Continuamos hablando de Cultivo de
Pepino comenzando con las fechas de siembra.
Ø FECHA
DE SIEMBRA
Actualmente en el sureste español hay
dos ciclos de cultivos de cultivos de cultivos: en Otoño y en Primavera.
La de Otoño se divide a su vez en
tres ciclos de plantaciones: temprana (15 de Julio al 15 de Agosto), media (del
15 de Agosto al 15 de Septiembre) y tardía (a partir del 15 de Septiembre).
En cuanto al ciclo de Primavera se
siembra durante todos los meses de Primavera.
En el siguiente cuadro vemos las
diferentes fechas de siembras y la recolección de los pepinos tipo ALMERIA
Cuanto más temprano màs densa es la
plantación y viceversa.
Ø PODA Y ENTUTORADO DEL PEPINO TIPO “ALMERÍA”
Debido a su rápido
crecimiento, se comienza la poda a los pocos días. La poda pretende que se
desarrolle únicamente el tallo principal
y
altura de 60 cm.
A partir de ahí se
eliminarán todos los brotes laterales y se
dejarán los frutos. En algunas variedades, aparecen en las axilas de las hojas
varios frutos, debe dejarse un solo fruto por cada axila del tallo principal.
El entutorado consiste en realizar el giro del tallo en un
tutor
vertical de rafia, uno por planta, hasta
la altura del alambre. Al llegar
al alambre se dirige la planta hasta
otro alambre, que se encuentra a 0,5 m
dejando colgar la guía y uno o varios
brotes secundarios.
No se aconseja
dejar caer la guía sobre el mismo alambre, porque se puede romper con
facilidad. Tampoco es recomendable que el “emparrado” ocupe todo el espacio
entre líneas porque no permite la entrada
de luz entre las calles.
Los frutos
curvados y abortados se deben eliminar cuanto antes.
Las hojas viejas, amarillas o con
enfermedades se suprimirán de forma paulatina para favorecer la aireación.
En los restantes
tipos de pepino la poda es muy similar, excepto que no se eliminan los brotes
laterales, despuntando estos por encima
de la segunda hoja. El entutorado se
puede realizar como en el caso anterior
con un hilo de rafia, o bien con mallas de cuadros de 15 x 15 cm
extendidas horizontalmente o verticalmente a lo largo de las líneas del cultivo.
6.-
RIEGOS Y FERTILIZACIÓN.
Ø NECESIDADES
DE AGUA DEL PEPINO
Para cultivar
pepino ALMERIA, es muy importante
mantener un nivel de humedad
constante y alto en el suelo, para un
óptimo desarrollo del sistema radicular. A continuación se adjunta una tabla indicativa, de las dosis de agua a aplicar en cultivo de pepino, el litros por metro cuadrado, en distintas fechas del año y en distintos ciclos de cultivo.
Para ello, es
preciso que el suelo sea permeable, a fin de evitar
acumulaciones de agua que provoquen asfixia radicular
por encharcamiento. De esta forma, se favorece la penetración del agua y
de las raíces. Es necesario que el bulbo de humedad sea amplio, lo que
permitirá que las raíces adquieran amplitud
necesaria para satisfacer las fuertes necesidades hídricas de este
cultivo.
Ø Cultivos
en enarenados
En los
terrenos enarenados, la
raíz evoluciona preferentemente en
la capa de materia orgánica situada entre la arena y
la tierra, por lo cual, es una zona en que es necesario una humedad estable,
que se
consigue normalmente con una
frecuencia de riego de 2 días, con un volumen de agua de 2 a 4 litros por
planta y riego.
Cuando el cultivo
es adulto, con una altura superior a la del tutor, se produce un sombreo en el
suelo, que coincide con una
amortiguación de las
temperaturas (entrando el otoño), por lo cual, la frecuencia puede
rebajarse, aunque siempre hay que
mantener la estabilidad de la humedad en
el suelo, siendo suficiente con regar
cada 3 ó 4 días, manteniendo los mismos
volúmenes.
Ø Cultivos en tierra
Los cultivos en tierra,
normalmente cuentan con un suelo bastante permeable con un
porcentaje alto en arena, por lo que las
pérdidas por percolación son mayores, y
requieren un nivel alto de materia orgánica, para regular al máximo la humedad
en el suelo.
Normalmente, los volúmenes de agua
son mayores, especialmente
en un principio, para buscar un bulbo amplio y superficial, difícil a veces de conseguir
por la tendencia a caer en vertical, lo que obliga a regar cada día e incluso
repetir el riego en el día.
Una vez logrado un bulbo que permita
la estabilidad de la raíz en una zona no muy profunda, los volúmenes de agua
aplicados son parecidos a los suelos enarenados.
Los volúmenes utilizados pueden ser
al día 2 a 3 litros, repartidos en 1 ó 2 riegos. No obstante, en estas
condiciones, se hace imprescindible para poder llevar un criterio de riego
óptimo, hacer uso de tensiómetros para
tomar la lectura correcta de las necesidades hídricas en cada momento, a la
profundidad que se estime conveniente.
El pepino es muy sensible a la
salinidad, tanto en el suelo como en el agua de riego, repercutiendo
negativamente en los rendimientos, curvado de frutos, quemaduras en los bordes
de las hojas, etc.
7.- FERTIRRIGACIÓN.
Ø NECESIDADES
TOTALES
En
condiciones normales, nos referimos a un cultivo sembrado
desde finales de agosto hasta mediados de septiembre. Se
empezaría la recolección a primeros de octubre, y se quitaría el cultivo en enero, con producción aproximada
a las 100 toneladas por ha.
El pepino es un especie
muy susceptible a la salinidad del agua de riego, por lo que está limitado su cultivo a muchas zonas del
sureste peninsular.
Las necesidades para cubrir este
ciclo serían las siguientes:
• 450 U.F./ha de N.
• 225 U.F./ha de P2O5.
• 450 U.F./ha de K2O.
La distribución de estos elementos en el suelo puede
hacerse de muchas formas, según el tipo de suelo que se disponga. Previamente
al cultivo, es importante analizarlo,
para corregir posibles desequilibrios mediante el abonado de fondo.
En el riego localizado se mantiene una relación de equilibrio de
N:P:K,
aproximada a 1:0,5:1, que puede
extraer el cultivo de la
solución del suelo en
condiciones normales.
Carencia de Manganeso |
Es importante
considerar la incidencia de los microelementos en este cultivo, bastante exigente, en especial con manganeso, por lo cual deben emplearse los correctores
de manera periódica, preferentemente en el
riego, y circunstancialmente vía foliar
en combinación con los
tratamientos fitosanitarios.
El pepino ALMERIA es una especie bastante exigente
en nutrición tanto en calidad como en cantidad, por lo cual es
muy importante proporcionar un buen abono al cultivo.
Debido a que factores tales como la temperatura, humedad,
suelo, agua y otros influyen en la
nutrición de las plantas, en su gran
mayoría no pueden ser
controlados, al menos fácilmente con el tipo de estructuras que disponemos, es importante en este cultivo tratar
de proporcionar a la planta algo que le permita recoger del suelo los nutrientes, que en
ciertos momentos necesita y no le
estamos adicionando con la
fertirrigación.
Por este motivo, es interesante proporcionar una
especie de colchón amortiguador, que permita a la planta seguir
alimentándose lo más correctamente posible. Nos referimos al aporte orgánico de
fondo, que
como se conoce, para esta especie es de elevada importancia.
Una vez el terreno convenientemente preparado, es importante tratar de hacer una
planificación del abonado
de cobertera que vamos a necesitar para sacar adelante el cultivo, evitando confiarnos en el abonado
orgánico y de fondo, teniéndolo solo presente como reserva para
momentos de crisis y/o minimizar los errores que podamos cometer, durante el
abonado de cobertera.
Como cualquier otra, la planta del pepino tiene que mantener un
equilibrio entre su parte vegetativa
(raíces, tallos y hojas) y su parte generativa (flores y frutos).
Un cultivo muy vegetativo nos daría poca producción y de mala calidad, además de una mayor
susceptibilidad a enfermedades, y un cultivo excesivamente generativo
nos daría una producción rápida y baja.
Por otro lado, conviene tener en cuenta que la planta
del pepino necesita de un rápido crecimiento de sus raíces, ya que cuando
comienza a producir éste se va frenando e incluso reduciendo.
De todos es conocida la importancia que el fósforo tiene en esta etapa, por lo
cual los aportes de este elemento al inicio del cultivo no se deben descuidar,
y mantenerlos en un correcto nivel.
Teniendo presente estas premisas, la planificación para el
abonado el cultivo de pepino ALMERIA podría quedar del siguiente modo:
v Los primeros cinco ó seis días previos a la
germinación, conviene suministrar el agua necesaria, sin
aportar abono para evitar problemas
de salinidad
que dañen la plántula y estimular el desarrollo de las primeras
raíces.
v A continuación sería interesante realizar un análisis de suelo para conocer la
riqueza del mismo.
v Si nuestro suelo presenta una riqueza y niveles de
nutrientes equilibrados, podremos empezar con un abonado estándar,
en caso contrario tendremos que corregir los excesos o deficiencias que nos indique el análisis.
v Conviene comenzar
con un abonado
no demasiado alto en conductividad para continuar estimulando
las raíces y adicionando fósforo,
para lo cual un equilibrio N/ K2O aconsejable sería 1/0,7 mientras el fósforo
se puede adicionar con una concentración de 0,4-0,5 cc/L de ácido fosfórico del
55% y una conductividad, con la del agua
de riego de un máximo de 2 dS/m, recomendable de 1,5.
v Intentar situar el nivel de pH entre 5,5 y 6,8 para
una mejor absorción de los elementos, fundamentalmente los micros y el fósforo,
por lo cual es recomendable que el fósforo sea aportado en forma de ácido, que
es
además económico.
v En la cuarta semana, principio de la quinta, las
plantas deberán tener ya un buen sistema radicular desarrollado, el cual hay
que seguir estimulando, pero ya puede
soportar una mayor concentración de
nutrientes.
v Por tanto una mayor conductividad en el suelo, con lo
cual podemos pasar a un equilibrio N/K2O de 1/1, aumentando así algo el potasio que nos va hacer falta,
principalmente cuando las densidades de
plantación son muy altas como lo son
en el sureste español.
v Además de ayudarnos
a estimular la floración, aspecto de la planta que también demanda bastante
fósforo, por lo que debemos de mantenerlo en los mismos niveles que hasta ahora. De
esta forma obtendremos una conductividad
aproximada recomendable de 2-2,3
dS/m.
v Ya en la sexta semana la planta estará engordando el
fruto que vamos a recolectar en la
siguiente, nos interesa por tanto,
obtener una planta
generativa, para no perder precocidad ni producción, por lo
cual debemos subir algo los niveles de potasio progresivamente hasta lograr
un equilibrio N/K2O de 1/1,3.
v Como es sabido, el potasio está muy relacionado con
los niveles de calidad de la fruta, principalmente en lo que se refiere a coloración. Con CE recomendable de alrededor de
2,5 dS/m, no descuidando los niveles de Fósforo, ya que la planta necesita
seguir produciendo flores de forma
continua.
v Si bien podemos ya bajar algo las concentraciones iniciales hasta 0,2-0,25 cc/L de ácido. Este
abonado puede parecer bajo en Nitrógeno, pero no lo es si queremos evitar un
envejecimiento prematuro de la planta
y una mayor sensibilidad a enfermedades como el Mildiu o la
Alternaria.
v Después de las primeras recolecciones, es un momento
importante para realizar un análisis de suelo y conocer como
tenemos el mismo, que es lo que la planta
está explotando y rectificar nuestro abonado
en el caso de desequilibrios, o continuar con nuestro equilibrio nutritivo.
v No obstante el estiércol aportado, comenzará a liberar
más nutrientes en este momento, que
coincide cuando la planta los va a necesitar en mayor cantidad, conviene no descuidarnos y comenzar.
v La demanda de los microelementos se incrementa de una
forma fuerte, principalmente Hierro y
Manganeso, y mas minoritariamente el Magnesio, por lo cual conviene
aportar algún compuesto rico en Fe y Mn,
y algo de Sulfato de magnesio.
v Estos micros y oligoelementos van a incidir notoriamente en el color de la fruta, la calidad de la
misma y la resistencia de la planta mientras
sean aportados a tiempo y en
cantidades suficientes, así, el color y el brillo de la fruta van a
dar un buen aspecto comercial a la producción.
v A partir de aquí, la fertilización prácticamente se puede mantener, con pequeñas
variaciones según la evolución del
mismo, pero teniendo en cuenta la
adición de micros para evitar pérdidas de calidad y producción, y la adición de
K2O para mantener la firmeza del fruto y
la resistencia de las plantas.
v En cuanto al aporte general de Nitrógeno, es
interesante usar, siempre que pueda, el
Nitrato de calcio, ya que el calcio es un elemento importante
en la nutrición del pepino, y que
aporta además de una mejora en la calidad, una mejor defensa de las plantas ante las
enfermedades.
v La importancia
del agua es de todos
conocida en este cultivo, cuya demanda
es bastante grande sobre todo en
la época de formación y
engorde del
fruto.
v En las primeras etapas del cultivo, casi es
interesante una ligera disminución de los riegos para estimular el desarrollo
radicular de las plantas que permita a la planta posteriormente un mejor
aprovechamiento del agua contenida en el suelo, y de otro lado, es bastante
menos problemático que cuando se realiza en una planta adulta ya en producción.
6.
- CULTIVO SIN SUELO DE PEPINO
Las
mayores ventajas de cultivar pepino en lana de roca, perlita, fibra
de coco,
etc, es que tenemos mayor precocidad, mayor control sobre el cultivo y las
producciones se incrementan del orden de un 20-30%.
Ø CALIDAD
DEL AGUA DE RIEGO
El uso de agua con
alto contenido en cloro y sodio puede afectar a una reducción en la
producción. Además, será necesario un
aporte extra de solución nutritiva para lavar el sustrato y evitar una
acumulación de sales. Los
contenidos de cloro y sodio deberían de
ser menores de 6 mmol/L.
La utilización de
aguas conteniendo bicarbonatos aumentan
los
niveles de pH en el sustrato y obligará a añadir más ácidos.
También los
contenidos de magnesio, calcio, zinc y hierro pueden ser importantes.
Cantidades elevadas obligarían a lavados extras durante el cultivo. En nuestra
zona, no hay problemas con estos elementos, pues las aguas tienen una cantidad de magnesio suficiente para el
pepino y son deficitarias en
calcio.
Ø SOLUCIÓN
NUTRITIVA
Tanto la lana de roca como la perlita no
contienen nutrientes, por lo cual, se necesitan riegos continuos
con la solución nutritiva. En general, la perlita requiere riegos más largos,
pero menos frecuentes.
Solución
nutritiva en el sustrato
La composición de
la solución nutritiva en el sustrato, no
siempre
tiene que ser igual que la solución base, debido a que ciertos iones
pueden ser tomados con más facilidad por la planta. Los límites entre los que
se tiene que mover la solución nutritiva en el sustrato se pueden ver en los
apartados siguientes:
t Conductividad
eléctrica: Se
aconseja regar con C.E. de 2 dS/m. Evitar grandes fluctuaciones en la conductividad.
t Cloro:
Mantener su
concentración lo más baja posible. Sus
niveles se
mantendrán a base de dar riegos extras.
t pH
y fosfatos: El pH óptimo en el sustrato es de 5,5 - 6. En caso de que el pH suba por
encima de 6,5 el contenido en Fosfatos caerá rápidamente debido a la reduc-
ción de su solubilidad.
t Nitrógeno,
Potasio, Calcio y Magnesio: Tratar
de mantener los niveles. Durante el cultivo se observarán caídas de estos
niveles debido a los crecimientos periódicos de las necesidades de
nutrientes por la planta. Normalmente,
los niveles de nitrógeno son más bajos durante
el periodo vegetativo, mientras
que durante el periodo de producción
bajan los niveles de potasio.
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