PAISES

sábado, 22 de agosto de 2015

ROBOT DE TRATAMIENTOS FITOSANITARIOS



  1.- INTRODUCCIÓN.
  Nos desplazamos a diferentes fincas, para conocer un sueño de los
agricultores hecho realidad: un robot de tratamientos fitosanitarios, que realice los tratamiento fitosanitarios en un invernadero de una hectárea una hora, sin estar el agricultor presente en ningún momento en el invernadero.
Simplemente hay que ponerlo en la puerta del invernadero, acoplar la tubería de tratamientos y luego esperar al robot vuelva a la puerta.
  El robot recibe el nombre de RODFU, de la empresa FITOVICAR y ha sido diseñado y patentado por Miguel Rodríguez, mecánico de La Puebla de Vícar-Almería-España.
  La máquina surge como una ayuda a los agricultores, por la necesidad de realizar los tratamientos, sin estar ellos presentes en el invernadero y que sea factible económicamente.
Este robot puede evitar las pérdidas que se producen por los virus, en la agricultura bajo plástico. En un lugar donde la agricultura es tan importante como en Almería, se estima que las virosis  han llegado a producir pérdidas de muchos miles y miles de euros,  en cultivos protegidos.

  Después se tomaron las medidas necesarias, para realizar el robot técnicamente y cómo hacerlo comercial.
  Inicialmente se hicieron dos prototipos, uno para la zona del poniente de Almería-España, y otro para la zona del levante, enseñándose a los agricultores de las distintas zonas, las características del robot, así como su funcionamiento.

  2.- CARACTERÍSTICAS DEL ROBOT.
  El robot lleva un microprocesador, donde va recibiendo órdenes mediante unas señales electromagnéticas, según el sitio donde va pasando.
De este modo va recibiendo unas órdenes y realiza las maniobras adecuadas para cada tipo de invernadero.
  Lleva un motor de 24 voltios, de manera que en ningún momento suponga un peligro para el agricultor. Se podría haber hecho un motor de mayor potencia, pero debido a las altas humedades del invernadero, sería un peligro para el agricultor.
  En un principio se estudiaron distintas velocidades del robot, pero se vio que la más oportuna era de un metro por segundo, que es más o menos, la velocidad que tiene un agricultor cuando está realizando un tratamiento fitosanitario. 
     También hay que tener en cuenta, que se establece esta velocidad, para
que la planta reciba bien el fitosanitario.
  El robot es capaz de cambiar de sentido, es decir puede ir por el pasillo central del invernadero y meterse en un líneo, mediante una señal electromagnética que se encuentra puesta. Es decir, le dejamos escrito previamente, el camino que debe tomar para realizar el tratamiento, en todo el invernadero.
  Como cualquier robot, esto lo puede hacer las veces que lo necesitemos, y en tantos caminos distintos como queramos. Lo podemos hacer girar, volver, detener, hacerle ir más despacio, etc.
  Es decir, con este tipo de robot, nos podemos adaptar a cualquier tipo de invernadero (raspa y amagado, multitúnel, arco, etc.), incluso se puede adaptar a descuadres que pueda tener el invernadero, subir desniveles. El robot tiene la suficiente información, como para solventar cualquier obstáculo de la estructura del invernadero.
  3.- INSTALACIÓN DEL SISTEMA.
  Para la instalación de los raíles al techo del invernadero, se hizo un estudio previo de los invernaderos que existes actualmente en la zona del sureste español, y aprovechando las cordadas de los invernaderos, se hicieron unas piezas especiales, donde iban cogidas a estas cordadas y
éstas a los raíles.
  Los raíles son de 40 centímetros de ancho por 20 centímetros de alto, y son de acero galvanizado para resistir las humedades del invernadero. Las ruedas del robot van cogidas sobre el mismo rail. Llevan una guía donde llevan rodamientos por la parte de arriba, para suspenderse, y ruedas de goma por la parte de abajo, para darle la potencia y el giro.
Cada finca debe tener sus propios raíles, pero el robot si se puede cambiar de un invernadero a otro. No se puede hacer más de una hectárea a la vez, por la distancia de la tubería. Si se quiere hacer más de una hectárea la tubería debería ser demasiado larga. Es decir si por ejemplo se tuviese cinco hectáreas, habría que cambiar el robot cinco veces.
  4.- BOQUILLAS DE TRATAMIENTOS.
  El robot lleva una barra, con boquillas a cada lado. Las boquillas llevan una inclinación de 45 grados hacia arriba, para que siempre el producto fitosanitario salga hacia arriba, por el envés de la planta, que es la zona que nos interesa, ya que aquí es donde se ubican las plagas.
Hay tres boquillas en cada lado, pero en invernaderos altos se ponen cuatro. Cuando llega a la punta del líneo, se programa para que se pare tres segundos, ya que es la zona más susceptible de coger plagas, y luego vuelve hacia atrás y sigue el tratamiento normal.
La tubería es una de tratamientos normal, de 10 milímetros de
interior, pero que tiene una característica, y es que por dentro va el cable de la alimentación del robot, que ocupa 2 milímetros de la tubería. El agua sirve a su vez de refrigeración de la electricidad del cable. La tubería tiene 100 metros de longitud y de esta forma se puede hacer el tratamiento de una hectárea de invernadero.
El tanque de tratamientos es el mismo que tienen los agricultores. Aquí no se cambia nada. Lo único que necesita el agricultor es tener electricidad monofásica.
La gota debe ser muy fina, ya que a algunos agricultores les pasa lo
siguiente, cuando tratan con pistola.
Al principio, realizan el tratamiento a una presión de 50 atmósferas, por ejemplo, pero cuando llevan un rato con el tratamiento, están a 20 atmósferas, luego la gota es muy espesa ¿por qué?. Pues, porque no tienen un regulador de presión.
El robot, si lleva incorporado un regulador de presión y realiza los tratamientos a 30 atmósferas. Se hicieron diversos estudios en la Universidad de Almería, sobre las boquillas que mejor funcionaban, y se llegó a la conclusión que las que mejor funcionaban eran para 30 atmósferas de presión.
Es decir, con el robot de tratamientos fitosanitarios RODFU,
se combaten las plagas de una forma cómoda, rápida y eficazmente sin riesgo para la salud del agricultor.
Se hace un tratamiento totalmente homogéneo en todo el invernadero y en cualquier tipo de cultivo.
Su peculiar sistema, le permite al robot entrar líneo por líneo, salvando las antesalas, sin importar dimensiones ni desniveles, llegando hasta el último rincón de la finca.
Y su capacidad y autonomía son ilimitadas.
La instalación de los raíles tiene un coste de 3.000 euros, y la de todo el sistema, en una hectárea de 5.000 euros.
Cada vez más, se están utilizando diferentes automatismos y  están empezando a surgir robotizaciones, que hacen que las diversas tareas del agricultor, sean más fáciles y tengan multitud de ventajas.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario