TRANSLATOR

CLICK THE BUTTON BELOW THAT SAYS "Seleccionar idioma" TO SELECT THE LENGUGE

ENCAJAR EL TEXTO

¡ A partir de Noviembre DE 2019 vamos a impartir Clases de Informática "On-LINE", informate en VIDEOFOTOIMAGINACION.COM!

Select language

etiquets

etiquets

domingo, 27 de diciembre de 2015

CULTIVO DE MELÓN EN INVERNADERO-PRIMERA PARTE

1.-DESCRIPCIÓN BOTÁNICA.
Pertenece a la familia Cucurbitaceae, y su nombre cientíco  es Cucumis melo L. Posee un sistema radicular muy abundante  y ramicado,  de crecimiento rápido, y del cual algunas de sus raíces pueden alcanzar una profundidad  de 1,20 m, aunque la mayoría de ellas se encuentran  entre los primeros 30-40 cm de suelo.
Sus tallos son herbáceos, recubiertos de formaciones pilosas, y su desarrollo puede ser rastrero o trepador debido a la presencia  de zarcillos. Sus hojas, recubiertas  de pelos y de tacto  áspero, poseen el
limbo orbicular aovado, reniforme o pentagonal,  dividido en 3-7 lóbulos y con los márgenes dentados.

Las ores son solitarias, de color amarillo y por su sexo pueden ser masculinas o hermafroditas, en la misma planta. 
Las ores masculinas suelen aparecer en primer lugar sobre los entrenudos  más bajos, mientras que las ores femeninas aparecen más tarde en las ramicaciones  de segunda  y tercera generación,  aunque  siempre conjuntamente con otras ores masculinas.
Son flores estaminadas en fascículos; pedicelos 0.4-1.8 cm largo, delgados, esparcidamente hispídulos. Perianto pentámero; receptáculo 0.5-0.6 cm largo, 0.3-0.4 cm ancho, campanulado.

Las flores femeninas son pistiladas solitarias, generalmente en diferente axila que las estaminadas; pedicelos 1.0-2.0 cm largo, grueso; perianto como en las estaminadas, con los sépalos ligeramente más anchos; ovario 3-carpelar, ovoide a subcilíndrico, densamente piloso; estilo 0.1-0.2 cm largo; estigmas 3, ligeramente lobado, capitado-esférico.
Se distinguen fácilmente de las masculinas porque presentan un ovario muy voluminoso en su parte inferior.
Las masculinas son pequeñas y se encuentran agrupadas en número de 3 a 5; son las primeras en aparecer. Las flores femeninas son mayores que las masculinas y se presentan solitarias en el extremo de unos pedúnculos cortos y vigorosos sobre los brotes terciarios.
La fecundación del melón es principalmente  entomóla.

La apertura  de la flor tiene lugar a primera hora de la mañana  y dura 4-6 horas normalmente.  Si la flor no es fecundada, renueva su apertura en días sucesivos. Las flores femeninas no fecundadas  tienen la capacidad de permanecer receptivas hasta dos o tres días.
Una vez fecundado el ovario, comienza a engrosarse en muy breve periodo de tiempo. La fecundación se produce después de las 24 horas, que necesita el tubo polínico para llegar al ovario. Si la polinización es insuficiente,  se obtienen frutos que contienen menos semillas y frecuentemente  deformados, lo que hace aconsejable la colocación de colmenas en las plantaciones.  También es conveniente  de cara a una buena polinización que la temperatura  en el momento  en que se abren  las flores masculinas  sea lo más próxima posible a 20 ºC.

La forma del fruto es variable, pudiendo ser esférica, deprimida o exuosa; la corteza de color verde, amarillo, anaranjado   o blanco, puede ser lisa, reticulada  o estriada. La pulpa puede ser blanca, amarilla, cremosa, anaranjada, asalmonada  o verdosa.
El extremo opuesto a la inserción peduncular recibe el nombre de ombligo. En un fruto pueden existir entre 200 y 600 semillas. En un gramo pueden contenerse aproximadamente entre 22 y 50 semillas, según las variedades. La capacidad germinativa media de las semillas de melón suele ser de unos cinco años, si se conservan en buenas condiciones.
Debido, entre otros factores, a la demanda  de elementos  nutritivos  que precisan algunos  frutos,  normalmente  los primeros en cuajar,  impiden  la formación  de otros jóvenes, provocando  el desprendimiento  de éstos. Los frutos alcanzan  su madurez, en condiciones favorables de cultivo, a los 45 días de su fecundación (según variedades).
2.-CONDICIONESMEDIOAMBIENTALES.
El melón requiere calor para su cultivo y una  humedad  no excesiva, pues de lo contrario su desarrollo no es normal, no madurando bien los frutos y perdiendo calidad en regiones húmedas y con poca insolación.
                 El desarrollo vegetativo de la planta queda detenido cuando la temperatura del aire es inferior a 13 ºC, helándose a 1 ºC. En el primer desarrollo de la planta, la humedad relativa debe ser del  65-75%, en oración del 60-70%, y en la fructicación  del 55-65%.
        Las temperaturas óptimas en los distintos estados fenológicos, son las siguientes:


Floración                          Óptima                                          20 a 23 ºC
Desarrollo                          Óptima                                          25 a 30 ºC
Maduración del fruto      Mínima                                                 25 ºC
Las plantas de melón necesitan  bastante  agua en el período de crecimiento y durante la maduración  de los frutos. Éstas necesidades
están ligadas al clima local y a la insolación.  La falta de agua en el cultivo da lugar a menores rendimientos,  tanto  en cantidad  como en calidad.

La duración de la luminosidad  y de la temperatura  tiene su inuencia  no sólo en el crecimiento de la planta, sino en la inducción oral, en la fecundación de las ores perfectas y en el ritmo de absorción de elementos nutritivos.
Otra acción que ejerce la luminosidad  sobre el melón es la reducción del número de ores macho y un aumento del número de ores perfectas, aunque a lo largo del desarrollo de la planta en un ciclo de primavera típico, el resultado del aumento conjunto de luminosidad  y temperatura  se traduce, sobre todo en los cultivares tradicionales  de melón tipo español, en un aumento  de proporción  de ores macho en detrimento  de las ores con ovarios.
El desarrollo de los tejidos del ovario de la flor,  está estrechamente influenciado por la temperatura y las horas de iluminación, de forma que días largos y temperaturas elevadas favorecen la formación de flores masculinas, mientras que días cortos con temperaturas bajas,  inducen el desarrollo de flores con ovarios. El CO2, etefon,  y el etileno estimulan el desarrollo de las flores femeninas, así como algunas auxinas. 
En cuanto  a suelos, aún  sin ser muy  exigente,  el melón  da mejores resultados cuando el suelo rico en materia orgánica, profundo, mullido, bien drenado, con buena aireación y un pH ideal entre 6 y 7. Sí es exigente en cuanto  a la capacidad de reten- ción del agua por el suelo, ya que los encharcamientos  producen podredumbres  en el fruto e impiden el normal funcionamiento del sistema radicular, por lo que es necesario que el suelo tenga un buen drenaje.
Se encuentra  entre  las especies moderadamente  sensibles  a la salinidad;  tolera aguas de 1,5 dS/m de C.E. y suelos de 2,2, pero cada unidad de incremento de este valor del suelo representa una baja en producción del 7,5%.
3.- NECESIDADES MEDIAS DE AGUA.
La extracción máxima de agua y de nutrientes  durante el desarrollo del cultivo del melón ocurre justo después de la oración.  El
aporte de elementos nutritivos  es muy importante  en este periodo.

Durante la fase de oración,  dependiendo  de la situación  del cultivo, a veces es conveniente  provocar un ligero stress hídrico para facilitar el “ enganche “ de las ores recién cuajadas.
El melón es una planta  muy sensible a la asxia  radicular  provocada  principalmente por excesos de agua  en el suelo, bien por lluvias fuertes o bien por excesivos riegos, que desplazan  el aire que contiene  el terreno y, por tanto,  el desarrollo de los pelos radiculares se reduce drásticamente  debido a la carencia de oxígeno en el suelo.
Hay otros factores tales como mal drenaje de las parcelas o un nivel freático elevado que inuye en una cantidad excesiva de agua a nivel radicular. La humedad relativa excesivamente  alta en el interior
de los invernaderos  disminuye la evaporación  y por tanto las necesidades de agua de las plantas.

El método de riego que mejor se adapta al cultivo del melón es el de alta frecuencia, riego “por goteo”. Este sistema nos permite regular el aporte de agua necesaria en cada momento, junto  con la concentración  adecuada  de nutrientes  necesaria  para la planta  en dicho momento. Cuando se utiliza acolchado  hay que tener en cuenta para planicar  los riegos que éste nos reduce la evaporación  y conserva mejor la humedad bajo el mismo.
De un modo práctico  el manejo  del riego puede hacerse del siguiente  modo:
Se aconseja dar un riego bastante abundante  unos días antes de la plantación  para reducir el contenido de sales a nivel del sistema radicular, sobre todo si el agua que utilizamos tiene una elevada conductividad  eléctrica.
Cuando el cultivo está recién plantado  se recomienda dar riegos diarios y de menos  cantidad de agua. Cuando se observe que la planta está enraizada se disminuye el riego, para
producir un pequeño décit hídrico, con el objeto de fomentar el desarrollo del sistema radicular.

Cuando esté bien establecido, se empiezan a aumentar los riegos, realizándose  ya con regularidad.  De cara al cuaje, para inducir la oración,  también es recomendable reducir la dosis de agua, pero cuando se vean frutos cuajados se empiezan a aumentar  los riegos progresivamente.  Si le falta agua  a los melones recién cuajados puede llegar a abortarlos.
No cortar el riego días antes de la recolección, lo correcto es disminuir la dosis, puede disminuir la calidad de los frutos.
4.-FERTILIZACIÓN.
Es un cultivo que agradece bastante las aportaciones de estiércol siempre y cuando sea estiércol bien descompuesto.
Las aportaciones  de Nitrógeno inuyen  en el desarrollo foliar
y en el tamaño  del fruto, si bien un exceso de éste puede producir grietas en el fruto.

El Fósforo es primordial para la abundante  formación de frutos, estimulando su precocidad. No debemos olvidar el buen efecto que realiza sobre el estímulo del desarrollo radicular de la planta.
El Potasio da dulzor al fruto y hace más resistente la planta al frío. En general, el Potasio juega un papel fundamental  en lo referente a calidad del fruto.



FASES DEL DESARROLLO FISIOLÓGICO DEL MELÓN
La mayoría de autores que han estudiado la nutrición del melón a lo largo de su ciclo biológico, diferencian sólo cuatro periodos de crecimiento basándose en el aumento en peso seco de la planta  y en las variaciones  del contenido  hídrico en función de la E.T.P. Sin embargo  para  nuestras  condiciones  de trabajo  se considera  más acertado realizar una diferenciación de éstas en cuatro etapas:
Ø Desde la germinación hasta la aparición de las primeras ores  masculinas y/o hermafroditas. Se caracteriza por un lento aumento  del aparato  vegetativo y una estabilidad media en cuanto a la demanda hídrica de la planta.

Ø Fase de fecundación. Comprende desde la aparición de las primeras ores perfectas al nal de la fecundación de los primeros frutos. Se caracteriza por el desarrollo del aparato  vegetativo,  por la fecundación  de los primeros frutos, y por un aumento importante  de la demanda hídrica de la planta.

Ø Fase de engrosamiento de los frutos. Abarca desde la
fecundación hasta las primeras fases de la maduración  de los frutos en que éstos alcanzan  su tamaño  máximo. Caracterizada por un crecimiento abundante  del aparato vegetativo, un aumento importante del tamaño de los frutos y una gran demanda hídrica de la planta que se mantiene constante  durante todo este periodo.


Ø Fase de maduración. Comprende desde el principio de la
maduración  hasta la recolección de los frutos. Se reconoce por una reducción del crecimiento, el cambio en las características morfológicas de los frutos que conduce a su madurez total y por una reducción importante  de la demanda hídrica de la planta.



RELACIÓN ENTRE  LAS FASES DE CRECIMIENTO Y LA NUTRICIÓN  DEL MELÓN
Existe una relación directa entre la absorción de elementos nutritivos y la síntesis de materia seca. En términos generales podemos
decir que en relación con las fases de crecimiento, la absorción más importante  de elementos nutritivos  por parte del melón se corresponde con el periodo que sigue a la fecundación o cuaje de los frutos, sin embargo las necesidades de nutrientes  varían tanto  en función  del órgano  que tratemos como de la etapa siológica en que se encuentre la planta.

Desde el punto de vista del órgano que estudiemos, podemos decir que el nitrógeno abunda  en todos los órganos de la planta, si bien esta abundancia  no quiere decir que este elemento domine de forma clara sobre los demás elementos en todos los órganos.
Se aconsejan unas conductividades de 4 o 5 en la fertirrigación hasta el cuajado, y se bajará a 3 o 3,5 en plana producción.
El fósforo es abundante,  y tienen un requerimiento predominante  de este elemento, los órganos encargados de la reproducción (ya que es imprescindible en las primeras fases de elongación del tubo polínico) y en el sistema radicular.
El potasio es abundante  en los frutos y en los tejidos conductores del tallo y de las hojas. El calcio es abundante  en las hojas donde se acumula a nivel de la lámina media de las paredes celulares y tiene una función principal en las estructuras  de sostén.

5.-CICLOS DE CULTIVO.
v Ciclo extratemprano. La siembra se realiza a mediados de diciembre, en algunas zonas  incluso un mes antes,  generalmente  en semilleros,
sembrando  sobre  bandejas rellenas de turba colocadas en invernaderos  dotados de calefacción. El transplante  se realiza generalmente unos 45-50 días después. La recolección de las plantas cultivadas en este ciclo suele producirse a los 120-130 días, aunque algunas variedades como por ejemplo las del tipo Galia se pueden adelantar en su recolección algunos días. Este ciclo es el que se sigue
generalmente  con la utilización  de los  modernos  híbridos, principalmente Cantalupos y Galia, en el cultivo para la exportación  más precoz, del litoral mediterráneo.

v Ciclo temprano. La siembra se realiza desde mediados de marzo a mediados de abril. La recolección puede iniciarse a partir de mediados de junio. Este ciclo es característico de determinadas zonas del litoral mediterráneo como Almería, Murcia, Valencia, etc.
v Ciclo normal - tardío. Las siembras se realizan entre mediados de abril y mediados de mayo, normalmente  siembra directa, y comenzándose la recolección a mediados de julio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario