9.-DIFERENCIAS.
El genero Frankliniella
puede ser fácilmente separado de otros géneros de Thrips gracias a los
siguientes caracteres:
§ El nervio principal del ala anterior
tiene sedas regularmente espaciadas de la base del ápice (de 16 a 22 según la
especie).
§ El borde anterior del pronoto
(protórax) tiene una seda netamente más largas que las otras.
§ Existe una fila de microsedas en los terguitos
V-VIII abdominales estando siempre en posición anterior en relación al
espiráculo del VIII o las sedas marginales de los V-VII.
§ En la cabeza, tórax, abdomen y alas
presentan una serie de sedas que constituyen carácter taxonómico para
diferenciar la especie.
La duración del ciclo completo (de
huevo a adulto) es en condiciones favorables la duración del período de puesta
de la hembra, por lo que existe solapamiento de generaciones muy numerosas en
las condiciones de
l invernadero.
Las picaduras producidas por el estilete bucal
en los órganos vegetales, en los que inyecta saliva vaciando el contenido de
éstas, se llenan de aire de aire, y toman un aspecto plateado, que cambia
después a pardo-marrón por necrosis de los tejidos.
Alrededor, pues, de la picadura se
forma una placa más o menos grande debido a la alimentación.
En los tejidos jóvenes o en curso de
crecimiento junto a las placas pueden aparecer deformaciones. En las zonas elevadas,
aparecen picaduras en flores, que pueden ocasionar necrosis de órganos
florales, lo que dificulta el normal desarrollo para el resto de la flor,
pudiendo producir problemas de cuajado.
10.-
DISTRIBUCION EN LA FINCA Y SOBRE LA PLANTA.
La presencia de F. occidentalis a lo largo del año es ininterrumpida,
encontrándose
formas en todos sus estados.
Los máximos poblacionales se
encuentran en las épocas más cálidas del año.
La distribución del parásito sobre la planta
es de tal forma que podemos encontrar población de larvas y adultos tanto en
hojas, flores como en fruto, si bien hay que hacer ciertas consideraciones:
En las infestaciones al inicio del cultivo las
hembras realizan las hojas, en las que las larvas emergentes comienzan a
alimentarse. Los daños por tanto comienzan a apreciarse más patentes en las
hojas inferiores, y las poblaciones pueden
encontrarse irregularmente
distribuidas entre los foliolos de las hojas.
De las puestas realizadas en los frutos, nacen
las larvas que permanecen allí refugiadas hasta el cuaje y engorde, pudiendo
entonces apreciarse la población debajo de los sépalos, los cuales llegan a
levantarse.
Las larvas caen al suelo, teniendo una gran
apetencia por invadir, alimentándose verbalizando allí las ninfas, si bien se
pueden encontrar poblaciones en otros estados en todos los órganos vegetales.
En el invernadero, la colonización de esta
plaga comienza generalmente a partir de las plantas cercanas a las bandas, a
las que pasan desde el exterior procedente de malas hierbas de caminos y
linderos, o de otras plantaciones infectadas; a través de corrientes de aire, o
de cualquier abertura que pueda encontrarse, sobre todo en la banda de vientos
dominantes.
A pesar de ello, la colonización del
resto del invernadero y en su zona central es rápida y encontramos en la
instalación definitiva de la población de la plaga una distribución más o menos
uniforme o regular, si exceptuamos este gradiente desde las plantas limítrofes
con las bandas.
11.- TRIPS DE LOS FICUS.
Existe
otro trips que afecta a los ficus, el Gynaikotrips
ficorum que es un trips de tamaño
relativamente grande y es totalmente negro.
Pertenece al orden Thysanoptera y se encuadra dentro de la familia Phloeothripidae. Se trata de una plaga
de difícil control una vez que ha conseguido doblar las hojas jóvenes y
protegerse en su interior.
Los huevos son cilíndricos a
elípticos, lisos y traslúcidos (tras la puesta, blancos antes de eclosionar).
Los encontramos en la superficie de las hojas y antes de eclosionar
Las ninfas jóvenes son oblongas,
alargadas y de un blanco traslúcido al principio, amarillentas después. Los
ojos son rojizos.
Pueden perjudicar seriamente a los
ficus, ornamentales tanto de interior como de exterior. Una vez que se ha
establecido en las partes internas de la planta su erradicación es muy difícil.
Se alimentan de las hojas jóvenes en
crecimiento plegándolas y manchándolas de punteaduras rojo púrpuras oscuras.
Tras enrollarse, las hojas desarrollan agallas y caen prematuramente,
debilitando la planta y perdiendo valor ornamental.
El daño que causa el insecto ocurre
al chupar el citoplasma de las células, dejando a la hoja de un color pálido o
amarillento, con puntos rojizos a lo largo de la nervadura central Las hojas
fuertemente infestadas, se tornan marrones o amarillas. Eventualmente caen de
la planta prematuramente.
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