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martes, 25 de agosto de 2015

AGRICUTURA INTENSIVA-NUEVAS TECNOLOGÍAS

        Son muchas las nuevas tecnologías que se están produciendo en el
sureste español, en  estas últimas campañas. Estas innovaciones Tecnológicas,  hacen mejorar la calidad y cantidad del producto final.

           Pero para desarrollar innovaciones en las técnicas de cultivo que se producen en estas zonas,  hay que hacer continuas investigaciones  en el mismo campo y conocer realmente cuales son las necesidades actuales.

           El campo de la agricultura intensiva del sureste español, está en
continuo movimiento año tras año, y las distintas empresas, muchas de ellas españolas, de investigación y desarrollo, no paran de sacar nuevos y mejores productos.

           Es la convivencia con los agricultores, lo que les da a estas empresas las ideas de los nuevos productos a diseñar.

           1.- CULTIVOS ALTERNATIVOS.
           Una de las tantas innovaciones que se van a producir en el campo,  es la introducción de cultivos alternativos como es la fresa. Se ha diseñado un sistema de bolsas suspendidas con perlita,  donde se cultivan las plantas de fresa.

           Esta planta necesita sustratos aireados, bien drenados con niveles
bajos de patógenos.  Esto unido a que las raíces son fibrosas,  poco profundas y que el ochenta por ciento se encuentra en los primeros quince centímetros de suelo,  hace que  la perlita se comporte como un soporte idóneo para su cultivo.

           La fresa es también muy exigente en las cantidades de agua, que deben de estar muy repartidas a lo largo del día,  así como a lo largo del cultivo,  por lo que el riego por goteo es fundamental. El cultivo se resiente disminuyendo su rendimiento,  con concentraciones de sales superiores a 0,8 milimohos.

           Tradicionalmente,  se ha cubierto la planta con un plástico,  para evitar que la fruta tenga contacto con el suelo.

           El sistema consiste en una alforja, que se cuelga al emparrillado del
invernadero, con seis bolsillos de perlita a cada lado, con una piqueta de riego acoplada a un gotero autocompensante, que van perforados por su base, de tal forma que cuando se va fertirrigando la de arriba, por gravedad, va cayendo hacia la de abajo. En medio de esas 6 bolsas, se aplica otra piqueta.

           Este sistema mejora la sanidad del cultivo, de tal forma, que hay temporadas que no hay que hacer ningún tipo de tratamiento fitosanitario y sobre todo, facilita la comodidad de trabajo a la hora de la recolección sobre todo.

De esta forma si en un cultivo tradicional de fresa se obtienen dos plantas por metro cuadrado, y con este sistema 30 plantas. Es decir, se aprovecha al máximo el volumen del invernadero, con unas 240.000 plantas por hectárea.

           Existe otra especie, que por sus características,  es idónea también  en el sistema sin suelo en soporte suspendido, como es la judía.

           El sistema radicular de la judía es muy ligero y con un elevado
número de raíces secundarias,  por lo que es ideal también para este sistema de cultivo. La planta es liada sobre tutores de hilos de rafia verticales.

           En estas dos especies,  al igual que en todas las que se producen en el campo del sureste español, la importancia del agua es fundamental, por lo que se están diseñando nuevos sistemas para tapar balsas,  con muchas ventajas.


           2.- SISTEMA PARA CUBRIR BALSAS.
           Debemos de tener en cuenta que el agua que llega inicialmente a la
balsa, es agua limpia, y sería un error no mantenerla limpia.

           Otro aspecto importante es las enfermedades que se transmiten a través del agua. Al tener la balsa cubierta, evitamos la infección del agua y de esta al cultivo.

           Se estima que la altura de evaporación de una balsa media es de 1,8 metros al año. Con la superficie que hay en la provincia de Almería de balsas, y la evaporación de estas a lo largo de un año, se podría dar deber a toda la población de la ciudad de Almería.

           Por todas estas razones se ha diseñado un sistema para cubrir
balsas grandes, de 4 o 5 mil metros cuadrados, con  hilos de poliéster triple, que aumentan la tensión que soportan, concretamente soportan 700 kilos por metro lineal. Estos hilos son los que sujetan la lona que cubre la balsa.

           Se trabaja con una tensión del uno y medio al dos por ciento, con lo que el pandeo de la balsa es mínimo. El hilo de poliéster a esta tensión, durante veinte años, no pierde las propiedades.
           
Se cruzan a unos 30-40 centímetros, haciendo un tejido por abajo y otro por encima, con lo que se consigue que el techo de la balsa apenas se mueva. Se garantiza la cubrición de la balsa por 5 años.

           Para el montaje, existe un tubo de hierro de unos 7-8 centímetros de diámetro en toda la periferia de la balsa, que va soldado a unas cabillas, y se amarran los hilos con un nudo especial al tubo.

           Mediante estos sistemas de tapar balsas y los modernos sistemas de riego que se están utilizando actualmente,  se ha conseguido rebajar el consumo medio de una hectárea de invernadero a lo largo de un año,  de 7 millones de litros en el años ochenta,  a unos cinco millones aproximadamente,  que es lo que se está consumiendo actualmente.

 
           3.- SISTEMAS DE CONTROL CLIMÁTICO.

En esta reducción del consumo de agua en un invernadero,  han influido también los diferentes sistemas de control climático que se han
diseñado,  como es el caso de los ventiladores de gran caudal.

El objetivo de la ventilación forzada es sacar al exterior el exceso de temperatura y humedad. Con estos ventiladores evitamos también la estrada de plagas.

La velocidad y cantidad de calor que debemos sacar, depende principalmente de la temperatura exterior y de la velocidad del aire. Es importante que la dimensión, localización y control de la ventilación, sea correcta.

         Otros sistemas que se están empleando cada vez con mayor asiduidad en los invernaderos,  son las pantallas térmicas que permiten en verano reflejar la radiación innecesaria al exterior del invernadero, y en invierno reflejan la radiación infrarroja, proporcionando un efecto térmico en prevención de heladas.

           Pero son numerosas las innovaciones continuas,  que se producen en las distintas empresas del sureste español,  que hacen incluso,  que diseñen máquinas propias para la fabricación de los productos que se han  investigado.

           4.- CANALILLAS PARA INVERNADEROS.
           Tradicionalmente se ha venido empleando un tipo de canalilla de metal que terminaba por oxidarse, por lo que se agujereaba, y hacía caer
gotas de agua sobre los cultivos, provocando enfermedades en estos. También, provocaba quemaduras en las hojas, por el efecto lupa de las gotas de agua.

Por esta razón, se ha diseñado una máquina que fabrica un tipo de canalilla de plástico.

           La máquina va cortando una bobina de plástico, suelda en los extremos un hilo termosoldado, que va por dentro del plástico, al que se la da la vuelta. El
hilo es de poliéster, igual que el que se emplea para tapar las balsas, pero en este caso más fino, porque no hay esfuerzo ninguno.

           Se está empleando un plástico grueso de mil galgas para que tenga bastante resistencia al peso del agua y que pueda durar unos siete años.

           Vimos distintos tipos de bobinas, porque se hacen las canales a la medida del invernadero, según longitud, ancho, etc. por lo que se hace bajo pedido
 
Lógicamente, todas estas innovaciones hacer mejorar la producción, pero deben facilitar también el trabajo al agricultor.

           5.- MÁQUINA PARA QUITAR EL BLANQUEO DE LOS INVERNADEROS.
           Tradicionalmente,  se ha utilizado el blanqueo de los invernaderos en los meses de calor,  para reducir las temperaturas.

A principios de Otoño, el blanqueo se debe de ir eliminando de los techos de los invernaderos,  y para ello se están empleando diversas
máquinas,  que hace esta operación mucho más sencilla.

           Tradicionalmente se ha quitado el blanqueo con una tubería a presión, una manguera de agua y un cepillo, o bien esperar a que llueva.

           Durante un año se buscó algún tipo de motor y cómo adaptarlo a la limpieza del invernadero. Al final se encontró el motor ideal. Hay gente incluso que a nivel profesional, está utilizando esta máquina, para quitar el blanqueo de otros invernaderos.
           
La máquina consiste simplemente en un rodillo limpiador, de 2,65 metros impulsado por un motor de cuatro tiempos, con aceite independiente. Para dirigirlo lleva un manillar con un acelerador.

           El eje motriz de la máquina hace girar la misma, con lo que podemos limpiar el invernadero perfectamente. Podemos incluso pararnos en aquellas zonas donde haya mayor acumulación de blanqueo, ir para atrás, etc.

           Una persona va echando agua por delante y otra con la máquina va limpiando el techo del invernadero. La manguera debe ser como mínimo
de 22 mm para asegurar un caudal suficiente.

La máquina se alquila o se vende.

           El manejo por parte del agricultor es muy sencillo ya que pesa solo 30 kilos, pero que en el techo del invernadero es como si flotase. Todos los agricultores saben andar por los techos de los invernaderos, incluso la máquina, con el manillar te sirve de soporte para dirigirla hacia un lado u otro.

           Con esta máquina se hace una hectárea por día, dos personas. Los que se dedican a limpiar invernaderos con esta máquina llegan a hacer 5 hectáreas al día.

6.- CALEFACCIÓN.
En los meses fríos que se avecinan, es conveniente emplear en los
invernaderos diferentes sistemas, para el control  de las bajas temperaturas. Para ello se puede utilizar calefacción por aire, con distintos sistemas que realizan una mejor distribución del aire caliente.

           Pero más efectiva que la calefacción por aire,  es la calefacción por agua caliente, a través de una serie de tuberías coarrugadas.

           El efecto que producen las tuberías coarrugadas de agua caliente,
es ir irradiando calor. El calor del agua se va trasmitiendo al ambiente y estas tuberías se van enfriando. Por eso,  el sistema se basa en una recirculación adecuada de agua por tubos, donde tienen una salida con temperatura alta y una vuelta fría, para reiniciar el proceso en la caldera.

           En este sentido, se están investigando residuos vegetales (huesos de aceituna y cáscara de almendra), para calderas autoalimentadas, ya que se reducen los costes de combustible en más de un tercio, que es el gran problema económico del agricultor. El gasoil está siendo inviable.

           La agricultura del siglo veintiuno,  está sufriendo un proceso de cambio. Vivimos en un continuo cambio tecnológico, también en la agricultura. La tendencia en la agricultura intensiva  actual,  va encaminada hacia el máximo aprovechamiento de los recursos hídricos, manteniendo una nutrición mineral ajustada y acorde con el estado fenológico del cultivo y unas condiciones ambientales óptimas para el desarrollo del mismo. A los diferentes sustratos y al medio ambiente,  también se le está dando cada vez mayor importancia.




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