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jueves, 8 de octubre de 2015

CULTIVO DE PEPINO EN INTENSIVO-SEGUNDA PARTE

 Continuamos hablando de Cultivo de Pepino comenzando con las fechas de siembra.
Ø FECHA DE SIEMBRA
Actualmente en el sureste español hay dos ciclos de cultivos de cultivos de cultivos: en Otoño y en Primavera.
La de Otoño se divide a su vez en tres ciclos de plantaciones: temprana (15 de Julio al 15 de Agosto), media (del 15 de Agosto al 15 de Septiembre) y tardía (a partir del 15 de Septiembre).
En cuanto al ciclo de Primavera se siembra durante todos los meses de Primavera.
En el siguiente cuadro vemos las diferentes fechas de siembras y la recolección de los pepinos tipo ALMERIA

           Cuanto más temprano màs densa es la plantación y viceversa.

Ø PODA  Y ENTUTORADO DEL PEPINO TIPO “ALMERÍA”
Debido a su rápido crecimiento, se comienza la poda a los pocos días. La poda pretende que se desarrolle únicamente  el tallo principal y
consiste en suprimir todas los tallos secundarios y frutos hasta una
altura de 60 cm.

A partir de ahí se eliminarán  todos los brotes laterales y se dejarán los frutos. En algunas variedades, aparecen en las axilas de las hojas varios frutos, debe dejarse un solo fruto por cada axila del tallo principal.

El entutorado  consiste en realizar el giro del tallo en un tutor

vertical de raa, uno por planta,  hasta  la altura  del alambre. Al llegar al alambre se dirige la planta  hasta otro alambre, que se encuentra  a 0,5 m dejando colgar la guía y  uno o varios brotes secundarios.


No se aconseja dejar caer la guía sobre el mismo alambre, porque se puede romper con facilidad. Tampoco es recomendable que el “emparrado” ocupe todo el espacio entre líneas porque no permite la entrada  de luz entre las calles.

Los frutos curvados y abortados se deben eliminar cuanto antes.
Las  hojas viejas, amarillas o con enfermedades  se suprimirán  de forma paulatina  para favorecer la aireación.

En los restantes tipos de pepino la poda es muy similar, excepto que no se eliminan los brotes laterales, despuntando  estos por encima de la segunda  hoja. El entutorado se puede realizar como en el caso anterior  con un hilo de raa, o bien con  mallas de cuadros de 15 x 15 cm extendidas  horizontalmente o verticalmente  a lo largo de las líneas del cultivo.

6.- RIEGOS Y FERTILIZACIÓN.
Ø NECESIDADES DE AGUA  DEL PEPINO
Para cultivar pepino ALMERIA, es muy importante  mantener  un nivel de humedad constante  y alto en el suelo, para un óptimo desarrollo del sistema radicular. A continuación se adjunta una tabla indicativa, de las dosis de agua a aplicar en cultivo de pepino, el litros por metro cuadrado, en distintas fechas del año y en distintos ciclos de cultivo.



Para ello, es preciso que el suelo sea permeable, a n de evitar

acumulaciones  de agua que provoquen asxia  radicular por encharcamiento.  De esta  forma, se favorece la penetración del agua y de las raíces. Es necesario que el bulbo de humedad sea amplio, lo que permitirá  que las raíces adquieran  amplitud  necesaria  para satisfacer  las fuertes necesidades hídricas de este cultivo.


Ø Cultivos en enarenados
En los terrenos  enarenados,  la  raíz  evoluciona  preferentemente  en  la  capa  de materia orgánica situada entre la arena y la tierra, por lo cual, es una zona en que es necesario una humedad estable, que se
consigue normalmente  con una frecuencia de riego de 2 días, con un volumen de agua de 2 a 4 litros por planta y riego.

Cuando el cultivo es adulto, con una altura superior a la del tutor, se produce un sombreo en el suelo, que coincide con una  amortiguación  de las temperaturas  (entrando  el otoño), por lo cual, la frecuencia puede rebajarse, aunque  siempre hay que mantener  la estabilidad de la humedad en el suelo, siendo suciente con regar cada 3 ó 4 días, manteniendo  los mismos volúmenes.

Ø Cultivos en tierra
Los cultivos en tierra, normalmente  cuentan  con un suelo bastante permeable con un porcentaje  alto en arena, por lo que las pérdidas por percolación  son mayores, y requieren un nivel alto de materia orgánica, para regular al máximo la humedad en el suelo.
Normalmente, los volúmenes de agua son mayores, especialmente

en un principio, para buscar un bulbo amplio y supercial, difícil a veces de conseguir por la tendencia a caer en vertical, lo que obliga a regar cada día e incluso repetir el riego en el día.

Una vez logrado un bulbo que permita la estabilidad de la raíz en una zona no muy profunda, los volúmenes de agua aplicados son parecidos a los suelos enarenados.
Los volúmenes utilizados pueden ser al día 2 a 3 litros, repartidos en 1 ó 2 riegos. No obstante, en estas condiciones, se hace imprescindible para poder llevar un criterio de riego óptimo, hacer uso de tensiómetros  para tomar la lectura correcta de las necesidades hídricas en cada momento, a la profundidad  que se estime conveniente.
El pepino es muy sensible a la salinidad, tanto en el suelo como en el agua de riego, repercutiendo negativamente en los rendimientos, curvado de frutos, quemaduras en los bordes de las hojas, etc.

7.-  FERTIRRIGACIÓN.
Ø NECESIDADES TOTALES
En condiciones  normales,  nos referimos a un cultivo  sembrado 

desde nales  de agosto hasta mediados de septiembre. Se empezaría la recolección a primeros de octubre, y se quitaría  el cultivo en enero, con producción  aproximada  a las 100 toneladas por ha.


El pepino es un especie muy susceptible a la salinidad del agua de riego, por lo que está limitado su cultivo a muchas zonas del sureste peninsular.

Las necesidades para cubrir este ciclo serían las siguientes:
• 450 U.F./ha de N.
• 225 U.F./ha de P2O5.
• 450 U.F./ha de K2O.
*            La distribución de estos elementos en el suelo puede hacerse de muchas formas, según el tipo de suelo que se disponga. Previamente al cultivo, es importante  analizarlo, para corregir posibles desequilibrios mediante el abonado  de fondo.

*            En el riego localizado se mantiene  una relación de equilibrio de
Carencia de Manganeso
N:P:K, aproximada  a 1:0,5:1, que  puede  extraer  el cultivo  de la  solución  del suelo  en  condiciones  normales. 

*              Es importante  considerar  la incidencia  de los microelementos  en este cultivo,  bastante exigente,  en especial con manganeso,  por lo cual deben emplearse los correctores de manera  periódica,  preferentemente  en  el riego,  y circunstancialmente vía  foliar  en combinación  con los tratamientos  tosanitarios.

*              El pepino ALMERIA es una especie bastante  exigente  en nutrición  tanto  en calidad como en cantidad, por lo cual es muy importante  proporcionar  un buen abono al cultivo.

*        Debido a que factores tales como la temperatura,  humedad,  suelo, agua  y otros inuyen  en la nutrición  de las plantas,  en su gran  mayoría  no pueden ser controlados, al menos fácilmente con el tipo de estructuras  que disponemos, es importante  en este cultivo  tratar  de proporcionar  a la planta  algo que le permita  recoger del suelo los nutrientes, que en ciertos momentos  necesita y no le estamos adicionando  con la fertirrigación.

*                         Por este motivo, es interesante proporcionar una especie de colchón amortiguador, que permita a la planta seguir alimentándose  lo más correctamente  posible. Nos referimos al aporte orgánico de fondo, que
como se conoce, para esta especie es de elevada importancia.

*              Una vez el terreno convenientemente  preparado, es importante tratar de hacer una planicación  del abonado  de cobertera  que vamos a necesitar  para sacar adelante  el cultivo, evitando  conarnos  en el abonado  orgánico y de fondo, teniéndolo solo presente como reserva para momentos  de crisis y/o minimizar  los errores que podamos cometer, durante el abonado  de cobertera.

*                 Como cualquier otra, la planta  del pepino tiene que mantener  un
equilibrio entre su parte vegetativa (raíces, tallos y hojas) y su parte generativa (ores y frutos).

*         Un cultivo muy vegetativo  nos daría poca producción  y de mala calidad, además de una mayor susceptibilidad  a enfermedades,  y un cultivo excesivamente  generativo  nos daría una producción rápida y baja.

*   Por otro lado, conviene tener en cuenta que la planta del pepino necesita de un rápido crecimiento de sus raíces, ya que cuando comienza a producir éste se va frenando e incluso reduciendo.

*                      De todos es conocida la importancia  que el fósforo tiene en esta etapa, por lo cual los aportes de este elemento al inicio del cultivo no se deben descuidar, y mantenerlos en un correcto nivel.

*                 Teniendo presente estas premisas, la planicación  para el abonado el cultivo de pepino ALMERIA podría quedar del siguiente modo:

v Los primeros cinco ó seis días previos a la germinación,  conviene  suministrar el agua necesaria, sin aportar  abono para evitar problemas
de salinidad que dañen  la plántula  y estimular el desarrollo de las primeras raíces.

v A continuación sería interesante  realizar un análisis de suelo para conocer la riqueza del mismo.

v Si nuestro suelo presenta una riqueza y niveles de nutrientes equilibrados, podremos empezar con un abonado  estándar,  en caso contrario  tendremos  que corregir los excesos o deciencias que nos indique el análisis.

v Conviene comenzar  con  un  abonado  no demasiado  alto  en conductividad  para continuar  estimulando  las raíces y adicionando  fósforo, para lo cual un equilibrio N/ K2O aconsejable sería 1/0,7 mientras el fósforo se puede adicionar con una concentración de 0,4-0,5 cc/L de ácido fosfórico del 55% y una conductividad,  con la del agua de riego de un máximo de 2 dS/m, recomendable de 1,5.

v Intentar situar el nivel de pH entre 5,5 y 6,8 para una mejor absorción de los elementos, fundamentalmente los micros y el fósforo, por lo cual es recomendable que el fósforo sea aportado en forma de ácido, que es
además económico.

v En la cuarta semana, principio de la quinta, las plantas deberán tener ya un buen sistema radicular desarrollado, el cual hay que seguir estimulando,  pero ya puede soportar una mayor concentración  de nutrientes.

v Por tanto una mayor conductividad en el suelo, con lo cual podemos pasar a un equilibrio N/K2O de 1/1, aumentando  así algo el potasio que nos va hacer falta, principalmente  cuando las densidades de plantación  son muy altas como lo son en  el sureste español.

v Además de ayudarnos  a estimular la oración,  aspecto de la planta  que también demanda  bastante  fósforo, por lo que debemos de mantenerlo  en los mismos niveles que hasta ahora. De esta forma obtendremos una conductividad  aproximada  recomendable de 2-2,3 dS/m.

v Ya en la sexta semana la planta estará engordando el fruto  que vamos a recolectar en la siguiente,  nos interesa  por tanto,  obtener  una  planta  generativa,  para  no perder precocidad ni producción, por lo cual debemos subir algo los niveles de potasio progresivamente hasta lograr un  equilibrio N/K2O de 1/1,3.

v Como es sabido, el potasio está muy relacionado con los niveles de calidad de la fruta, principalmente en lo que se reere a coloración. Con CE recomendable de alrededor de 2,5 dS/m, no descuidando los niveles de Fósforo, ya que la planta necesita seguir produciendo ores de forma continua.

v Si bien podemos ya bajar algo las concentraciones  iniciales hasta 0,2-0,25 cc/L de ácido. Este abonado puede parecer bajo en Nitrógeno, pero no lo es si queremos evitar un envejecimiento  prematuro  de la planta  y una  mayor sensibilidad  a enfermedades como el Mildiu o la Alternaria.

v Después de las primeras recolecciones, es un momento importante  para  realizar un análisis de suelo y conocer como tenemos el mismo, que es lo que la planta  está explotando  y recticar nuestro abonado  en el caso de desequilibrios, o continuar  con nuestro equilibrio nutritivo.

v No obstante el estiércol aportado, comenzará a liberar más nutrientes  en este momento, que coincide cuando la planta los va a necesitar en mayor cantidad,  conviene no descuidarnos y comenzar.

v La demanda de los microelementos se incrementa de una forma fuerte, principalmente  Hierro y Manganeso, y mas minoritariamente el Magnesio, por lo cual conviene aportar  algún compuesto rico en Fe y Mn, y algo de Sulfato de magnesio.

v Estos micros y oligoelementos  van a incidir notoriamente  en el color de la fruta, la calidad de la misma y la resistencia de la planta mientras
sean aportados a tiempo y en cantidades  sucientes, así, el color y el brillo de la fruta van a dar un buen aspecto comercial a la producción.

v A partir de aquí, la fertilización prácticamente  se puede mantener, con pequeñas variaciones  según la evolución del mismo, pero teniendo  en cuenta la adición de micros para evitar pérdidas de calidad y producción, y la adición de K2O para mantener la rmeza del fruto y la resistencia de las plantas. 
v En cuanto al aporte general de Nitrógeno, es interesante  usar, siempre que pueda, el Nitrato de calcio, ya que el calcio es un elemento  importante  en la nutrición  del pepino, y que aporta  además de una  mejora en la calidad, una  mejor defensa de las plantas ante las enfermedades.

v La importancia  del agua  es de todos conocida  en este cultivo,  cuya demanda  es bastante  grande sobre todo en la época de formación  y
engorde del fruto.

v En las primeras etapas del cultivo, casi es interesante  una ligera disminución  de los riegos para estimular el desarrollo radicular de las plantas que permita a la planta posteriormente un mejor aprovechamiento  del agua contenida  en el suelo, y de otro lado, es bastante menos problemático que cuando se realiza en una planta adulta ya en producción.

              6. - CULTIVO SIN SUELO DE PEPINO
Las mayores ventajas de cultivar pepino en lana de roca, perlita, fibra

de coco, etc, es que tenemos mayor precocidad, mayor control sobre el cultivo y las producciones se incrementan del orden de un 20-30%.


Ø CALIDAD DEL AGUA  DE RIEGO
El uso de agua con alto contenido en cloro y sodio puede afectar a una reducción en la producción.  Además, será necesario un aporte  extra  de solución nutritiva  para lavar el sustrato  y evitar una  acumulación  de sales. Los contenidos  de cloro y sodio deberían de ser menores de 6 mmol/L.

La utilización de aguas conteniendo  bicarbonatos  aumentan  los
niveles de pH en el sustrato y obligará a añadir más ácidos.

También los contenidos de magnesio, calcio, zinc y hierro pueden ser importantes. Cantidades elevadas obligarían a lavados extras durante el cultivo. En nuestra zona, no hay problemas con estos elementos, pues las aguas tienen una cantidad  de magnesio suciente para el pepino y son decitarias en calcio.

Ø SOLUCIÓN NUTRITIVA
Tanto la lana de roca como la perlita no contienen  nutrientes,  por lo cual, se necesitan riegos continuos con la solución nutritiva. En general, la perlita requiere riegos más largos, pero menos frecuentes.
*  Solución nutritiva  en el sustrato
La composición de la solución nutritiva en el sustrato,  no siempre

tiene que ser igual que la solución base, debido a que ciertos iones pueden ser tomados con más facilidad por la planta. Los límites entre los que se tiene que mover la solución nutritiva en el sustrato se pueden ver en los apartados siguientes:


t Conductividad eléctrica: Se aconseja regar con C.E. de 2 dS/m. Evitar grandes uctuaciones  en la conductividad.
t Cloro: Mantener su concentración  lo más baja posible. Sus niveles se
mantendrán a base de dar riegos extras.
t pH y fosfatos:  El pH óptimo en el sustrato  es de 5,5 - 6. En caso de que el pH suba por encima de 6,5 el contenido en Fosfatos caerá rápidamente debido a la reduc- ción de su solubilidad.
t Nitrógeno, Potasio, Calcio y Magnesio: Tratar de mantener los niveles. Durante el cultivo se observarán caídas de estos niveles debido a los crecimientos periódicos de las necesidades de nutrientes  por la planta. Normalmente, los niveles de nitrógeno son más bajos durante  el periodo vegetativo,  mientras que durante  el periodo de producción bajan los niveles de potasio.


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