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lunes, 1 de junio de 2015

CULTIVO DEL LÍLIUM

Existen agricultores en el sureste peninsular, que están especializados en
Flor de lílium
un tema tan apasionante como es la “Bolbicultura”, si bien Holanda, acapara la producción mundial de lílium, y sobre todo de tulipán.

1.- BOTÁNICA

El género Lílium comprende a más de 100 especies originarias de regiones templadas de Asia (India, China, Filipinas y Japón), Europa (zonas del este del mediterráneo) y América (Estados Unidos y Canadá).

           Los líllium ocupan el quinto lugar entre las flores más vendidas en el mundo
Holanda es el pirmer país productor de bulbosas. Flores de tulipám
después de las rosas, los crisantemos, los tulipanes y los claveles.

          La producción mundial de bulbos florales ocupa una superficie total de más de 31.000 ha y Holanda representa el 65% de la producción mundial.

Entre los lílium que se cultivan actualmente destacan tres grupos y sus correspondientes híbridos:

o         
Lílium longiflorum
                                         -
Asiáticos. Los más cultivados.
o                                             - Longiflorum. Se caracterizan, al contrario que los anteriores en que la flor tiene un eje horizontal.
o                                                   -Y Occidentalis. La flor se curva hacia abajo.

Existen datos sobre su cultivo desde hace tres mil años, y se menciona en el Antiguo y Nuevo Testamento. Para el cristianismo las de color blanco simbolizan “pureza” y “fe”.

El Lílium es una flor de calidad, muy apreciada por el consumidor, lo que
asegura una buena demanda en el mercado en el que hay competencia entre diferentes países. Son muy utilizadas para ramos, para floreros y también en los jardines.

              Se trata de una planta herbácea y perenne con bulbos escamosos, llamada comúnmente azucena híbrida.

El sistema radicular está constituido por un bulbo de tipo escamoso, teniendo un disco en su base. Del disco salen unas raíces carnosas que es preciso conservar, ya que tienen una función importante para la nutrición de la planta, en su primera fase de desarrollo.

Detalle de un bulbo
Estuvimos observando el bulbo de esta planta, que se caracteriza porque la mayor parte del mismo está formado por escamas que provienen morfológicamente de las bases envolventes de las hojas.

  Un bulbo es un órgano subterráneo especializado consistente en un tallo axial corto, carnoso, usualmente vertical (placa basal) que lleva en su ápice un meristemo o primordio floral encerrado por escamas gruesas y carnosas. Estas escamas son hojas modificadas son hojas modificadas que contienen agua y sustancias de reserva. Las escamas son sensibles a periodos largos de sequía.

Los bulbos son producidos por plantas monocotiledóneas, en las cuales la
De las hojas pueden surgir pequeños bulbos
estructura usual de la planta se ha modificado para almacenamiento y reproducción.
Las hojas son lanceoladas u ovalo-lanceoladas, con dimensiones variables, aunque normalmente son de 10 a 15 cm de longitud. Se trata de plantas multianuales con hojas espatiformes o a manera de herbáceas o también con pecíolo redondo. De las hojas pueden surgir unos pequeños bulbos.
Las flores se sitúan en el extremo del tallo, y son muy grandes. Pueden ser erguidas o colgantes según al grupo de lílium que pertenezcan. Sus sépalos y pétalos constituyen un periantio de seis tépalos desplegados o curvados dando a la flor apariencia de trompeta, turbante o cáliz. Pueden ser erectas o colgantes. En cuanto al color, existe una amplia gama, predominando el blanco, rosa, rojo, amarillo y combinaciones de éstos.

Detalle de la flor del lílium
Son regulares y bisexuales. Poseen un periantio, cáliz y corola, con seis piezas en dos verticilos, es decir que nacen en a dos alturas diferentes. El androceo está constituido por seis estambres en dos verticilos. El ovario es súpero con tres carpelos soldados, o lo que es lo mismo, es trilocular.

El tallo es coaxial, corto, carnoso y vertical, con una altura de 40 a 50 centímetros o más, está oculto entre las vainas de las hojas.
La altura que pueden alcanzar ronda entre los 10 a los 150 cm. y florece en los meses de febrero a agosto. Para su reproducción utiliza la división de rizoma y por bulbos.
Esta planta vivaz es muy estimada ya que se da en casi todas las tierras de jardín con simples cuidados. En las altitudes templadas crece silvestre en multitud de especies y formas y también como planta de jardín.


2.- CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES

Los elementos climáticos más determinantes para este cultivo de las bulbáceas en general son la luz, la temperatura y sus efectos combinados.
          
La interrupción de la dormancia y la inducción floral, son provocadas por
La escasez de luz provoca decoloración en las flores
las bajas temperaturas.

La luz es un factor muy importante en el cultivo del lílium. La escasa luminosidad en los lílium hace que las hojas y tallos aparezcan débiles, aborte de flores y menor durabilidad de la flor una vez recolectada. Por el contrario un exceso de luz provoca tallos demasiado cortos y palidece el color de la flor.

El momento crítico de la falta de luz es cuando comienzan a formarse los
botones florales
El momento crítico de falta de luz es cuando comienzan a formarse los botones florales. Una escasa iluminación es esta época (fin de otoño y principio de invierno), puede originar en algunos cultivares la pérdida de floración. 

Para la mayoría de los híbridos se aconsejan temperaturas nocturnas entre los 12-15ºC y diurnas a 25º C. Las altas temperaturas junto a una baja intensidad luminosa, produce efectos negativos sobre las plantas.

El Lílium también es sensible a temperaturas elevadas del suelo, fundamentalmente en las primeras fases de cultivo, ya que el proceso de formación de la flor se inicia desde la plantación y si en ese momento existe una temperatura de suelo elevada (25º C), el número de flores es menor. También dificulta el desarrollo de las raicillas del tallo y las hace más propensas al ataque de enfermedades.

El Lílium es sensible a la salinidad y el suelo debe facilitar la formación de
La temperatura óptima es de unos 12 a 17 grados, y una humedad relativa
muy alta
un abundante sistema radicular de tallo. Por ello los suelos más idóneos para el cultivo de Lílium son suelos sueltos, con buen drenaje, ricos en materia orgánica y con suficiente profundidad donde el lavado de sales se realice con facilidad. 

La temperatura del ambiente óptima para la planta del iris bulboso puede fijarse entre los 12 y 17 grados centígrados, no debiendo exceder el promedio de temperatura de 20 a 23 grados, como máximo.  

Requieren una humedad relativa alta (80-85 por ciento) de ahí el uso de microaspersores.

3.- PLANTACIÓN Y ENTUTORADO.

La plantación debe programarse con antelación para que a la llegada de
Plantación de una bulbosa
los bulbos se proceda inmediatamente a su colocación en el terreno. Si no se realiza inmediatamente, los bulbos se podrán conservar hasta 8-10 días en cámaras con temperaturas de dos a cuatro grados centígrados.

La época de plantación suele a partir de septiembre-octubre (huyendo del calor del verano y se recogen en Abril), aunque también se suelen hacer plantaciones de enero a marzo, para recolectar en primavera-verano. 

La profundidad de plantación de las bulbosas, está muy relacionada con la facultad que poseen algunos híbridos de emitir raíces de tallo. Estas raíces salen de la parte
Entutorado de una bulbosa
enterrada del tallo, por lo que el bulbo debe ponerse a suficiente profundidad para facilitar el desarrollo de las mismas. Para plantaciones invernales la profundidad adecuada es de unos 8 cm, mientras que en plantaciones de verano será de 10-12 cm.

Normalmente necesitan entutorado para evitar que se tuerzan o quiebren. Lo más práctico es recurrir a mallas de nylon o alambre con cuadros de 12,5 x 12,5 cm o de 15 x 15 cm. Se colocará una sola malla y se irá elevando a medida que crezca el cultivo.

4.- RIEGO.

El riego se realiza por microaspersión y durante las tres primeras semanas
Microaspersor
debe existir una humedad constante en el suelo, evitando los encharcamientos, dando riegos muy frecuentes y poco caudalosos. Esto ayuda a rebajar la temperatura del suelo, se disminuye la concentración de sales y facilita la emisión de raíces del tallo.

Desde tres semanas antes de la recolección hasta el momento de la recolección, existe otro momento crítico de máximo consumo de agua, que debe ser considerado en el cálculo de las necesidades hídricas.

En general el riego deberá ser muy frecuente y en pequeñas dosis,
dependiendo de la naturaleza del suelo y de la evaporación, eligiendo las horas tempranas de la mañana para regar y permitir así que a media tarde las hojas estén secas. Normalmente el Lilium no destaca por sus exigencias nutritivas, siendo la naturaleza del soporte edáfico, más que su predisposición vegetal lo que hace necesaria esta práctica

5.- RECOLECCIÓN.

El momento óptimo de la recolección del lílium, es cuando los dos o tres
Momento óptimo de recolección
primeros botones florales empiezan a colorear y antes de que se produzca la apertura o antesis. Se cortará el tallo floral por su base a unos centímetros de su cuello.

La anticipación al momento óptimo de recolección puede llevar consigo el que los botones no finalicen su desarrollo completo, corriendo el riesgo de que no abran ninguna flor o no lo hagan la mayoría de ellas. El retrasar la recolección, provoca un mayor número de flores abiertas que desprenden polen y pueden mancharse entre sí. Además al ser una flor grande y delicada sufre bastante durante la manipulación y transporte. También la recolección con flores abiertas aumenta la emisión de etileno, con lo que se acorta su tiempo en el mercado, perdiendo calidad la flor.

Se debe recolectar por la mañana temprano, para evitar deshidrataciones.

Tras la recolección se deben seguir una serie de pasos que aseguren la
Limpieza de tallos y hojas basales
adecuada conservación y comercialización de la flor, para que esta no sufra daños. Es preciso realizar una limpieza de las hojas basales del tallo hasta una altura de unos 10 cm para mejorar la apariencia de éste e incluso alargar la vida útil de la flor al aumentar la facilidad de absorción de agua. 

Los parámetros de calidad que determinan la correcta comercialización de las plantas de Lílium son la longitud del tallo, número de botones florales, longitud del botón floral y la firmeza del tallo. Son vendidas en manojos de 10 y se protegen con papel de celofán perforado. La conservación de los híbridos asiáticos se realiza a
Una vez clasificados se envuelven en plástico y se colocan en cubetas de agua
una temperatura de 2-4ºC en agua y los orientales a 5ºC.
 

Una vez clasificadas se colocan en cajas de cartón, que poseen unas aberturas u orificios de ventilación para la evacuación de etileno y se envían en camiones frigoríficos.

Si es preciso el almacenamiento, los ramos se colocan en recipientes con agua limpia y se añade algún conservante como hiposulfito de plata, pasándolos inmediatamente a una cámara frigorífica donde se mantendrán durante un periodo máximo de tres días.

Los principales países consumidores de lílium son: Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra y Holanda.

6.- CONSERVACIÓN DE LOS BULBOS

  Una vez recolectado los lilium, se procederá a conservar los bulbos para la
Los bulbos se conservan en turba y en cámaras frigoríficas, con poca luz
siguiente temporada y no se procederá a la plantación hasta que éste haya sufrido un periodo de reposo a bajas temperaturas y baja luminosidad. Parece haber constancia de la presencia de ciertos inhibidores de la brotación, que se encuentran situados en las escamas internas del bulbo.

  Por la rápida deshidratación de los bulbos deben almacenarse en cámaras frigoríficas y se suelen mezclan con turba en bolsas de polietileno. El productor de lílium recibe los bulbos congelados y debe prever una climatización de temperatura 24 horas antes de su plantación.

  Las bajas temperaturas disminuyen el nivel de los inhibidores, permitiendo su tratamiento e inducción a la brotación.

 
Detalle de bulbo en oscuridad
Las condiciones térmicas para cubrir el periodo de vernalización son de 0,5 a 2ª C, y como máximo 4 ºC, durante un periodo de tiempo entre 6 y 10 semanas. El bulbo en este plazo de tiempo, permanecerá en un ambiente húmedo, con humedades relativas entre el 80 y el 95 por ciento, para no provocar una pérdida de peso.

  Para guardar los bulbos en la cámara se utilizan distintos tipos de contenedores y protecciones, todo ello en función del periodo de tiempo que van a permanecer éstos almacenados. Los contenedores pueden ser cajas de plástico, madera o cartón. Normalmente los bulbos ya van en una bolsa de plástico, recubiertos con turba para evitar roces entre sí y conservar la humedad interior, evitando con ello pérdidas de peso.






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