Es
por ello, que vamos a dedicar un par de artículos a las diversas virosis, que
se producen en cultivos hortícolas intensivos.
1.- VIRUS. CONCEPTO, TRANSMISIÓN Y TIPOS.
Pero....¿Qué
son los virus?.
En primer
lugar, debemos decir que es algo que no está considerado
como un ser vivo, pero
que hace mucho daño en nuestro cultivo como veremos a continuación.
Son nucleoproteínas de
tamaño miles de veces inferior a un
milímetro, capaces de invadir células vivas y multiplicarse dentro de ellas,
causando diversas enfermedades que se conocen como virosis. Los animales, los
vegetales, los hongos, etc., padecen los ataques de los virus. En los seres
humanos causan multitud de males, desde un simple catarro hasta el sida. Se
conocen más de 2.000 virus diferentes, de los cuales un 25 por ciento afectan a
los vegetales; son los que se conocen como fitovirus.
Es decir es
una cadena de ADN que codifica una información. Cuando se introduce en un
organismo, esa información pasa a ser, en este caso, el patrón de desarrollo de
las células de la planta. Luego del patrón de la planta que tenía la planta
anteriormente, a este nuevo patrón pasan cosas como el que el desarrollo de la
planta es totalmente anómalo, y no se parece en nada al desarrollo normal de la
planta.
Un virus es
algo tremendamente pequeño; estamos hablando de divisiones de micras.
Los virus
afectan a varias especies de plantas diferentes, sobre todo por familias:
Solanáceas, Cucurbitáceas, etc.
Es decir, la
mayoría de los fitovirus no suelen ser específicos. Cada
uno de ellos puede
atacar a distintas especies vegetales, y cada una de éstas puede sufrir el
ataque de varios virus diferentes.
Estructura de un virus con una cadena de ADN y una proteína envolvente |
Todos los
virus que infectan a las plantas,
constan por lo menos de un ácido nucleico (ADN) y puede o no tener una
proteína que envuelve a este. El ADN se introduce en la célula y codifica su
multiplicación y su transformación a una célula totalmente distinta, y así
progresivamente, hasta que invade todas las células de la planta.
Las formas de los virus son
muy variables así vemos en la parte
izquierda,
un virus alargado en forma de filamento sinuoso, posteriormente un virus
en forma de varilla rígida, luego en la parte derecha superior un virus con
cadena de ARN, en la parte media un virus baciliforme y en la parte inferior un
virus poliédrico.
Los hay incluso que tienen
una cadena de proteínas que le ayuda a fijarse a las células, para introducir
el ADN dentro de la célula. Es un virus con una cabeza y una especie de patas,
que son estas proteínas.
Los virus se
pueden transmitir de una planta a otra por propagación vegetativa, es decir,
injertos, esquejes, etc., por transmisión mecánica provocadas por herramientas
agrícolas como tijeras de podar, por semillas, por polen, pero sobre todo por
insectos.
Los
insectos, son sin duda los vectores de
fitovirus más eficaces. Los
insectos vectores más importantes son los
chupadores.
Los insectos vectores más importantes son los chupadores |
Los virus
transmitidos por insectos se clasifican en persistentes y no persistentes. Los
virus no persistentes se transmiten en las piezas bucales de los insectos (estiletes
en el caso de los chupadores), donde pueden permanecer viables desde pocos
minutos, hasta varias horas.
Los virus
persistentes, en cambio, pasan al interior del insecto y de ahí a la saliva, para
ser inoculados a otros hospedantes. A veces, algunos virus pueden multiplicarse
dentro del vector. Los virus no pasan de una muda a otra, ni de la madre al
huevo.
Los ciclos de
cultivo influyen en que haya más o menos virosis. Así las plantaciones tempranas
son más susceptibles de virosis, que las tardías.
En general, los virus provocan un descenso en
la fotosíntesis, disminuyen la cantidad de hormonas de crecimiento, descienden
el nivel de nutrientes en la planta y aumentan la respiración.
Los virus se
transmiten principalmente por:
Ø Contacto.
Por las manos del operario, como por herramientas
(tijeras de podar, una azada
que rompe una raíz, por agua, por tierra que se pegue en las botas de trabajo, etc.).
Hay que asegurarse muy bien de que el virus que hay en la explotación se
transmite por contacto, ya que puede crear una especie de “psicosis” al
agricultor ya que piensa que se puede transmitir por herramientas, zapatos,
ropa, cajas donde se recogen los frutos, etc. En estos casos se aconseja esterilización
de todos los equipos, y tener una ropa para el invernadero y otra para la
calle. Este tipo de vía lo tienen muy en cuenta los semilleros y Centros de
Investigación de Semillas donde se utilizan batas, y alfombrillas de
desinfección para la suela del calzado.
Ø Semillas. Polémica servida. Ni que decir tiene que en el
campo se
“algunos” dicen que los virus se transmiten por semillas. ¡NO!.
Conozco bastante bien las Casas de Semillas, y simplemente voy a dar un dato:
en estos dos artículos se pueden contar con una mano los virus que actualmente
atacan a los cultivos, pero nos faltan dedos de la otra mano para contar los
virus que ya no atacan a los cultivos, debido a las “resistencias” adquiridas
por las Casas de Semillas, sobre todo en los años 80.
Ø Vectores. Es cualquier medio a través del cual se transmite
el virus.
Son sobre todo insectos y sobre todo los chupadores. El virus no le
afecta al insecto y permanece en el aparato bucal mezclándose con la saliva. Hay
que tener en cuenta que hay hongos que también transmiten virus.
Hay algunos
virus que se transmiten por descendencia en los insectos.
Un virus lo
que hace sobre todo, es enanizar la parte aérea de la planta y los nuevos
tallos de ápice de crecimiento, que empiezan a mostrar el virus. También se
produce una mayor transpiración de la planta y la planta crece de forma
desordenada.
La mayoría de
los frutos empiezan a reventar o muestran unos colores anómalos. En el fruto
hay células que maduran y otras que no.
2.- VIRUS DE LA CUCHARA O DEL RIZADO AMARILLO
DEL TOMATE TYLCV (Tomato Yellow Leaf Curl
Virus).
Comenzamos con el típico
virus de la cuchara, donde la hoja nueva del ápice de crecimiento de la planta,
toma un aspecto de abarquillamiento hacia arriba bastante fuerte, en forma de
cuchara, de ahí el nombre del virus.
Además en los foliolos de
estas hojas, se ve un amarilleamiento del borde de dichos foliolos. La planta
se queda con un tamaño más pequeño, los entrenudos se hacen más cortos y cuando
la planta está más afectada, detiene incluso el crecimiento totalmente.
La producción se ve afectada
sobre todo en cantidad, ya que el virus no llega a afectar al fruto. Por
ejemplo un tomate con tres o cuatro ramos, en el momento que adquiere el virus
para su crecimiento y se aprovecharían solo los dos primeros ramos.
Para detectar el inicio de infectación
del virus, hay que fijarse en los foliolos de los tallos nuevos, ya que empiezan
a amarillear. Las hojas viejas se empiezan a poner un poco más coriáceas o
endurecidas.
El virus de
la cuchara apareció por primera vez en Italia en 1988.
Este virus se
transmite con buena eficiencia por poblaciones de mosca blanca del tipo Bemisia
tabaci, la cual se sitúa en la parte derecha de su imagen. En la parte izquierda,
tenemos otra mosca blanca también frecuente en los invernaderos, Trialeurodes
vaporariorum, pero no parece que sea vector del virus de la cuchara.
Tanto las
larvas como los adultos de Bemisia, son
capaces de adquirir el virus de las plantas infectadas durante la fase de
alimentación, que de cualquier
modo, no debe tener una duración
inferior a 15 o 30 minutos.
Después de la
adquisición del virus por parte del insecto,
sigue un período de latencia de 17 a 21 horas durante el cual el insecto
no está en condiciones de transmitir el virus, ya que está invadiendo su
sistema circulatorio. Posteriormente, el
vector está en condiciones de transmitir el virus durante unos 30 días, es
decir, durante toda la vida del adulto.
El virus de
la cuchara no puede ser transmitido mecánicamente, ni siquiera por la semilla,
al menos en tomate.
Las plantas
infectadas por virus de la cuchara se muestran con una talla notablemente
reducida, con las yemas apicales y axilares duras. Las hojas se presentan
enrolladas, pequeñas y coriáceas, con el limbo más o menos amarillento.
Las hojas que
se desarrollan en la primera fase de la infección aparecen enrolladas hacia la
parte inferior de sus nerviaciones medianas, mientras que las que se
desarrollan más tarde presentan los bordes vistosamente amarillentos y vueltos
hacia arriba, teniendo la planta un aspecto general de raquítica y de mata
arbustiva.
El virus de
la cuchara es el virus principal que afecta a tomate, pero existen otros virus que afectan a Cucurbitáceas.
3.- VIRUS DE LAS VENAS AMARILLAS CVYV (Cucumber vein yellowing virus)
En el virus de las venas
amarillas, que produce un reticulado en las hojas de crecimiento, como una
redecilla de color más claro, que el
verde
intenso de la hoja, en tonos amarillos.
El síntoma aparece en la
segunda o tercera hoja, desde abajo, del ápice de crecimiento de la planta. Es
decir, son hojas jóvenes terminando su desarrollo.
Apareció sobre el año 2.000
en los campos del sureste español, por lo que estamos hablando de un virus
relativamente nuevo.
En las hojas se observa un
amarilleamiento de las nerviaciones o de las venas, que le da nombre al virus.
Dependiendo del momento de la infección,
estos síntomas pueden presentarse de forma general por toda la planta,
así como un menor desarrollo de la misma.
Este virus ha producido
mucho daño en sandía y melón, y en pepino en variedades que no son tolerantes,
la planta llega a parar el crecimiento y por tanto la producción de fruto decae
totalmente.
Empieza a atacar por las
hojas del ápice de crecimiento, es decir por
la parte de arriba de la planta.
El virus de
las venas amarillas del pepino afecta a todas las especies de la familia de las
cucurbitáceas, como pepino, melón,
calabacín y sandía. Está extendido además, por todo el mediterráneo oriental; Israel,
Valle del Jordán y Turquía.
En frutos de pepino se
produce un mosaico verde claro o verde oscuro. En cambio en pepino corto si se
puede comercializar.
Este virus se transmite
también por Bemisia y se ha señalado una baja efectividad por parte del insecto,
necesitando un número de 15 a 20 insectos por planta como mínimo, para la transmisión de este virus.
Artificialmente puede ser transmitido de forma mecánica, de forma poco
eficiente, pero posible.
4.- VIRUS DEL AMARILLEO CABYV (Cucurbit aphid-borne yellows virus)
En cambio el virus del
amarilleo es un virus con el que conviven los agricultores desde hace muchos
años. Baja un poco la producción, pero
eso es algo con lo que se cuenta.
Empieza a atacar por las hojas basales, al contrario que el virus de las venas
amarillas, que empiezan a amarillear, y si están muy afectadas llegan incluso a
secarse.
Este virus,
si es mucho más antiguo que el anterior.
En las hojas presentan mosaicos amarillos en
las zonas internerviales, con los nervios de color verde normal. No se observan
síntomas en los frutos, sólo reducción del rendimiento.
Aparece sobre todo por stress de la planta por
excesiva carga de frutos.
Es muy difícil matar a un virus, entre
cosas porque no está vivo. La mejor manera de evitar virosis consiste en la
aplicación estricta de cuarentenas, para que la enfermedad no se introduzca en
una región, y el empleo de material vegetal certificado libre de virus.
La
eliminación de las plantas afectadas por virus y el control de los vectores, ayuda también a evitar males mayores.
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