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domingo, 13 de diciembre de 2015

CULTIVO DE TOMATE RAF EN INVERNADERO-PRIMERA PARTE

                        1.- ORIGEN.
La variedad de tomate Raf tiene su origen en un cruce por selección natural, realizado en 1961, entre el tomate “Marmande Clause 27” y una variedad de tomate americana de raza común y resistente a Fusarium.
El raf se seleccionó inicialmente hace unos 25 años como variedad mejorada de los tomates, que se plantaban por entonces en cultivos al aire libre (encañados) o bajo malla.
El nombre de la planta Raf ogiginal, corresponde a las siglas de ‘Resistente A Fusarium’, concrectamente por su resistencia a Fusarium 0 (Fusarium oxyosporium licopersici), lo que fue una de las características principales para que se extendiese su cultivo, además de ser bastante productivo y adaptarse al cultivo en los primeros invernaderos que empezaban a proliferar, frente a la pérdida de calidad que presentaba  en las nuevas condiciones.
Pero esta especie tenía una serie de inconvenientes como veremos a continuación por lo que se actualmente se utiliza un híbrido.
Este cruce fue realizado por la empresa francesa Clause, e inscrito en el registro de variedades de Francia en 1967, bajo el nombre comercial de Raf (Resistente al Fusarium). Por tanto, se trató de la primera variedad de tomate resistente a la raza común de “Fusarium oxysporum” que tantos problemas estaba dando en los cultivos de Almería.

Hoy en día el tomate Raf que más se cultiva es el híbrido “Delizia” del Centro de Investigación de Semillas Clause. El tomate Raf original practicamente se ha perdido, ya que era un patrón resistente a Fusarium, pero cuando llega el invierno, las plantas se vienen abajo las plantas, además de producir muy pocos kilos (2 o 3 por metro cuadrado).
Aunque el Delizia no es el Raf auténtico lo denominaremos como tal.
2.- CARACTERÍSTICAS Y CULTIVO.
Se trata de un tomate muy sabroso, crujiente y de sabor entre dulce y agrio (más lo primero que lo segundo).
El sabor que alcanza este tomate se debe a la alta salinidad del agua y la tierra. Explicado de manera sencilla: debido a la alta concentración de sales la planta absorbe una cantidad de azúcares mayor de lo normal. En cualquier otra variedad esto estropearía el fruto pero no así en el Raf.
Las deben ser muy salobres con unas conductividades superiores a cinco.
El aspecto es esencial, se nota en la profundidad de sus surcos,
ciertas cicatrices en la base debido a su crecimiento y la corona de color verde parduzco. No por tener mayor profundidad de surcos es mejor, ni eso ni el tamaño influye. Hay tomates de calibre pequeño que tienen un sabor espectacular y sus surcos no son muy pronunciados.
Un tomate Raf se diferencia de otros tomates sobre todo en el sabor, la presencia que tiene, los hombros que tiene. No todo el mundo puede producir un tomate Raf: debe tener unas condiciones lumínicas, de agua y saber manejar la fertirrigación.
El clima es muy importante en el cultivo del tomate Raf; requiere frío. Cuanto más frío pase más bueno sale el fruto.
El tomate Raf produce muy pocos kilos por metro cuadrado (alrededor de 6-8 kilos). Normalmente el marco de plantación es de a doble líneo con 1,20 las calles, 0,4 metros los goteros y separación entre los líneos de 1 metro.
En la antigüedad las semillas de tomate Raf se obtenían de las plantas de la cosecha del año anterior, y eran germinadas y desarrolladas por nosotros mismos hasta formar las pequeñas plantas de tomate Raf (plántulas), que posteriormente serian trasplantadas a las fincas.
Sin embargo, con la llegada del cambio climático y la proliferación de insecticidas en las fincas, que han generado resistencia en algunas plagas de verano, se hacía demasiado arriesgado la germinación y desarrollo de plantas en sus primeras etapas de vida. Es cuando más débiles son, y por tanto no nos podemos arriesgar a perder la cosecha por un cambio brusco de temperatura, o una plaga de verano y debemos recurrir a semilleros especializados.
La planta requiere mucha luz, por eso se establece este marco de
plantación. Doble líneo con una separación entre líneos de 0,8 metros y 1,5 entre calles.
El fruto de Raf que este bien cuajado y duro tiene una buena conservación. En este tipo de cultivo al contrario que el tomate tradicional no se realiza deshojado.
En cuanto a plagas y enfermedades se producen las mismas que en cualquier tomate.
La planta siendo injertada puede llegar a los dos metros, mucho menos que un tomate normal.
No quiere humedad, el ambiente cuanto más seco mejor ya que marca el hombro. Necesita muy poca agua y el abono el estricto. Se suele regar dos veces por semana en intervalos de 15 minutos. Si se regase más tiempo los tomates se pondrían blancos. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un tomate que tine 13-14 grados Brix.
El tamaño queda en segundo lugar, poque si los tomates pequeños están dulces también tienen su mercado.
La flor es mucho más pequeña que un tomate normal pero poliniza igual, solo que en invierno hay que dar hormonas.
Cuando la planta hace 5-6 ramos de frutos, se viene abajo y para su crecimiento y hasta que no se realiza la recolección de esa fruta no vuelve a crecer de nuevo.
Como patrones se suelen poner Maxifort. Variedad de portainjertos para tomate que presenta un mayor vigor, mejor comportamiento con bajas temperaturas y en condiciones de alta salinidad. Especialmente recomendado para usar con variedades de poca vegetación, con poco vigor, poco tamaño y en condiciones de cultivo extremas.
El tomate Raf, al igual que otros tomates injertados se pone a dos tallos.
Se despunta ya al final de su ciclo (Mayo), se sigue cogiendo en Junio y en Julio se arranca, comenzándose la siembra en Agosto.
Los tallos son ligeramente angulosos, semileñosos, de grosor


La mayoría de las variedades son rojas, pero las hay también en naranja, amarillo, rosa .
A pesar de que su aspecto no es demasiado bonito, su sabor es delicioso, sobre todo en los recolectados de noviembre a diciembre, y es una de las variedades mas resistentes a las aguas salobres.
La produccin más importante se encuentra en los campos de Níjar,
La Cañada de San Urbano y El Alquián, y se trata de uno de los productos más antiguos y tradicionales de la Vega de Almería-España. Su producción es durante los meses de diciembre a mayo.
Se trata por lo general de un producto más pequeño, con profundos surcos, irregular en sus formas y con un color verde intenso. Además ostenta una textura compacta, muy firme, carnosa y muy jugosa. La diferencia esencial al resto de tomates radica
en su rico sabor dulce, y este dulzor es debido a los azúcares que produce de forma natural para contrarrestar la salinidad. Como dicen los expertos, ante un buen tomate Raf se puede reaccionar de muchas formas, pero en cualquier caso “nunca te deja indiferente”.
El fruto es multilocular, acostillado y de semillas pequeñas, con un marcado cuello verde que lo distingue del resto, muy carnoso y con un alto porcentaje de materia seca (no desprende líquido al ser cortado). Madura de dentro hacia fuera y de forma rápida, ya que el gen de semi o larga vida que caracteriza a los tomates comerciales actuales procede de la hibridación. Por otra parte, tiene un alto contenido en azúcares (glucosa y fructosa principalmente), oscilando de 8 a 14 grados Brix, así como un alto contenido en ácidos orgánicos
(cítrico y málico), aportando el adecuado equilibrio entre ambos (acidez-dulzor) el mayor atractivo de sabor.
No es un tomate de nueva generación, siino que representa al más tradicional de los tomates de la provincia de Almería, el que se ha cultivado desde siempre en el levate almeriense.
Como ya hemos comentado, el cultivo de tomate Raf necesita un agua de riego con una conductividad eléctrica muy alta. Este es uno de los factores importantes para sacar la máxima de calidad de este fruto tan codiciado por la alta restauración y los paladares más exquisitos. Pero estas condiciones de alta salinidad también dificultan que las plantas tengan unos rendimientos muy altos, por lo que el agricultor, siempre busca aumentar su producción aumentando su calibre pero sin que se vea perjudicada la calidad del producto final, lo cual devaluaría su precio en el mercado.
El Raf es un producto delicado, pero a su modo. Es un tomate que

Necesita unas condiciones y técnicas de cultivo muy especiales: tierras pobres, ser regado muy poco y con aguas muy salobres (con una concentración de sal hasta 10 veces superior a lo normal). Además, tiene una raiz débil que le hace necesitar un trato muy especial y es muy propenso a las enfermedades. Estas características hacen que sólo los agricultores más antiguos y lo más experimentados sean capaces de sacar adelante este tomate.
Normalmente se dan riegos de 15-30 minutos a la semana, en invernadero.
Tampoco es una variedad excesivamente productiva, por lo que el volumen comercializado no cubre la creciente demanda.
La planta de tomate raf es una planta vigorosa pero las producciones actuales intentan rebajar este vigor original lo que ha hecho que se englobe dentro de los portes semideterminados y de vigor medio. Su envergadura natural puede alcanzar los 4 m mientras que en producción rara vez se le deja pasar del metro y medio.
         3.- SUELOS.
Las tomateras se adaptan bien a todas las tierras y condiciones ambientales. Sin embargo, se deben cultivar las tomateras en tierras
bien abonadas, ya que es una planta muy exigente en nutrientes.
El tipo de suelo salino del sureste español le da un sabor muy característico, es por eso que cuando se cultiva en otro lugar no sabe igual. La producción se centra en el invierno y comienzos de la primavera, que son los momentos más adecuados para el consumo. Fuera de ese tiempo puede haber tomates desde mediados de otoño, aunque se resienten sus características de sabor y consistencia.
La característica principal que debe tener el suelo es que tenga un drenaje perfecto, siendo los mejores suelos arenosos y franco-arenosos. Si no se dispone de una buena percolación, las dosis y frecuencias de riego deberán ser muy bajas, la cantidad de abono a aplicar tendrá que ser alta en concentración e ir acompañada de aguas no excesivamente sódicas para no aumentar la concentración de iones perjudiciales en el suelo.
Casi como consecuencia de esto, son preferibles suelos con baja capacidad de intercambio cationico (menor de 15) aunque suelos con CIC de 20 meq/100g son capaces de dar bue
nas calidades de fruto. La cantidad de materia orgánica total se debe mantener en alrededor de 1,5% sobre el total. Por supuesto la planta agradece niveles mayores, pero esto hace difícil de controlar el crecimiento general y la calidad final en concreto.
            4.- LABORES CULTURALES.
 Una semana antes de realizar el trasplante de las plantas procedentes del semillero a nuestra finca, aumentaremos la intensidad de los riegos para dotar al suelo de la humedad óptima que requiere este proceso. Es el momento de ponerse las pilas, de aprovechar los últimos días de las pocas vacaciones que nos deja este cultivo, ya que a
partir de este momento empieza lo bueno.
El trasplante se realiza de forma artesanal. El día anterior al trasplante se realizan los hoyos que definirán el marco de plantación, mediante “barras de hierro desinfectadas”, con la única ayuda de nuestras manos expertas, hasta conseguir la profundidad necesaria para el agarre de las plantas. El día de trasplante las plantas serán depositadas a mano en cada hoyo, que finalmente serán enterrados con la ayuda de “varas de madera” presionando levemente alrededor del tallo de la planta.
Una vez finalizado el trasplante, ese mismo día, se realizará un
riego de “activación” para que las plantas se adapten lo antes posible a su nuevo medio.
        Las plantas de tomate Raf son muy sensibles al mildiu. Otros problemas que pueden tener son la necrosi apical y la mosca blanca.
       El riego y la fertilización son factores fundamentales durante las primeras semanas de nuestro cultivo, y es fundamental por tanto,
conocer en nuestra finca. Siempre debemos analizar nuestro suelo y nuestro pozo de agua, dos veces al año. Con esos parámetros y basándonos en nuestra experiencia diseñamos la estrategia de cultivo, siempre bajo el criterio de la calidad.
Tenemos que conseguir que una planta de tomate Raf  tenga un poco más de 1 metro de altura. Durante la primera semana de cultivo, tras el trasplante, habrá que regar todos los días. Los riegos serán cortos y siempre buscando las primeras horas del día para que el calor no afecte a las raíces.
Ya comentamos esto en artículos anteriores.

Lo más importante de una buena labor de fondo unos meses antes
del cultivo, donde añadimos estiércol rico en materia orgánica. Es justo en este momento y con los primeros riegos cuando el estiércol empieza a trabajar, liberando esa materia orgánica de la que se alimentarán nuestras plantas.
A medida que la tomatera vaya creciendo, se deben cortar los brotes laterales, dejando el brote principal. De esta forma, la planta queda más aireada y tiene menos posibilidades de enfermar.
A partir de la segunda semana, y durante el primer mes, los riegos se realizarán cada tres días, y es aquí cuando debemos de empezar a introducir los nutrientes para que nuestras plantas crezcan sanas y fuertes.
A modo de resumen, no debemos de abusar de los abonos nitrogenados, ya que no buscamos cantidad, sino calidad; el tomate debe estar bien relleno y duro. Las distintas formas de potasios nos podrán dar un fruto más duro y un color más negruzco, pero cuidado, en exceso dejara nuestros tomates muy pequeños (tercera categoría) y perderá la proporcionalidad en la concentración de azúcares.
El calcio los pone de color blanquecino, perdiendo parte de ese
color negruzco tan característico del Raf, pero es necesario para evitar la “pesetilla”… Como veis no hay nada diferente a otro cultivo de tomate, lo diferente son las proporciones, porque diferente es la planta y el medio en el que se cultiva. Para poder cultivar unos tomates como los nuestros, habrá que equivocarse muchas veces hasta lograr conocer el medio de cultivo.
Además durante el primer mes de cultivo la planta ya tendrá
las primeras flores desarrolladas, y tenemos que trabajar intensamente en su polinización. De esta forma polinizamos nuestras plantas con la ayuda del abejorro “Bombus terrestris”, que de una forma natural traslada el polen de unas plantas a otras.
Después los agricultores le dan el típico y tan conocido  “tomatone”. Se trata de un fitorregulador con concentraciones de auxínas, que termina con la polinización de los tomates Raf, dándoles una forma muy característica, y que durante muchos años ha quedado en nuestra retina como la forma natural del tomate Raf.
Pero esto no es del todo cierto. Este producto si no se maneja bien
genera una pequeña alteración en el desarrollo del fruto, dotándolo de una protuberancia o pico exagerado en el “base” del tomate, debido a un desequilibrio en la concentración de azucares que quedaban concentrados en mayor proporción en ese lugar. En la realidad un tomate Raf puede llegar a desarrollar esa protuberancia de forma natural, pero no tan exagerada, y en proporciones muy bajas (20 – 30 % del total de frutos).



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