
comenzando con la preparación delterreno.
1.- PREPARACIÓN DEL TERRENO.
Antes de la plantación del
tomate, el invernaSdero deberá estar:
Hermético. Es decir aislado del exterior o por plástico o por
las ventilaciones, protegido por telas mosqueras.
Limpio malas hierbas tanto en el interior como en la
periferia, de restos vegetales del cultivo anterior y de restos de rafia o
cualquier otro material de entutorado.
Bien ventilado. El manejo de la ventilación, tanto cenital como
lateral debe ser prioritario para evitar condiciones extremas de temperatura y
humedad.
Desinfectado en su estructura interna con un tratamiento bien en
pulverización o en espolvoreo con insecticidas / acaricidas de amplio espectro.
2.- SEMILLAS Y SEMILLERO.
Definida la variedad a cultivar, se obtiene la semilla necesaria,
bien de la casa de semillas o de algún punto de venta autorizado (Cooperativa de
consumo, almacén de suministros, etc).
La semilla se lleva siempre
a un semillero profesional autorizado por los organismos oficiales, donde 20 días
antes del trasplante para el caso de cultivos hidropónicos, 30 días antes para
el caso de cultivo enarenado en verano y 40 en caso de cultivo en enarenado en
invierno, se siembran la semilla en cepellones independientes de turba para el
cultivo en suelo y de lana de roca o perlita para cultivos sin suelo.
Tras la siembra se humedece el sustrato y se
pasan las bandejas a una cámara de germinación en condiciones de 25 ºC, 90% de
humedad y oscuridad durante tres días, para extenderse posteriormente en el
invernadero, garantizándose en invierno mediante calefacción temperaturas mínimas
superiores a 12 ºC.
La fertirrigación del semillero suele ser por
aspersión mediante trenes de riego, que van sujetos al techo del invernadero
mediante unos raíles, y suelen ir uno por arco.
Una semana antes del
trasplantarles las plantas, del semillero deberán de “endurecerse" para
sufrir menos el trasplante, mediante técnicas como los tratamientos con cobre,
la disminución del blanqueo y el manejo de la fertirrigación.
Un aspecto importante es en
qué cosas debemos fijarnos en el aspecto de nuestra planta en el semillero.
Debemos apreciar un tono
blanco y brillante en las raíces y que estas, sobrepasen el volumen del
cepellón. Otro aspecto importante es que las raíces no aparezcan enrolladas ya
que esto ralentezaría el crecimiento de la planta después del trasplante.
En
cultivos sin suelo, más que en observar que las raíces
sobrepasen el volumen
del kiemplug o del bloque por su parte basal, debemos apreciar que las raíces
colonicen todo el volumen del sustrato de lana de roca.
Si
vamos a utilizar tomate injertado, debemos fijarnos en que la zona de unión del
injerto haya soldado perfectamente, y le podemos decir al semillero incluso que
lo despunte para que empiecen a salir los dos tallos lo que nos da la garantía
de que la planta está en perfecto estado.
3.- TRASPLANTE.
Es el paso de la planta
desde el semillero al asiento definitivo de
cultivo. El riego por goteo deberá estar
colocado según el marco, la densidad y la orientación de la planta. Normalmente
la orientación del líneo de cultivo es dirección Norte - Sur para facilitar la
entrada de luz y evitar sombras en los meses invierno, donde el ángulo de
incidencia de la radiación es muy bajo.
En el enarenado, previo al
trasplante se da un riego abundante
(varias horas) para meter el terreno en
humedad, apartar las sales y bajar la C.E, pasando a continuación a "abrir
los hoyos", labor de apartar la arena y el estiércol hasta llegar a la
tierra, guiados por los goteros.
La hora de regar en verano
será cuando la temperatura del agua no esté muy caliente ni las gomas de riego
tampoco, es decir al amanecer o al atardecer.
4.- PODA DE FORMACIÓN.
La poda es una práctica
imprescindible en las variedades de tomate de crecimiento indeterminado, 100%
cultivados en las comarcas que nos ocupa.
La poda de formación tiene
lugar a los 15- 20 días del trasplante
cuando han aparecido los primeros brotes laterales de la planta consistiendo en
podar estos pequeños brotes y las hojas más viejas que dan con la arena, y nos va a servir para ventilar
la planta a nivel de cuello y en caso de aporcado, para limpiar la zona que se
va a enterrar.
Se denomina poda de formación
porque es en este momento, cuando se determina el número de tallos que vamos a
dejar.
La poda se puede hacer a uno o dos brotes
(brazos), aunque lo más usual es a un solo brazo, para conseguir mayor tamaño
de fruto.
En el ciclo largo hay un
porcentaje de agricultores que en enero -
febrero dejan un segundo tallo (a la
altura del alambre de entutorar) por lo que en primavera la planta descuelga a
dos brazos, aumentando la producción, pero también la mano de obra y
disminuyendo el calibre, por lo que la rentabilidad de este sistema es más que
dudosa.
Si es habitual, planta se
pierde, por virus, enfermedad o cualquier otro motivo, el dejar un segundo
tallo a la planta colindante.
5.- PODAS.
1.- DESTALLADO.
Consiste en cortar los tallos laterales de la
planta para que se
desarrolle mejor el tallo principal. El corte de estos debe
de hacerse lo más bajo posible realizando un corte limpio sin magulladuras,
para evitar infecciones fúngicas o bacterianas.
Es una labor que se realiza
durante todo el año con una frecuencia semanal en primavera y otoño y quincenal
en invierno.
Suele hacerse a mano, con
tijeras de poda o con cuchillo.
Cuando el tallo se corta muy pequeño no
es necesario ninguna herramienta, porque la herida producida es muy leve y
cicatriza
rápidamente.
Si por descuido el grosor
del tallo a eliminar es grande , y estamos en épocas con condiciones favorables
para el desarrollo de enfermedades, que se instalarían en las heridas
producidas, se procederá a dar un tratamiento con algún fungicida-bactericida.
Se pondrá especial interés
en el brote que hay debajo de la inflorescencia.
2.- DESHOJADO.
Es una operación que no
siempre se realiza, es recomendable en las hojas senescentes, para facilitar la
aireación y mejorar el color de los frutos.
También se quitarán las hojas enfermas (Ej: Botrytis),
para eliminar fuente de inóculo, debiendo sacarse inmediatamente del
invernadero.
Cuando las plantas han
adquirido un exceso de vigor (hojas enormes, troncos muy gruesos) es
recomendable hacer un entresaque de hojas, sobre todo si éstas se solapan unas
sobre otras y no dejan entrever los frutos.
Se procurará quitar la hoja
por encima del ramo (la que enfrenta al ramo tiene un importante papel en el
aporte de fotoasimilados a éste), que esté orientada en la dirección norte o
levante.
No se quitarán más de 2-3 hojas por planta en una sola vez, para no
producirle a la planta un estrés demasiado grande.
El corte de la hoja será por
la base del peciolo, a ras de tronco y con cuchilla, conociendo casos de pérdida de plantaciones
enteras por efecto de la Botrytis, cuando los cortes se han hecho mal.
También en esta labor es
importante hacer un corte limpio y ras del tallo para que se cicatrice antes.
3.- DESPUNTE DE
INFLORESCENCIAS.
4.- FERTIRRIGACIÓN.
El aporte del agua y gran parte de los nutrientes en
el cultivo del tomate, se produce
mediante el riego por goteo, generalizado
prácticamente en el 100% de las explotaciones.
Las necesidades de agua y nutrientes van a ser
función del estado fenológico de la planta, y de
las condiciones de clima en el invernadero.
Ante la gran pregunta de cuándo y cuánto regar, en
un cultivo enarenado tendremos en cuanto a tensión de agua en el suelo, el tipo
de suelo (su capacidad de campo, porcentaje de saturación) y por supuesto la
evapotranspiración del cultivo, las precipitaciones en caso de caer dentro
del
invernadero (normalmente despreciables por no caer uniformemente) y la
eficiencia del riego (uniformidad del caudal de los goteros).
Mediante un buen manejo del tensiómetro, podremos
conocer la tensión matricial del agua en el suelo, siendo conveniente regar antes de alcanzar los 20- 30 centibares.
Otra técnica es medir la C.E. de la fase líquida del
suelo que se puede extraer por succión a través de una cerámica porosa (bomba de
succión).
En la práctica, la frecuencia de riego en el
enarenado para un cultivo
ya establecido es de 2-3 veces por semana en época de
invierno, subiendo a 4-7 veces por semana,
en época de primavera/verano con caudales entre 2 y 3 L/planta.
En aguas de
mala calidad los volúmenes de agua son mayores, para desplazar el frente de sales del bulbo de humedad.
En cultivo hidropónico el cuándo regar, está automatizado mediante
sistemas a la demanda, estando generaliza la demanda por bandeja, a
veces complementada por programas de riego
dónde también se relaciona la radiación (watios acumulados) con la
transpiración.
La bandeja
se nivela, en su interior se colocan 2 o 3 unidades de sustrato con sus plantas
correspondientes (entre 4 y 6 plantas o tallos/almohadilla o tabla).
La bandeja tiene un nivel de drenaje y un
sensor o electrodo, que
cuando la planta transpira éste se seca y al bajar el
nivel de solución en la bandeja, mandando una señal eléctrica al cabezal de riego para
iniciar un riego, el cual recuperará el nivel de la bandeja hasta el agujero de drenaje y drenará un porcentaje del riego.
La frecuencia de riego nos la
da la distancia entre el sensor y el drenaje de la bandeja, que están definiendo
el volumen de agua a transpirar por las plantas y el % de drenaje lo establecemos
mediantete el tiempo de riego.
El lugar donde colocar la
bandeja de demanda ser aquel donde se
sospechen las necesidades de
evapotranspiración del invernadero (temperatura, más radiación y buena ventilación) y a su vez se colocarán unas bandejas de drenaje en otras zonas
donde medir la CE, el porcentaje de drenaje, y poder contrastar la eficiencia
del sistema de demanda.
El tiempo de riego en el
cultivo hidropónico viene dado básicamente por la capa de retención de agua del sustrato, función a su vez del
material en sí, la
granulometría, la forma volumen, así como del número de goteros por unidad, del caudal del goteo, del
porcentaje de drenaje (que a su vez depende de la calidad del agua y de la conductividad eléctrica
del sustrato en el momento).
En cuanto a nutrición vegetal
en cultivo en enarenado, se adjunta la siguiente tabla, y más adelante
profundizaremos en este tema específicamente.
OBSERVACIÓN:PARA VER MEJOR ESTA TABLA TECLEA CONTROL Y VE PULSANDO LA RUEDA DEL RATÓN.
Respecto a la fertirrigación en el cultivo hidropónico, a diferencia con el enarenado, siempre se va a aportar una solución nutritiva completa, es decir, con niveles adecuados de macroelementos: Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio y Azufre) como de microelementos (Hierro, Manganesio, Cobre, Zinc, Boro, Molibdeno) y con un pH entre 5,5 y 6.
Una vez determinados los
niveles de nutrientes del agua, se aportan los abonos necesarios hasta alcanzar
una solución nutritiva de partida con aproximadamente las siguientes
concentraciones (mmol/L en los macros y ppm en los micro):
N (N03)12;
N (NH4) 0,5; P 0,5; K 6; Ca 4; Mg2; S (S04) 2; Fe 2; Mn 1,5; B 0,5; Cu, y Zn
0,5; Mo 0,1.
El nitrógeno se aporta
normalmente con Nitrato cálcico (15,5% N, 19% Ca), Nitrato potásico (l3%N y 38%K), Nitrato amánico (33%N, mitad nítrico y mitad amoniacal) y áֱcido
nítrico (22%N).
El fósforo
con ácido fosfórico de 75% (32%P) y fosfato monopotásico (23%P y 28%K).
El potasio con nitrato potásico
y sulfato potásico (45 % K Y 18 % de S.
El calcio con Nitrato cálcico y el magnesio mediante epsonita (10%Mg y l3%S).
Mensualmente se analiza la
solución que hay en el sustrato o que sale del drenaje, que nos ayuda a corregir la solución de entrada en función de las desviaciones de la
analizada.
Los microelementos (Fe, Mn, Cu,
Zn, B, Mo) se suelen aportar mediante un complejo, quelatado los metales en forma
de EDTA principalmente.
La forma de aportar los abonos
al agua es mediante inyección
de los abonos al riego (venturis, bombas inyectoras, dosificadores, etc), los cuales
tenemos previamente diluidos en soluciones concentradas o soluciones madre,
siendo necesario al menos dos tanques, uno para el Calcio y otro para el Nitrógeno, Fósforo
y Potasio.
Los microelementos se suelen aportar en el tanque
del Calcio. Un tercer tanque con Ácido nítrico nos suele servir para ajustar el pH.
La CE, el pH, y el porcentaje de inyección de cada
tanque son variables manejadas y programados mediante un ordenador.
En el cultivo enarenado también se han instalado
sistemas
informáticos de fertirrirrigación, quedando aún un alto porcentaje de
explotaciones donde se usa la abonadora tradicional de presión o abonadora
abierta conectada a la aspiración y donde la forma más usual de recomendar el abonado es en "kilos por 1000 por metro cuadrado", siendo las dosis función del tiempo de riego, o
mejor dicho del volumen de agua a aportar a esa superficie, función a su vez del tamaño y estado fenológico de la planta y de las condiciones ambientales.
Por ejemplo: para una hora de riego, en un cultivo
establecido, con una densidad de 2 goteros/m2", con caudales de
3L/h, se aportará 6.000L en 1.000 m2/h.
Si abonásemos con 3 kg/1.000m2 de N03K
(13%N Y 50% K20), estamos aportando 0,5 g/L o 50 ppm que al 13% de N (500x13/100) da 65 ppm de N, más
(500 x50/100) 250 ppm de K20.
No debemos
sobrepasar dosis de abono total superiores a 2g/L, siendo normal 1 g/L para aguas de 1 dS/m.
En cultivo en suelo, es normal aportar una parte del
N en forma amoniacal (mediante nitrato o sulfato amónico). La relación N/K suele ser de 1/1 desde el transplante
hasta la floración, cambiando 1/2 e incluso hasta 1/3 cuando la planta
está en recolección.
Los niveles
de fósforo y magnesio se aumentan en época de invierno para evitar fuertes
carencias por el enfriamiento del suelo.
Las
concentraciones de absorción de los distintos elementos nutritivos, no son constantes en el cultivo de
tomate varían en función de las fases de
las plantas y de las condiciones climáticas.
Así en la
primera parte del ciclo del tomate, predomina la fase
vegetativa de rápido
crecimiento y el consumo de nitrógeno es muy alto. Con la entrada de la
fructificación, el consumo de nitrógeno
baja y aumenta el potasio, para llegar a un equilibrio sostenido a partir del
comienzo de la recolección que prácticamente se mantiene hasta el final.
5.- POLINIZACIÓN Y CUAJADO DEL TOMATE.
El cuajado del tomate está correlacionado con la
producción de auxinas por parte de los óvulos fecundados.
A partir de principios de los 90 se
prueban las colmenas de "Bombus terrestris", imponiéndose en los
últimos años, por su rusticidad (trabajando en condiciones extremas con temperaturas
de 6-8°C, lluvia y baja luminosidad.
Un abejorro, buscando el polen como fuente de proteínas para alimentar a las larvas de su colmena, puede visitar entre 6 y 10 flores por minuto, por lo que una colonia podría polinizar entre 20.000 y 50.000 flores por día.
La calidad de una colmena viene dada por el proceso
de producción de ésta, la calidad de los materiales y el aislamiento térmico de
éstos.
Luego la vida útil de la colmena, varía entre 5 y 8 semanas,
dependiendo principalmente de la época (en primavera y otoño dura más
que en invierno,por ser insectos sensibles a las condiciones ambientales).
Puntualmente la actividad de una colmena se puede ver reducida
o anulada por: condiciones extremas de temperatura y humedad, ausencia o disminución del polen en
la flor, ausencia o disminución de floración (carencias nutricionales en
la plantación), desorientación (ciertos plásticos, en los primeros meses
filtran los UVA en las longitudes de ondas de la visión del insecto) y
utilización de productos fitosanitarios inadecuados.
En general fungicidas y acaricidas son bastante
inocuos, debiendo ser muy selectivos a la hora de emplear insecticidas, siendo necesario
con algunos la retirada de la colmena del invernadero (máximo 3 días).
Cuando un abejorro visita una flor de tomate marca
con sus mandíbulas el cono estaminal, que con el tiempo tiene un color
característico, y este es el síntoma que nos dice que esa flor ha sido
polinizada.
El manejo de la colmena, el mantenimiento y la
actividad de esta deberá realizarse por técnicos especialistas periódicamente
(semanalmente), aunque el agricultor deberá observar con frecuencia el marcaje
de las flores después de haber sido visitadas por el abejorro (ver al menos
marcas en un 80% de las flores abiertas ).
La utilización de abejorros
para la polinización en tomate está resultando muy eficaz, por ser parejos en
la polinización de las plantas y por la capacidad que tienen de reconocer las
flores polinizadas.
6.- CICLOS DE CULTIVO.
Los ciclos de cultivo en el
sureste español son los siguientes:
·Ciclo de otoño.
·Ciclo largo de cultivo (otoño-invierno-primavera) o ciclo único.
·Ciclo de primavera.
1.- CICLO DE CULTIVO DE OTOÑO.
El ciclo de
cultivo de otoño, tiene su trasplante en el mes de agosto,
empezando las primeras
recolecciones en noviembre y acabando a final de enero o en febrero.
Se despunta la cabeza (el
meristemo apical), entre el 6° y 8° ramillete. Es un ciclo que da opción a un
cultivo de primavera detrás de él, bien un nuevo tomate o una plantación de melón,
sandía, calabacín o judía.
La variedad a elegir, deberá
tener buena aptitud para cuajar con calor (septiembre y octubre
principalmente). Las producciones en este ciclo rondan los 7-9 kg/m2.
La densidad de plantación es más alta que en
el ciclo único, al desarrollarse gran parte del ciclo con buenas condiciones de
luz y temperatura.
Densidad de 1,6 a 2 plantas
/m2 es lo normal a un marco de plantación de entre 1 y 1,5 m entre líneas, por
0,5 m entre gotero.
2.- CICLO LARGO DE
CULTIVO.
Es un ciclo único, que se trasplanta entre finales de agosto
y todo septiembre, para iniciarse las recolecciones al final de noviembre y
diciembre, obteniéndose las máximas producciones en enero y febrero (entre 3 y
4 kg/m2/mes), disminuyendo en marzo y abril (frutos de menor calibre, problemas de cuaje, etc., con producciones entre 2 y
3 kg/m2, mes) y recuperándose la producción y calidad en mayo, para acabar el
Ciclo en junio.
La variedad a elegir será de
gran vigor para poder superar las condiciones de invierno de nuestra zona, así como una buena aptitud
para el cuaje en condiciones de frío y baja
luminosidad. La producción en este ciclo ronda los 12-16 kg/m2".
La densidad de plantación es de
1 a 1,6
plantas/m' con marcos que varían entre 1,3 y 2 m entre líneas y 0,5 a 0,7 m entre planta. La disminución de la
densidad palía la iluminación
en los meses de invierno, facilita la ventilación (reducción de enfermedades),
aumenta el calibre (mejorando la expectativa de precios) y reduce la mano de
obra (menor número de plantas a entutorar, destallar, deshojar y recolectar),
conjunto de factores que compensan la posible mayor producción con densidades más
altas.
3.- CICLO DE PRIMAVERA.
El ciclo de primavera tiene su
trasplante en el mes de enero, por lo
que complementa normalmente a un cultivo
de otoño (de pimiento California, de tomate o de calabacín) que acaba en esta fecha.
Es un ciclo corto, donde se
despunta la cabeza cuando la planta ya
tiene de 6 a 8 ramilletes. Las primeras recolecciones se hacen a finales de abril, acabando el cultivo a finales de
junio.
Las densidades y marcos de
plantación de este ciclo de cultivo son similares a las del ciclo de otoño.
7.- FISIOPATÍAS.
El rajado del fruto también
es un problema común, ocasionado por un cambio brusco de la conductividad
eléctrica en las raíces (se produce un
rajado del tomate del pedúnculo hacia
abajo) o por un exceso de humedad (rajado perimetral del tomate).
La carencia de potasio
afecta a la coloración del fruto, el cual muestra zonas verdes que amarillean
en lugar de enrojecer. Es lo que se denomina blotchy y se suele dar en cultivos
con gran cantidad de frutos.
Las altas
temperaturas afectan tanto a la duración de ésta como al color del tomate. Es
muy frecuente ver frutos multicoloreados, porque en la parte donde tiene más
temperatura se forman unos pigmentos y en la parte con menor temperatura se
forman otro tipo de pigmentos. Es recomendable una temperatura por debajo de 28
ºC. La razón es porque el color se ve afectado por la temperatura y es debido a
la formación de pigmentos.
Engrosamiento
basal. Por el contrario, las bajas temperaturas,
provocan en invierno un
abultamiento de la parte de abajo del tomate, que los agricultores, conocen
vulgarmente como “tetilla”.
Hay que
destacar que las nuevas variedades son más productivas y de mayor tamaño que
las anteriores.
8.- TOMATES EN RACIMO.
El racimo es un tomate de imagen. Debe
transmitir inicialmente
una imagen que transmita salubridad, un racimo en
“raspa de pescado”.
La raspa debe ser suficientemente gorda
para transmitir la imagen de salubridad que se busca y luego la raspa ayuda
también a que durante el transporte, aporte de nutrientes al tomate y hace que
la conservación sea más larga que si no estuviera.
Se busca una maduración media, no que
madure muy rápido, ya que si no el primer fruto del racimo maduraría antes que
el último y se echaría a perder durante el transporte.
El tallo debe estar fresco, sano, limpio,
libre de hojas y de cualquier materia extraña visible, presentando todas las
características típicas de la variedad.
La producción del tomate en racimo es una buena alternativa
de
diversificación, pero no es tan fácil, ya que requiere de atención y cuidado
especiales.
Cada etapa de nutrición requerirá un manejo diferente,
ajustado a las necesidades de crecimiento y desarrollo de la planta.
La recolección del fruto se hace cogiendo todos los frutos a la vez, con
un color homogéneo y unidos al ramo ( ramos de 4 a 7 frutos), con el corte en
rojo o pintón, ligeramente liso, y con la formación del ramillete en forma de
raspa de pescado, como ya hemos mencionado.
Existen variedades larga vida en ramillete. Tienen que tener
uniformidad de maduración y tamaño entre las unidades del ramo.
9.- TOMATE TIPO COCKTAIL.
Otro de los tipos varietales de tomate
es el tomate tipo Cocktail que
se usa como adorno de platos en los países
europeos. Son frutos de 30 a 50 gramos, más pequeños que los anteriores,
redondos y generalmente con dos lóculos.
El tomate Cocktail es un tomate de
tamaño intermedio entre el Larga Vida y el Cherry. Son tomates con altos grados
de azúcar y se utilizan de adornos en los platos.
Las plantas
son muy finas de crecimiento indeterminado. Frutos de peso comprendido entre 30
y 50 gramos, redondos, generalmente con 2 lóculos, sensibles al rajado.
También existen frutos aperados que presentan
las características
de un tomate de industria debido a su consistencia,
contenido en sólidos solubles y acidez, aunque su consumo se realiza
principalmente en fresco. Debe suprimirse la aplicación de fungicidas que
manchen el fruto para impedir su depreciación comercial.
Posee racimos
largos con pequeños frutos rojos muy aromáticos,
decorativos y dulces. De
crecimiento fuerte, puede ser cultivado en invernadero o al aire libre,
protegido contra las lluvias. Es posible dejar varios tallos. Precisa de tutor.
Período de madurez medianamente tardío.
A esta
hortaliza se le conoce también como tomate cereza o tomate cóctel. Es una
variedad del tomate tradicional, de menor tamaño y con forma redondeada, que se
utiliza tanto al natural como para cocinar.
Su color es
rojo intenso y su aspecto es muy similar a una cereza,
motivo por el que a esta
variedad de tomate también se la conoce con ese nombre. Tiene un diámetro de
entre 1 y 3 centímetros y su peso oscila entre los 10 y los 15 gramos. La
ración de consumo por persona es por tanto de 12 a 15 de estos tomates.
Existen tantas variedades de tomate
como usos de los frutos que hace el hombre de ellos. Podemos distinguir tomates
para consumo en fresco como ya se ha comentado, tomates para procesado
industrial, tomates naturales pelados que se destinan sobre todo para enlatado,
tomates para jugos que deben tener poca piel y pocas semillas, tomates para
salsas, etc.
10.- TOMATE NEGRO “BLACK”
Pero en estos
últimos años se están plantando en los invernaderos del
sureste español otros
tipos de tomates como es el tomate negro o Black, que es u tomate de sabor muy
dulce e intenso, de ahí que sea muy apreciado y que justifica un tanto su
precio.
Su dulzura no es su principal
característica, es un tomate de color negro, el cual además fue creado para
tolerar
el clima seco y la salinidad de los países del Mediterráneo.
Entre sus beneficios a la
salud, podemos hablar de su alto contenido de Vitamina C y alto contenido en licopenos, sustancias naturales presentes en mayor concentración en
la piel, y que tienen propiedades antioxidantes, además de prevenir el cáncer de próstata y de ayudar a reducir el colesterol “malo”, las
lipoproteínas de baja densidad LDL.
Se aconseja no pelar los
tomates y, siempre que sea posible, usarlos con su piel en guisos y salsas.
11.- TOMATE ROSA DE
BARBASTRO.
Otro tomate que se está cultivando es el tomate
rosa de Barbastro es
un fruto grande (de más de un kilo) de color rosado, con
una piel fina, aromático, carnoso, compacto, dulzón, con poca acidez y escasas
semillas.
Además
de las características organolépticas, que lo distinguen de otras variedades,
también podría presentar diferencias en su composición nutricional, en
concreto, en la presencia de antioxidantes naturales (vitamina C, carotenoides
y polifenoles) muy beneficiosos para la salud.
El tomate
rosa de Barbastro se recoge entre agosto y octubre. Se
diferencia del resto de tomates en color,
en sabor...los hay hasta de kilo y medio.
Antes sólo
se producía en huertos familiares pero en los últimos cinco años su producción
se ha multiplicado por diez. Su tradición viene del siglo XVII, cuando el
obispo de Barbastro no quiso expulsar a los moriscos que llevaban las huertas.
Es un tomate muy dulce y con una piel fina. .
12.- TOMATE CHERRY.
El tomate cherry es el mayor cantidad de azúcar posee. Así vemos un tomate cherry pera tolerante a cuchara. En Inglaterra se mandan en unidades de cuatro y lo consumen los niños en vez de pipas. Luego observamos el cherry tradicional con tolerancias a TMV y cuchara. Se caracterizan porque las hojas son mucho más finas que los otros tipos de tomates y en menor cantidad.
Es una planta anual de porte para en tutorar. Las hojas son sencillas, pecioladas y de limbo hendido. Toda la parte verde de la planta está
compuesta por pelos glandulares que al rozarse emite un líquido con olor
característico.
El fruto es una baya minúscula, parecida a una cereza.
Se recolecta en rojo.
CULTIVO
Luz
Muy exigente.
Temperatura
Entre 15ºC y 40ºC, siendo una temperatura optima de
25ºC a 35ºC.
Suelo
Poco exigente. Conviene remover el suelo
periódicamente para mantener la planta en condiciones óptimas de cultivo y
evitar la aparición de malas hierbas.
Marco
de plantación
Distancia entre plantas 35 cm. Distancia entre líneas
o surcos 80 cm.
Riego
Debido a su elevada masa foliar, esta debe de estar en
un estado de humedad óptimo. Riego frecuente pero en pequeña cantidades. Si se
cultiva en maceta o jardinera hay que observar más a menudo, pues se
deshidratan más a menudo, sobre todo en verano.
Recolección
A partir de los 80 días desde su plantación. Para
recolectar tomates es aconsejable hacerlo cuando el tomate este entre verde y
rojo, con un cuchillo o tijeras, llevando cuidado de no romper flores ni
tallos.
VALOR
NUTRITIVO
Aporta mayoritariamente agua y cantidades mucho
menores de hidratos de carbono y proteínas, por lo que resulta poco energético,
aunque constituye un alimento rico en vitaminas y sales minerales.
En cuanto a su contenido en vitaminas, los tomates son
muy ricos en vitamina C, sobre todo los de color rojo y también en vitamina A.
Entre los minerales, cabe destacar la presencia de potasio.
Las variedades de tomate existentes son
enormes y varían en función del consumidor. Así los japoneses y los chinos gustan
de tomates con baja acidez porque los suelen consumir como fruta después de las
comidas, los americanos prefieren tomates industriales para salsas, en los
países europeos mediterráneos se prefieren los tomates asurcados y en los
países del norte de Europa los tomates lisos.
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