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lunes, 8 de octubre de 2018

CARENCIAS NUTRICIONALES EL TOMATE


1.- CONCEPTO.

Los desórdenes fisiológicos, también llamados enfermedades abióticas, causan una serie de anomalías a diferentes estructuras de la planta, generalmente debidas a condiciones climáticas adversas o por deficiencias nutricionales. Entre los más comunes están:

2.- PUDRICIÓN APICAL DEL FRUTO O CUCHARA.

Es uno de los desórdenes nutricionales más comunes de la
producción de tomate bajo invernadero, y es ocasionado por la deficiencia de calcio en la planta. Este desorden fisiológico se presenta en frutos verdes y maduros, se manifiesta como una necrosis o pudrición en la parte apical del fruto y deteriora su calidad.

Para prevenir este desorden pueden tomarse algunas medidas preventivas, como son: encalar el suelo para subir el pH y aumentar la disponibilidad de calcio, mantener
un buen nivel de calcio en la solución nutritiva, evitar el estrés de agua en el suelo, sea por déficit o por exceso, prevenir tanto la alta humedad relativa como la baja dentro del cultivo, utilizar variedades tolerantes a poco calcio en el suelo y realizar aplicaciones foliares en el momento de la floración con productos a base de calcio, como nitrato o cloruro de calcio.

3.-GRIETAS EN FRUTOS.

Las grietas en frutos se presentan por las siguientes razones:

    Riego irregular.

    Fluctuaciones de la humedad del suelo.

    Alta temperatura y alta irradiación del día y temperaturas nocturnas bajas.

    Diferencias extremas de temperatura entre el día y la noche, las cuales crean condiciones para la expansión y contracción de las células en el fruto.

    Variedades sensibles.

    Alta humedad del aire que limita la evaporación a través del follaje y crea estrés de agua causando rajamiento.

    Aparición de virosis, sobre todo YLCV.

    Plantas viejas con poca área foliar y escasa vegetación, u hojas dañadas o defectuosas, limitan la evaporación a través del follaje, y esto puede resultar en frutos rajados debido al exceso de agua que alcanzan.

    Poda fuerte de hojas que resulta en una reducción de la evaporación y pérdida de  protección del fruto, lo cual incrementa el rajamiento debido a la presión de las raíces.

    Bajos niveles de nutrientes especialmente potasio, calcio y magnesio, los cuales son esenciales para la construcción y fortalecimiento de la pared celular.

    En tomates que son expuestos a los rayos directos del sol principalmente por pérdida de follaje.

    Altas concentraciones de azúcar y sólidos solubles genera más bajo potencial osmótico en el fruto que en otras partes de la planta; esto fomenta la circulación de agua dentro del fruto formando rajamientos; esta causa es común en tomates cherry.

Se pueden presentar tres tipos de rajamiento en los frutos:

t Las grietas radiales que se desarrollan desde el cáliz del fruto hacia la parte apical del mismo.

t Las grietas concéntricas, se presentan alrededor del cáliz y tienen forma de círculo o semicírculo.

t 





Y las grietas diminutas, pequeñas fisuras
que se desarrollan alrededor de los hombros del fruto, de apariencia desigual y se presentan en grandes cantidades.

Medidas para reducir el rajamiento

         Extrema sequía del suelo seguido por la aplicación de un gran volumen de agua causa rajamiento del fruto; es importante mantener una rutina regular  de fertirrigación y un nivel uniforme de humedad en el suelo.

         Cuando las temperaturas son muy bajas, especialmente en días muy nublados, es necesario irrigar con muy poca cantidad de agua para prevenir el exceso y la acumulación de humedad, que podría ser absorbida por las raíces de la planta, la cual crea presión sobre el fruto y causa rajamiento.

         Evitar una poda severa a las plantas para no disminuir la tasa de evaporación vegetativa y entonces reducir el estrés de agua sobre el fruto.

         Fertilización adecuada para promover un crecimiento continuo de follaje sano, que permita la transpiración y la evaporación del agua absorbida por las raíces.

         Mantener el cultivo sano, principalmente de mildeos, mohos foliares que reducen significativamente la superficie de evaporación del follaje.

         Fertilización adecuada con calcio, magnesio y potasio para el fortalecimiento de la pared celular y, así, fomentar una resistencia del fruto al rajamiento.

Para reducir o prevenir las grietas en los frutos, se deben usar variedades tolerantes al rajamiento, mantener la humedad del suelo constante, evitar sembrar en épocas de altas temperaturas y radiación solar, evitar riego accidental o lluvia, mantener una nutrición adecuada con potasio, calcio y magnesio y proteger las plantas de enfermedades y plagas que dañen la vegetación.

4.-MALFORMACIONES (CAREGATO)

Es un desorden común en cultivos bajo invernadero. Se presenta por la presencia de alta humedad relativa y bajas temperaturas, lo que implica disminuir la viabilidad y la cantidad del polen.

Se distorsionan tanto el ovario como los estambres y se produce la deformación del fruto, acompañada de un tejido corchoso en las cavidades que se forman; lo anterior hace que este tipo de frutos sean rechazados en el mercado.

Para su control se debe buscar disminuir las bajas temperaturas y altas humedades dentro del invernadero; para ello se realizan mediciones de humedad y temperatura a diferentes horas del día y de la noche y se toma la decisión de abrir o cerrar las cortinas del invernadero.

5.- CAÍDA DE FLORES

Ésta se presenta cuando la humedad relativa del invernadero está
por debajo del 60%.

Igualmente se produce cuando la planta está expuesta a vientos, lo cual evita la polinización normal de la flor; el polen se seca y causa su aborto.

También se presenta por una deficiencia de boro en la planta, especialmente en época de floración, cuando se hacen aplicaciones excesivas de nitrógeno y por la presencia de enfermedades como moho gris o Botrytis cinerea
                                   
6.- MADURACIÓN MANCHADA (BLOTCHY RIPPENING)

Se presenta como una pérdida de color en ciertas áreas del fruto
durante el proceso de maduración. Algunas áreas no adquieren el color rojo característico, sino que forman coloraciones bronceadas.

Las manchas no son uniformes ni en forma ni en tamaño, y se extienden hasta cubrir una gran superficie del fruto. Generalmente las áreas no maduras presentan mayor dureza que las áreas rojas.

Las condiciones que favorecen este desorden fisiológico en el cultivo de tomate bajo invernadero son las bajas temperaturas, la radiación solar baja, la nubosidad y la humedad relativa altas; también se atribuye a una deficiencia de potasio, y se ha reportado que algunas variedades son más sensibles a este desorden.

Para su control:

Es conveniente evitar que la época de cosecha coincida con la época de alta nubosidad.

Tratar de aumentar las temperaturas en el invernadero en las horas de la noche.

Ventilar el invernadero para prevenir la acumulación de exceso de humedad alrededor de los racimos.

Evitar altas densidades poblacionales, las cuales reducen o impiden el paso del aire y de la luz entre las plantas.
Remover hojas de las plantas para permitir la penetración de la luz en sus bases.

Aplicar mayores cantidades de potasio, y mantener la relación nitrógeno potasio de 1:2 en el suelo.

Y por último evitar variedades sensibles al Blotchy rippening


7.- HOJA ENROLLADA

Este desorden se caracteriza por un enroscamiento hacia arriba o
hacia abajo de las hojas. El enroscamiento hacia arriba y se produce porque la planta es sometida a condiciones extremas de estrés, por altas o bajas temperaturas, o por agua.

El enroscamiento hacia abajo es producido por la exposición a la radiación directa del sol sobre la planta. Las hojas se vuelven quebradizas y frágiles.

Plantas con hojas enrolladas tienen baja la tasa de fotosíntesis y
transpiración, que reduce significativamente la producción.

Cuando el enrollamiento de las hojas es severo, los frutos quedan expuestos a condiciones extremas de temperatura, y se incrementa la susceptibilidad del fruto al agrietamiento y a diferentes niveles de golpe de sol, y aun se puede dañar su firmeza.

Las hojas se mantienen turgentes pero no se marchitan. El crecimiento de la planta no se afecta y la formación de frutos es normal.

         8.-PÉRDIDA DEL PUNTO DE CRECIMIENTO O PLANTA MACHO

Cuando plantas de crecimiento indeterminado paran el punto de crecimiento por razones desconocidas, aparece una inflorescencia o una
hoja en la corona similar a lo que sucede al final del punto de crecimiento en variedades determinadas.

Es muy común en campo, cuando las plantas tienen una vegetación densa, un tallo delgado y grandes hojas, como resultado de fertilización e irrigación incontroladas

             La desaparición del punto de crecimiento, puede ocurrir tanto en semillero como en los primeros días del trasplante, o después de la aparición normal de la 5. ª O 6. ª Inflorescencia en la planta, y ésta aparece sólo en un pequeño porcentaje del cultivo.

En ciertos casos, la cesación del crecimiento es total, mientras que en otros casos una nueva rama secundaria crece para remplazar el punto de crecimiento.

9.- FRUTOS HUECOS

Este desorden en la planta es ocasionado por el excesivo uso de
nitrógeno en la aplicación de fertilizantes, el exceso de hormonas para el cuajamiento del fruto, la baja radiación solar, una mala polinización y el empleo de variedades sensibles a este desorden.

Por estas mismas condiciones también pueden formarse frutos triangulares, que no presentan las mismas características de la variedad.

Los frutos huecos presentan una cavidad o hueco entre la pared del fruto y la placenta que contiene las semillas, lo cual le da pérdida de firmeza al fruto y acorta su vida útil.

 Para controlar este desorden en la planta:
t Se debe mejorar la entrada de luz al invernadero, limpiando los plásticos en el caso que éstos tengan gran acumulación de suciedad.
t Sembrar en épocas oportunas para que la alta luminosidad coincida con la época de cosecha.
t Favorecer la polinización con técnicas de vibración de inflorescencias.
t Evitar la fertilización nitrogenada excesiva y las altas densidades poblacionales.
t Y podar las hojas que impidan la penetración de la luz hacia los frutos, evitando igualmente podas severas.

9.- EDEMA

Se caracteriza por protuberancias verdes como callos en las
superficies superiores e inferiores de la hoja. Estas protuberancias pueden quebrarse a medida que crecen.

Esta alteración se desarrolla cuando el tejido de la hoja está saturado de agua, como resultado de una presión que ejerce la raíz al continuar llevando el agua hacia la planta cuando la transpiración es pobre.

Generalmente, esto sucede cuando el suelo está tibio y húmedo y la temperatura del aire está fresca, combinación de alta humedad y baja temperatura. Los periodos prolongados de humedad favorecen esta alteración.

La incidencia de esta alteración se reduce manteniendo la ventilación adecuada para los cultivos de invernadero y los niveles de humectación del suelo.

         10.- FRUTO CON ESTRÍAS TIPO CREMALLERA

Se presentan unas cicatrices delgadas bronceadas que van desde el cáliz del fruto hacia su base, en diferentes longitudes, causadas por un problema de mala polinización, ya que al momento de formarse el fruto las anteras quedan adheridas en la pared del ovario.

El desorden aparece cuando hay extremos de temperaturas (altas o bajas) y exceso de humedad en el invernadero. Algunas variedades son más sensibles que otras.

          11.- GOLPE DE SOL

Se produce por una exposición directa del fruto a los rayos del sol,
lo cual genera un área blanca brillante y correosa.

Se origina cuando se realizan podas fuertes de hojas que dejan el fruto descubierto, lo que aumenta repentinamente la temperatura del fruto y ocasiona un daño en el tejido.

         El uso de variedades resistentes al marchitamiento y a las enfermedades foliares puede reducir las pérdidas por golpe de sol.

También se pueden reducir las pérdidas al cosechar y podar cuidadosamente los cultivos para disminuir la defoliación y la exposición directa del fruto a la luz del sol.

         Vídeo del “Huerto de Ivan”


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