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martes, 1 de septiembre de 2015

CULTIVO DE PIMIENTO EN INTENSIVO-PRIMERA PARTE

1.- ORIGEN.
En la actualidad, el pimiento forma parte de las hortalizas cultivadas en casi todos los lugares del mundo,  y en España es una de las que ha tenido resultados más favorables,  durante los últimos años.
El pimiento es originario de la zona de Bolivia y Perú, donde además de Capsicum annuum L. se cultivaban al menos otras cuatro especies. Fue traído al Viejo Mundo por Colón en
su primer viaje (1493). En el siglo XVI ya se había difundido su cultivo en España, desde donde se distribuyó al resto de Europa y del mundo con la colaboración de los portugueses.
Su introducción en Europa supuso un avance culinario, ya que vino a complementar e incluso sustituir a otro condimento muy empleado como era la pimienta negra (Piper nigrum L.), de gran importancia comercial entre Oriente y Occidente.
2.- BOTÁNICA.
Es una planta herbácea perenne, con ciclo de cultivo anual de porte variable entre los 0.5 metros (en determinadas variedades de cultivo al aire libre) y más de 2 metros (gran parte de los híbridos cultivados en invernadero).
           Mención especial, es el capítulo de la floración.
           Las flores aparecen solitarias en cada nudo del tallo, con inserción
en las axilas de las hojas. Son pequeñas y constan de una corola blanca. La polinización es autógama, aunque puede presentarse un porcentaje de alogamia que no supera el 10%. En la mayoría de las variedades suele salir la primera flor en la primera “cruz” de la planta y suele dar lugar a un fruto grande.
           Tiene los pétalos blancos y pequeños. El tamaño de los mismos también depende de la variedad. Por ejemplo, la flor de un pimiento Dulce Italiano es más pequeña que la de un pimiento California.
Es una planta de floración neutra, es decir, que la mayor o menor  duración del día no tiene una repercusión determinante,  en la emisión de flores.
La polinización del pimiento es autógama, es decir, que el polen de
una flor cae sobre el pistilo de la misma flor, aunque también puede haber polinización cruzada o indirecta.
Antes la polinización de la flor de pimiento se realizaba gracias a la acción del aire, si bien en estudios realizados en las provincias de Almería y Murcia se ha observado que al igual que ocurre en el tomate,  se mejoran notablemente los rendimientos de producción de pimiento,   mediante la utilización de abejorros para la polinización.
La hoja es entera, lampiña y lanceolada, con un ápice muy
pronunciado (acuminado) y un pecíolo largo y poco aparente. El haz es glabro (liso y suave al tacto), de color verde más o menos intenso (dependiendo de la variedad) y brillante.
El nervio principal, parte de la base de la hoja, como una prolongación del pecíolo, del mismo modo que las nerviaciones secundarias que son pronunciadas y llegan casi al borde de la hoja. La inserción de las hojas en el tallo tiene lugar de forma alterna, y su tamaño es variable en función de la variedad, existiendo cierta correlación entre el tamaño de la hoja adulta y el peso medio del fruto.
           El fruto es una baya hueca, semicartilaginosa y deprimida, de color variable (verde, rojo, amarillo, naranja, violeta o blanco); algunas variedades van pasando del verde al anaranjado y al rojo a medida que van madurando. Su tamaño
es variable, pudiendo pesar desde escasos gramos hasta más de 500 gramos.
Las semillas se encuentran insertas en una placenta cónica de disposición central. Son redondeadas, ligeramente reniformes, de color amarillo pálido y longitud variable entre 3 y 5 milímetros.
El sistema radicular es pivotante y profundo (dependiendo de la profundidad y textura del
suelo), con numerosas raíces adventicias que horizontalmente pueden alcanzar una longitud comprendida entre 50 centímetros y 1 metro.
           El tallo principal es de crecimiento limitado y erecto. A partir de cierta altura (cruz) emite 2 o 3 ramificaciones (dependiendo de la variedad) y continua ramificándose de forma dicotómica hasta el final de su ciclo (los tallos secundarios se bifurcan después de brotar varias hojas, y así sucesivamente.

3.- POLINIZACIÓN DEL PIMIENTO
Como ya hemos comentado la polinización del autógama, es decir, que el polen de una flor, cae sobre el pistilo de la misma flor; también hay polinización cruzada o indirecta, sobre todo si el invernadero está bien ventilado y circula el aire naturalmente, o el agricultor lo aplica con una máquina.        
Hay veces que por las condiciones climáticas, hay que dar aire varias veces en semana y en las horas centrales del día, que es cuando el polen está más suelto.
Las temperatura altas y bajas por encimas de  32°C y por debajo de 16°C dificultan el cuaje del pimiento.
La falta de humedad ambiente si baja del 50% es también un obstáculo para que la polinización se realice adecuadamente.
Actualmente se están utilizando los insectos polinizadores como el
Bombus terrestres  para realizar el cuaje del pimiento.
La luz es importante en el cuaje del pimiento. Si el blanqueo del plástico es excesivo provoca la caída y abortamientos de flores.
Un pimiento está bien cuajado, si tiene un buen número de semillas y éstas, están bien formadas, y de esto depende su calidad.
Si las condiciones son muy adversas el agricultor, recurre a la aplicación de hormonas vegetales, que unas veces dan resultado y otras no.
4.- SEMILLERO.
La semilla de pimiento necesita una temperatura óptima de
germinación que oscila entre los 25-30 ºC. En condiciones normales la semilla necesita para germinar de 5 a 7 días en verano y 10 a 14 días en invierno.
La siembra se suele realizar en bandejas de poliestireno con alvéolo  de 4x4 cm, que se llenan con una mezcla de 3/4 de substrato y 1/4 de perlita o vermiculita.
La semilla debe quedar enterrada a 1cm de profundidad y
cubierta con la misma mezcla o alternativamente, sólo con perlita o vermiculita.
En semillero, la planta se desarrolla en 30-35 días en los meses de julio/agosto. Este proceso se alarga hasta 50-60 días en los meses de diciembre-enero. La fertilización con substrato enriquecido sólo es necesaria si el período de semillero se alarga, como en invierno.
           5.- PLANTACIÓN.
En primer lugar debemos de dar un riego abundante, antes derealizar la plantación del pimiento en el invernadero. Este riego es importante, se realiza uno o dos días antes de la plantación y sirve para proveer de humedad el suelo y también para eliminar los últimos residuos de toxinas  y productos varios que hayan quedado en el mismo.
La cantidad de agua aportada en éste riego depende de la textura del suelo y capacidad de drenaje.
Una vez preparado el terreno, es fundamental dejar acondicionado el invernadero  y el entorno donde crecerá el cultivo.
Debido a las altas temperaturas de la época de plantación, se suelen blanquear las cubiertas y bandas del invernadero. Para realizar esta tarea, es común el uso de "Blanco de España", cuya aplicación dependerá de la fecha, tipo de invernadero (más o menos aireado) y de las variedades a cultivar. Una dosis normal se compone de 25 kg cada 100 litros, para variedades tempranas y 12 kg por cada 100 litros para variedades semitardías, aunque el resultado final variará en función de la cantidad de solución
aplicada sobre el plástico.
El agujero de plantación se suele hacer un una barra metálica, cuya extremo tiene el mismo calibre que el cepellón,  introduciéndola en el suelo, para colocar posteriormente el cepellón de la planta en dicho agujero.
Este tipo de plantación se realiza sobre todo en enarenado con arena fina, ya que si ésta en gorda, al hacer el agujero
se introduce en  él y no se puede meter el cepellón.
6.- MARCOS DE PLANTACIÓN.
El marco de plantación se establece en función del porte de la
planta, que a su vez dependerá de la variedad comercial cultivada. El más frecuentemente empleado en los invernaderos, es de 1 metro entre líneas y 0.5 metros entre plantas, aunque cuando se trata de plantas de porte medio y según el tipo de poda de formación, es posible aumentar la densidad de plantación a 2,5-3 plantas por metro cuadrado.
También es frecuente disponer líneas de cultivo pareadas, distantes entre sí 0.8 metros y dejar pasillos de 1.2 metros entre cada par de líneas con objeto de favorecer la realización de las labores culturales, evitando daños indeseables al cultivo.
En cultivo bajo invernadero la densidad de plantación suele ser de 20.000 a 25.000 plantas por hectárea. Al aire libre se suele llegar hasta las 60.000 plantas por hectárea.
7.- PODAS.
  La poda de formación es una práctica cultural frecuente y útil que mejora las condiciones de cultivo en invernadero, y como consecuencia la
obtención de producciones de una mayor calidad comercial. Con la poda se obtienen plantas equilibradas, vigorosas y aireadas, para que los frutos no queden ocultos entre el follaje, a la vez que protegidos por él de insolaciones.
 Se delimita el número de tallos con los que se desarrollará la planta (normalmente 2 o 3).
Consiste el eliminar las hojas y brotes secundarios que salgan del tallo principal de la “cruz”, de las dos primeras ramas de la planta.
Los brotes se cortan cuando se vea que la planta va bien armada en su estructura; nunca se hará antes de que la misma haya desarrollado las primeras ramas de la "cruz”.
Hay que tener en cuenta que si se desbrotan los brotes secundarios del tallo cuando la planta es muy joven, el tallo principal queda debilitado y se favorece el ahilamiento de la planta.
Si las plantas tienen una vegetación muy exuberante y un crecimiento bajo, como puede ser el caso de variedades con ciclo temprano, es aconseja cortar alguna que otra rama por el interior del follaje, así como algunas flores. Con ello se obtendrá mayor iluminación y ventilación en el interior de la planta y por tanto mejora en el crecimiento de la misma, mejor cuaje de frutos y menor riesgo de enfermedades.
 En cualquier, caso la poda debe ser paulatina y nunca demasiado severa, sobre todo en épocas de fuerte insolación, al objeto de evitar parones vegetativos y quemaduras en los frutos, que quedan expuestos directamente a la luz solar.
A modo de resumen podríamos decir que con la poda se consigue:
         Más luz y por tanto color de fruto más uniforme.
         Mejor formación del fruto y más uniforme en cuanto a tamaño. Mejor forma"
         Los tratamientos fitosanitarios son más eficaces, al penetrar el producto mejor,
         La mano de obra de la recolección es más rápida, y por lo tanto más barata.
         Las enfermedades criptogámicas afectan menos a la planta podada, que a la que lo está.
           8.- TIPOS DE PIMIENTOS.
                      Existen varios tipos de pimientos:
          Tipo California: frutos cortos (7-10 cm) y anchos (6-9 cm), con
tres o cuatro cascos bien marcados, con el cáliz y la base del pedúnculo por debajo o a nivel de los hombros, y de carne más o menos gruesa (3-7mm). Tienen también, una carne más o menos gruesa (3-7 mm) que le da consistencia al fruto.
Son los cultivares más exigentes en temperatura, por lo que la plantación se realiza temprano (desde mediados de mayo a comienzos de agosto, dependiendo de la climatología de la zona), para alargar el ciclo productivo y evitar problemas de cuajado, con el descenso excesivo de las temperaturas nocturnas.
          Tipo Lamuyo: denominados así en honor a la variedad obtenida
por el INRA francés, con frutos largos y cuadrados.
          Los cultivares pertenecientes a este tipo suelen ser más vigorosos (de mayor porte y entrenudos más largos) y menos sensibles al frío que los de tipo California, por lo que es frecuente cultivarlos en ciclos más tardíos,  además de tener también mayor porte.
            Tipo Italiano: frutos alargados, estrechos, acabados en punta, de
carne fina, más tolerantes al frío, que se cultivan normalmente en ciclo único, con plantación tardía en septiembre u octubre y recolección entre diciembre y mayo, dando producciones de 6-7 kg por metro cuadrado.



         Tipo cónico o Kapya. Obtenido recientemente, pero con gran
aceptación en los mercados. Es un pimiento carnoso largo, mucho más pequeño que el italiano, rojo o verde, con un sabor dulce. Es un tipo de pimiento muy productivo que se adapta muy bien a plantaciones de otoño en plantaciones bajo plástico.
           Destaca por su alto rendimiento productivo, con frutos cónicos, de piel lisa para recolección en rojo, con alto contenido en azúcar.
         Existe un quinto tipo, los picantes, pero su  cultivo en el sureste español está especializado en pequeñas superficies de interior. Luego ya estarían los del padrón, los del piquillo, etc.


           La producción de pimiento del sureste español lidera la producción europea, generando un 85 por ciento más que Holanda, un 160 más que Grecia, un 123 por ciento más que Italia y un 239 más que Turquía, con una producción de 630 millones de kilos en la campaña 2014/2015.

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