PAISES

domingo, 6 de septiembre de 2015

PAPAYA EN INVERNADERO-PRIMERA PARTE

     1.- VENTAJAS DE CULTIVAR PAPAYA EN UN INVERNADERO.
  
        La papaya es un cultivo con un crecimiento vegetativo muy rápido,
que empieza  producir a los 8-9 meses desde la plantación, mucho antes que la mayoría de los frutales, que entran en producción a partir del 4., 5.  o 6.  año desde la plantación, y es un árbol muy productivo. 

Está aumentando el consumo de esta fruta en países desarrollados por su carácter exótico, mayor conocimiento, propiedades para la salud y sobre todo por su calidad en el transporte, porque se hace vía avión. Frente a otros países productores, tenemos la proximidad del mercado europeo.

En términos de rendimientos y de crecimiento se comporta más
como una especie hortícola, que como un frutal. Los costes de producción son mucho menores, y tomando como referencia los precios de la papaya mejicana, la rentabilidad que se puede conseguir es más que interesante.

Se adapta muy bien a todo tipo de estructuras de invernaderos,  el coste en mano de obra es bajo y tiene menor consumo de agua que un cultivo hortícola.

La papaya bajo invernadero ayuda a disminuir considerablemente la incidencia del virus de la mancha anular.

El ciclo  de producción de la papaya se extiende de 18 a 36 meses, 
dependiendo de muchos factores, y se alcanzan producciones de hasta 200.000 toneladas por hectárea en un invernadero, en dicho periodo. Esto supone unos 150.000 euros al año por hectárea, lo que hace de este cultivo en invernadero, una explotación altamente rentable.

Todo esto empieza a seducir a algunos agricultores, que buscan nuevas alternativas para poner en sus invernaderos.

La papaya Maradol es una de las variedades con mayor demanda en el mercado regional y nacional, por presentar frutos de tamaño mediano de uno a tres kg de peso, con pulpa consistente, de color rojo y agradable sabor.

Las plantas son de porte bajo, por lo que adapta perfectamente su cultivo a un invernadero, y soporta altas densidades de población por hectárea.

2.- MERCADO.
Hoy día la papaya es la tercera fruta tropical más producida en el mundo, después del mango y la piña. Actualmente hay cultivadas
alrededor de 430.000 hectáreas de papaya en todo el mundo, con una producción de casi 12,5 millones de toneladas.

La India y Brasil son los principales productores de papaya, pero el mercado internacional está dominado por México, que exporta más de 130.000 toneladas, al principal  consumidor  de  papaya  en  el mundo, que es Estados Unidos.

En la UE, el  Reino  Unido,  Holanda  y  Alemania importan 
alrededor  de  8.000  toneladas  anuales cada uno, mientras que España supera las 5.000 toneladas anuales.

La papaya es originaria  del clima tropical de Centroamérica y se cultiva también en zonas con clima subtropical. En España el cultivo de la papaya se concentra en las      Islas      Canarias,      donde      ha experimentado un desarrollo importante en los últimos años.

En Canarias se ha pasado de 138 hectáreas en 2004, a 310 hectáreas en 2011 y en la actualidad  la  superficie supera  las  500 hectáreas, con una producción que ronda las 14.000 toneladas. Este aumento se ha debido principalmente a la sustitución progresiva de plantaciones de tomate, aprovechando los invernaderos existentes y a los  excelentes  resultados  obtenidos  con  la  introducción  de  nuevas  variedades  híbridas  más productivas.

3.- BOTÁNICA.

La papaya (Carica papaya) es una especia de la Familia de las
Caricáceas. Posee hojas son tipo palmeadas, con largos pedúnculos y lóbulos, pudiendo medir hasta 21 cm de ancho. El haz de la hoja es de color verde oscuro.

         Las flores son pentámeras o tetrámeras, raramente dímeras o trímeras. Es una especie trioica. Las flores se distinguen en femeninas, masculinas y hermafroditas.

         El tronco puede llegar a alcanzar hasta 8 o 10 metros de altura, pero normalmente suele medir 2 o 3 metros, y se forma de un eje central, que lleva al final un penacho de hojas grandes. Por lo general el tronco no se ramifica, y su punto apical crece continuamente, alargando el tallo y formando nuevas hojas.

         La estructura del tronco de la papaya es muy peculiar. El vástago
es un cilindro hueco, con una amplia cavidad central que en las partes jóvenes, está dividida por tabiques transversales, que desaparecen conforme envejece el tronco.

     Posee una raíz primaria (derivada de la radícula del embrión). Es un sistema radicular fascicular, es decir, que se desarrolla sobre todo en las partes más superficiales del suelo.

Las raíces son blandas, y sufre con los vientos fuertes. En lugares de mucho viento se debe cultivarse en invernadero.

Los frutos poseen una textura suave y una forma oblonga, y pueden
ser de color verde, amarillo, naranja o rosa, pudiendo pesar hasta 9 kg, pero que en la mayoría de los casos no suelen pesar más de 500 o 600 g, especialmente en una variedad de cultivo de plantas enanas. Este tipo de variedades son muy productivas y están destinadas generalmente a la exportación, por su mayor duración después de la cosecha y antes de su consumo.

La talla de los frutos disminuye en función de la edad de la planta. Es una baya ovoide-oblonga, piriforme o casi cilíndrica, grande, carnosa, jugosa, ranurada longitudinalmente en su parte superior, de color verde amarillento, amarillo o anaranjado amarillo cuando madura, de una celda, de color anaranjado o rojizo por dentro con numerosas semillas
parietales y de 10 - 25 cm o más de largo y 7-15 cm o más de diámetro.

Las semillas son de color negro, redondeadas u ovoides y encerradas en un arilo transparente, subácido; los cotiledones son ovoide- oblongos, aplanados y de color blanco.

La papaya más que un árbol, es una hierba arborescente (que alcanza porte y dimensiones de un árbol).

La planta de la papaya puede medir desde  1'5 m. de altura hasta superar los 10 m., en función de la variedad. Por su parte los frutos pueden pesar 200g hasta más de 3 kg.

Su crecimiento es muy rápido y suelen ser muy sensibles a las bajas temperaturas. En la costa granadina se ha aclimatado relativamente bien.

Los lugares donde se siembran han de estar bien soleados y al resguardo del viento, por lo que un invernadero es ideal.

Es una planta que posee una vida muy corta (20 años) y en sus últimos años deja de producir frutos de calidad. Por esta causa hay que
ir renovándolo con nuevas plantas, para disponer de fruta cuando éstas dejen de producir.

La papaya es amante del calor, como típica planta subtropical que es, y para que brote sin problemas, se siembran las semillas también en el invernadero.

La temperatura óptima es de unos 23-25° C, constante. No debe haber mucha diferencia de temperatura entre la noche y día.

Tiene un fructificación similar al del tomate, es la parte alta (Joven) de la planta la que va dando frutos (también tipo baya), y la parte baja es la que va perdiendo las hojas.

Cuando se van cayendo las hojas, se realiza el embolsado de frutos, para que la suciedad no se adhiera al látex de los frutos. En zonas costeras, evita que se estropeen por la sal.

4.- FLORACIÓN DE LA PAPAYA.

La  papaya tiene diferentes tipos de flores:

Las ores femeninas tienen un cáliz formado por una corona o
estrella de cinco puntas, muy pronunciada y fácil de distinguir. Encima de éste, se encuentra el ovario, cubierto por los sépalos; éstos son cinco, de color blanco o amarillo, y cuando muy tiernos, son ligeramente tocados de violeta en la punta. Los frutos de éste pie son grandes y globosos.

Las ores hermafroditas tienen los dos sexos, y el árbol que las posee tiene a su vez tres clases de ores diferentes.

Ø Una llamada pentandria, parecida a la or femenina, pero al separar los pétalos se aprecian cinco estambres y el ovario es lobulado. Los frutos de esta flor son globosos y lobulados.












Ø Otro tipo de or es la llamada elongata y tiene diez estambres,
colocados en dos tandas; la or es alargada y de forma cilíndrica, al igual que el ovario, dando frutos alargados.














Ø El último tipo de or es la intermedia o irregular, denominada carpoleide que no es una or bien constituida, formando frutos deformes. La carpeloidía es la transformación de los estambres de la flor a carpelos, como consecuencia de la existencia de bajas temperaturas ( 20 ºC durante la formación de la flor) lo que repercutirá en gran medida en los futuros frutos que presentarán deformaciones, con lo cual, no podrán ser comercializados.   Ello explica que las plantas  hermafroditas   no  puedan  cultivarse  en  todos  los  climas.
 Las flores masculinas crecen en largos pedúnculos de más de
medio metro de longitud y en cuyos extremos se encuentran racimos constituidos por 15 - 20 orecillas.

Las flores femeninas en condiciones normales necesitan el polen de las masculinas o hermafroditas, para producir fruta aunque en muchas ocasiones en los subtrópicos, pueden desarrollarse partenocárpicamente.  

Las frutas más comerciales son sin embargo las hermafroditas.   Es deseable por ello disponer en la plantación de plantas hermafroditas únicamente, o mayor porcentaje de hermafroditas que de femeninas, con lo cual tendremos por un lado una adecuada polinización de las flores femeninas,   y  por   otro   frutos   hermafroditas,  que  son  los  de  mayor  demanda   en  los  mercados. Evidentemente, las plantas masculinas también permiten polinizar las flores hermafroditas y femeninas.

5.- ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.

Carica papaya es una planta de orígen centroamericano, conocida
y empleada en casi toda América desde hace varios siglos, aunque
hoy día se cultiva en muchos países de otros continentes, principalmente, de Asia y África. Antes de la llegada de los europeos, en Méjico se le daba el nombre chi- chihualtzapotl, que en náhuatlsignica “zapote nodriza”, y era un fruto especialmente relacionado con la fertilidad.

Originaria de los bosques de Méjico, Centroaméria y del norte de América del Sur, la planta de la papaya se cultiva en la actualidad en la mayoría de los países de la zonas subtropicales.

La   especie   presenta   dioica naturalmente,   pero la   selección artificial ha   producido   especímenes trioicas (hermafroditas) en América Central (Sur de México). Actualmente se cultiva en Florida, Hawai, África Oriental, Sudáfrica, Ceilán, India, Islas Canarias y se está comprobando su efectividad en su cultivo en invernadero.


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