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jueves, 27 de agosto de 2015

VIRUS EN CULTIVOS HORTÍCOLAS INTENSIVOS-PRIMERA PARTE


       
Las pérdidas que producen los virus en la agricultura,  son cuantiosas. En un lugar donde la agricultura es tan importante como el sureste español, se estima que las virosis  han llegado a producir pérdidas de muchos cientos  de  millones de euros,  en cultivos protegidos.

  Es por ello, que vamos a dedicar un par de artículos a las diversas virosis, que se producen en cultivos hortícolas intensivos.

  1.- VIRUS. CONCEPTO, TRANSMISIÓN Y TIPOS.

        Pero....¿Qué son los virus?.

      En primer lugar, debemos decir que es algo que no está considerado
como un ser vivo, pero que hace mucho daño en nuestro cultivo como veremos a continuación.

Son nucleoproteínas de tamaño  miles de veces inferior a un milímetro, capaces de invadir células vivas y multiplicarse dentro de ellas, causando diversas enfermedades que se conocen como virosis. Los animales, los vegetales, los hongos, etc., padecen los ataques de los virus. En los seres humanos causan multitud de males, desde un simple catarro hasta el sida. Se conocen más de 2.000 virus diferentes, de los cuales un 25 por ciento afectan a los vegetales; son los que se conocen como fitovirus.
      
Es decir es una cadena de ADN que codifica una información. Cuando se introduce en un organismo, esa información pasa a ser, en este caso, el patrón de desarrollo de las células de la planta. Luego del patrón de la planta que tenía la planta anteriormente, a este nuevo patrón pasan cosas como el que el desarrollo de la planta es totalmente anómalo, y no se parece en nada al desarrollo normal de la planta.

    Un virus es algo tremendamente pequeño; estamos hablando de divisiones de micras.

     Los virus afectan a varias especies de plantas diferentes, sobre todo por familias: Solanáceas, Cucurbitáceas, etc.

      Es decir, la mayoría de los fitovirus no suelen ser específicos. Cada
Estructura de un virus
con una cadena de ADN
 y una proteína envolvente
uno de ellos puede atacar a distintas especies vegetales, y cada una de éstas puede sufrir el ataque de varios virus diferentes.
 
       Todos los virus que infectan a las plantas,  constan por lo menos de un ácido nucleico (ADN) y puede o no tener una proteína que envuelve a este. El ADN se introduce en la célula y codifica su multiplicación y su transformación a una célula totalmente distinta, y así progresivamente, hasta que invade todas las células de la planta.

Las formas de los virus son muy variables así vemos en la parte
izquierda,  un virus alargado en forma de filamento sinuoso, posteriormente un virus en forma de varilla rígida, luego en la parte derecha superior un virus con cadena de ARN, en la parte media un virus baciliforme y en la parte inferior un virus poliédrico.

Los hay incluso que tienen una cadena de proteínas que le ayuda a fijarse a las células, para introducir el ADN dentro de la célula. Es un virus con una cabeza y una especie de patas, que son estas proteínas.

    Los virus se pueden transmitir de una planta a otra por propagación vegetativa, es decir, injertos, esquejes, etc., por transmisión mecánica provocadas por herramientas agrícolas como tijeras de podar, por semillas, por polen, pero sobre todo por insectos.

    Los insectos,  son sin duda los vectores de fitovirus más eficaces. Los
Los insectos vectores más importantes
 son los chupadores
insectos vectores más importantes son los chupadores.

    Los virus transmitidos por insectos se clasifican en persistentes y no persistentes. Los virus no persistentes se transmiten en las piezas bucales de los insectos (estiletes en el caso de los chupadores), donde pueden permanecer viables desde pocos minutos,  hasta varias horas.

     Los virus persistentes, en cambio, pasan al interior del insecto y de ahí a la saliva, para ser inoculados a otros hospedantes. A veces, algunos virus pueden multiplicarse dentro del vector. Los virus no pasan de una muda a otra, ni de la madre al huevo.

     Los ciclos de cultivo influyen en que haya más o menos virosis. Así las plantaciones tempranas son más susceptibles de virosis, que las tardías.
          
   En general, los virus provocan un descenso en la fotosíntesis, disminuyen la cantidad de hormonas de crecimiento, descienden el nivel de nutrientes en la planta y aumentan la respiración.

     Los virus se transmiten principalmente por:

Ø              Contacto. Por las manos del operario, como por herramientas
(tijeras de podar, una azada que rompe una raíz, por agua, por tierra que se pegue en las botas de trabajo, etc.). Hay que asegurarse muy bien de que el virus que hay en la explotación se transmite por contacto, ya que puede crear una especie de “psicosis” al agricultor ya que piensa que se puede transmitir por herramientas, zapatos, ropa, cajas donde se recogen los frutos, etc. En estos casos se aconseja esterilización de todos los equipos, y tener una ropa para el invernadero y otra para la calle. Este tipo de vía lo tienen muy en cuenta los semilleros y Centros de Investigación de Semillas donde se utilizan batas, y alfombrillas de desinfección para la suela del calzado.

Ø           Semillas. Polémica servida. Ni que decir tiene que en el campo se
“algunos” dicen que los virus se transmiten por semillas. ¡NO!. Conozco bastante bien las Casas de Semillas, y simplemente voy a dar un dato: en estos dos artículos se pueden contar con una mano los virus que actualmente atacan a los cultivos, pero nos faltan dedos de la otra mano para contar los virus que ya no atacan a los cultivos, debido a las “resistencias” adquiridas por las Casas de Semillas, sobre todo en los años 80.

Ø            Vectores. Es cualquier medio a través del cual se transmite el virus.
Son sobre todo insectos y sobre todo los chupadores. El virus no le afecta al insecto y permanece en el aparato bucal mezclándose con la saliva. Hay que tener en cuenta que hay hongos que también transmiten virus.

      Hay algunos virus que se transmiten por descendencia en los insectos.

     Un virus lo que hace sobre todo, es enanizar la parte aérea de la planta y los nuevos tallos de ápice de crecimiento, que empiezan a mostrar el virus. También se produce una mayor transpiración de la planta y la planta crece de forma desordenada.

      La mayoría de los frutos empiezan a reventar o muestran unos colores anómalos. En el fruto hay células que maduran y otras que no.
 
  2.- VIRUS DE LA CUCHARA O DEL RIZADO AMARILLO DEL TOMATE TYLCV (Tomato Yellow Leaf Curl Virus).

Comenzamos con el típico virus de la cuchara, donde la hoja nueva del ápice de crecimiento de la planta, toma un aspecto de abarquillamiento hacia arriba bastante fuerte, en forma de
cuchara, de ahí el nombre del virus.

Además en los foliolos de estas hojas, se ve un amarilleamiento del borde de dichos foliolos. La planta se queda con un tamaño más pequeño, los entrenudos se hacen más cortos y cuando la planta está más afectada, detiene incluso el crecimiento totalmente.

La producción se ve afectada sobre todo en cantidad, ya que el virus no llega a afectar al fruto. Por ejemplo un tomate con tres o cuatro ramos, en el momento que adquiere el virus para su crecimiento y se aprovecharían solo los dos primeros ramos.

Para detectar el inicio de infectación del virus, hay que fijarse en los foliolos de los tallos nuevos, ya que empiezan a amarillear. Las hojas viejas se empiezan a poner un poco más coriáceas o endurecidas.

      El virus de la cuchara apareció por primera vez en Italia en 1988.


     Este virus se transmite con buena eficiencia por poblaciones de mosca blanca del tipo Bemisia tabaci, la cual se sitúa en la parte derecha de su imagen. En la parte izquierda, tenemos otra mosca blanca también frecuente en los invernaderos, Trialeurodes vaporariorum, pero no parece que sea vector del virus de la cuchara.

    Tanto las larvas como los adultos de Bemisia,  son capaces de adquirir el virus de las plantas infectadas durante la fase de alimentación,  que de cualquier modo,  no debe tener una duración inferior a 15 o 30 minutos.

   Después de la adquisición del virus por parte del insecto,  sigue un período de latencia de 17 a 21 horas durante el cual el insecto no está en condiciones de transmitir el virus, ya que está invadiendo su sistema circulatorio. Posteriormente,  el vector está en condiciones de transmitir el virus durante unos 30 días, es decir, durante toda la vida del adulto.

   El virus de la cuchara no puede ser transmitido mecánicamente, ni siquiera por la semilla, al menos en tomate.
     
Las plantas infectadas por virus de la cuchara se muestran con una talla notablemente reducida, con las yemas apicales y axilares duras. Las hojas se presentan enrolladas, pequeñas y coriáceas, con el limbo más o menos amarillento.

    Las hojas que se desarrollan en la primera fase de la infección aparecen enrolladas hacia la parte inferior de sus nerviaciones medianas, mientras que las que se desarrollan más tarde presentan los bordes vistosamente amarillentos y vueltos hacia arriba, teniendo la planta un aspecto general de raquítica y de mata arbustiva.

      El virus de la cuchara es el virus principal que afecta a tomate, pero existen otros  virus que afectan a Cucurbitáceas.

  3.- VIRUS DE LAS VENAS AMARILLAS  CVYV (Cucumber vein yellowing virus)

En el virus de las venas amarillas, que produce un reticulado en las hojas de crecimiento, como una redecilla de color más claro,  que el verde
intenso de la hoja, en tonos amarillos.

El síntoma aparece en la segunda o tercera hoja, desde abajo, del ápice de crecimiento de la planta. Es decir, son hojas jóvenes terminando su desarrollo.

Apareció sobre el año 2.000 en los campos del sureste español, por lo que estamos hablando de un virus relativamente nuevo.

En las hojas se observa un amarilleamiento de las nerviaciones o de las venas, que le da nombre al virus. Dependiendo del momento de la infección,  estos síntomas pueden presentarse de forma general por toda la planta, así como un menor desarrollo de la misma.

Este virus ha producido mucho daño en sandía y melón, y en pepino en variedades que no son tolerantes, la planta llega a parar el crecimiento y por tanto la producción de fruto decae totalmente.

Empieza a atacar por las hojas del ápice de crecimiento, es decir por
la parte de arriba de la planta.

       El virus de las venas amarillas del pepino afecta a todas las especies de la familia de las cucurbitáceas,  como pepino, melón, calabacín y sandía. Está extendido además, por todo el mediterráneo oriental; Israel, Valle del Jordán y Turquía.
 
En frutos de pepino se produce un mosaico verde claro o verde oscuro. En cambio en pepino corto si se puede comercializar.

Este virus se transmite también por Bemisia y se ha señalado una baja efectividad por parte del insecto, necesitando un número de 15 a 20 insectos por planta como mínimo,  para la transmisión de este virus. Artificialmente puede ser transmitido de forma mecánica, de forma poco eficiente,  pero posible.

   4.- VIRUS DEL AMARILLEO CABYV (Cucurbit aphid-borne yellows virus)


En cambio el virus del amarilleo es un virus con el que conviven los agricultores desde hace muchos años. Baja un poco la producción, pero
eso es algo con lo que se cuenta. Empieza a atacar por las hojas basales, al contrario que el virus de las venas amarillas, que empiezan a amarillear, y si están muy afectadas llegan incluso a secarse.

     Este virus, si es mucho más antiguo que el anterior.

      En las hojas presentan mosaicos amarillos en las zonas internerviales, con los nervios de color verde normal. No se observan síntomas en los frutos, sólo reducción del rendimiento.

     Aparece sobre todo por stress de la planta por excesiva carga de frutos.

           Es muy difícil matar a un virus, entre cosas porque no está vivo. La mejor manera de evitar virosis consiste en la aplicación estricta de cuarentenas, para que la enfermedad no se introduzca en una región, y el empleo de material vegetal certificado libre de virus.

    La eliminación de las plantas afectadas por virus y el control de los vectores,  ayuda también a evitar males mayores.


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