PAISES

miércoles, 11 de marzo de 2015

CONTROL CLIMÁTICO EN CULTIVOS INTENSIVOS BAJO PLÁSTICO. SEGUNDA PARTE.

                  3.- CONTROL DE ALTAS TEMPERATURAS.

         Mediante un buen control de las altas temperaturas, no sólo aumenta la seguridad del agricultor, sino que se incrementa también la calidad y la producción, y con ello la rentabilidad de éste.

        Pero... ¿en qué medida afectan las altas temperaturas en el funcionamiento normal de la planta?.


   
La temperatura influye en la calidad del fruto
    Para tomates por ejemplo, la temperatura a la que esté sometido el fruto, afecta tanto a la duración de éste, como al color del tomate. Es recomendable una temperatura por debajo de 28 ºC. La razón es porque el color del fruto se ve afectado por la temperatura, y es debido a que en la formación de pigmentos que se producen en éste, influye mucho la temperatura a la que esté sometido.


          También la vida útil del fruto se ve muy afectada por la temperatura de éste. Si la temperatura del fruto es demasiado alta, el fruto tendrá menos firmeza. Esto también puede controlarse, no teniendo las temperaturas nocturnas demasiado altas.

         Otro problema de las temperaturas altas es el estrés hídrico, ya que el sistema radicular no es capaz de suministrar a las hojas el agua necesaria para la transpiración, y de este modo las hojas cierran sus estomas, detienen la evaporación, y consecuentemente el crecimiento.

         Todos nosotros hemos notado que nuestro metabolismo cambia en función de la época del año que nos encontremos; pues bien, lo mismo les pasa a las plantas. La respiración de la planta crece al aumentar la temperatura, hasta alcanzar un máximo entre 40-50 grados centígrados. Por encima de estas temperaturas, la actividad de la planta decrece e incluso se empiezan a destruir tejidos enzimáticos, con la consecuente muerte para la planta.

     Igual pasa con la fotosíntesis. A medida que aumenta la temperatura aumenta la actividad fotosintética de la planta, hasta llegar a un máximo que se encuentra en torno a los treinta grados. A partir de esta temperatura, la fotosíntesis decrece también por destrucción de los sistemas enzimáticos del vegetal.

    Básicamente la fotosíntesis consiste en unos "ingresos" de energía que
La planta respira y realiza la fotosíntesis
obtiene la planta, y la respiración en unos "gastos" de estas reservas. Podemos establecer que esta "empresa" como es la planta, obtiene unos equilibrios de gastos e ingresos a una temperatura (dependiendo lógicamente de especies, variedades, técnicas de cultivo, etc.) en torno a una temperatura de unos treinta grados centígrados. A partir de esta temperatura, la planta gasta más de lo que tiene para hacer sus funciones fisiológicas, por lo que en los meses de verano deberemos buscar esta temperatura.

        En las diversas funciones fisiológicas de la planta, el dióxido de carbono es un factor muy importante tanto en respiración como fotosíntesis.

      La concentración de co2 del exterior de un invernadero, es decir al aire libre, es de 300 a 400 partes por millón. Por debajo de estos niveles la fotosíntesis decrece rápidamente. 

 
Variación de la apertura estomática en un día
   Al alcanzar una concentración de 700 partes por millón la fotosíntesis crece rápidamente, sin embargo, cuando sobrepasamos las 1000 partes por millón, los estomas se cierran, y la transpiración de la hoja se reduce drásticamente. Es decir, en los meses de verano deberemos de controlar también la cantidad de CO2 del cultivo, ya que si sumamos la acción de cierre estomas más altas temperaturas, las consecuencias para la planta pueden ser fatales. Hay que tener en cuenta también, que cuanto mayor sea el nivel de luz, el óptimo de co2 será mayor.

         Para la evaporación del agua en estado líquido, se necesita de una gran cantidad de energía calorífica que lógicamente es suministrada o absorbida de algún sitio. Todos hemos sentido lo que pasa en nuestra piel, cuando nos aplicamos alcohol en alguna herida. El alcohol pasa de estado líquido a estado gaseoso, absorbiéndose energía calorífica de nuestra piel, para que ocurra este proceso; es por esto, que la zona de piel que tenía alcohol, pasa inmediatamente a estar muy fría. Curiosamente esta técnica se emplea incluso hoy día por muchos de nosotros para hacer descender las altas temperaturas que tenemos cuando tenemos fiebre, aplicando alcohol por todo el cuerpo.

   Pues bien, podemos descender drásticamente la temperatura de un invernadero si conseguimos evaporar mucha cantidad de agua en el ambiente de éste, pero lógicamente teniendo mucho cuidado de que el agua no le llegue a la planta, ya que se podrían producir enfermedades.




    

      Durante la mayor parte del ciclo productivo, la temperatura del invernadero es excesiva tanto para el buen rendimiento del cultivo, como para la salud de los trabajadores que realizan en pleno verano las labores culturales. El reducir la temperatura es uno de los mayores problemas de la horticultura protegida en climas cálidos, porque no es fácil refrigerar el invernadero sin invertir cantidades relativamente altas en instalaciones y equipos.


       Los cuatro factores fundamentales que permiten reducir la temperatura son:


           La reducción de la radiación solar que llega al cultivo (blanqueado, sombreado, etc.).                 

                 1.- La evapotranspiración del cultivo.                 2.- La ventilación del invernadero.             3.- La refrigeración por evaporación de agua (nebulización, "cooling system", etc.).

     A continuación se detallan las técnicas y equipos de refrigeración, más empleados en la climatización de invernaderos. 

                         4.1. SISTEMAS DE SOMBREO

          El sombreo es la técnica de refrigeración más usada en el control de altas temperaturas. La reducción de temperatura se basa en cortar más de lo conveniente el porcentaje de radiación fotoactiva, mientras que el inflarrojo corto llega en exceso a los cultivos. Se pueden dividir los distintos sistemas de sombreo en dos grupos:


      1.- Sistemas estáticos. Son aquellos que una vez instalados sombrean al invernadero de una manera constante, sin posibilidad de regulación o control: encalado y mallas de sombreo.      2.-Sistemas dinámicos. Son aquellos que permiten el control más o menos perfecto de la radiación solar en función de las necesidades climáticas del invernadero: pantallas térmicas, cortinas móviles y riego de la cubierta.                          4.1.1. Encalado.


                   Es el sistema más extendido en la cuenca mediterránea y se basa en
El encalado del techo del invernadero es el sistema
más utilizado para bajar temperatura
el blanqueo de las paredes y de la cubierta del invernadero a base de carbonato cálcico (Blanco de España) o de cal apagada. Desde el punto de vista técnico el blanqueo presenta una serie de inconvenientes:


    -Permanencia de la cal en el invernadero durante periodos cubiertos, ya que no permiten ajustar el grado de sombreo en función de las condiciones ambientales.


      -La aplicación de la cal no es homogénea, por lo que existen diferencias en la cantidad de luz que llega a las plantas. Es importante destacar que conforme se aumenta la concentración blanqueante, la transmitancia se reduce, y por lo tanto la cantidad de luz que llega a las plantas es menor.


      -Consumo de mano de obra en las operaciones de aplicación y limpieza.


     -La limpieza de la cal no es homogénea, quedando manchas sobre la cubierta y paredes del plástico. A veces es preciso el empleo de ácidos, que dañan el plástico.


        Pero de todos estos inconvenientes el más importante sin lugar a dudas, es que al ser un método de bajar la luminosidad fijo durante ciertos meses del año, desaprovechamos las primeras horas de luz de la mañana y las últimas horas de luz de la tarde, con lo que la producción sería menor que con otros métodos de sombreo, que en vez de fijos, son regulables.


      Quizás las únicas ventajas del encalado son su relativa efectividad y la economía de su uso.


     
Hay algunos plásticos con aditivos especiales
Lógicamente, la temperatura que exista en el invernadero tiene que ver mucho también, con el plástico o material de cubierta que exista en éste. Hay algunos plásticos que tienen un paquete de aditivos incorporados, que los hacen opacos a las radiacciones infrarojas, produciendo un efecto térmico, o la capacidad de retener el calor que se disipa por la noche.


       Hay que tener en cuenta también que las clorofilas y los carotenos,

absorben para su funcionamiento, radiaciones entre 440 y 450 nanómetros y entre 670 y 680 nanómetros, que coinciden con los máximos de velocidad fotosintética. Por tanto, la cubierta del invernadero, tiene que ser lo más transparente posible a esas longitudes de onda, para no limitar el desarrollo vegetativo. 




          En el blanqueo de la cubierta, el producto que más se emplea es el "Blanco de España". La aplicación de este producto se realiza mediante la pulverización de la cubierta del invernadero, con cualquiera de las máquinas que se utilizan en los tratamientos fitosanitarios. En vez de hacer una sola aplicación, dejando la opacidad final que se quiere tener, es conveniente llegar a esa opacidad mediante dos o tres aplicaciones.





                   4.1.2. Mallas de sombreo.

           Las mallas suelen ser de polietileno, polipropileno, poliéster o de
Malla de sombreo
derivados acrílicos. Las mallas se clasifican en función de su porcentaje de transmisión, reflexión y porosidad. Siempre que sea posible deben situarse las mallas de sombreo en el exterior del invernadero, para que la reducción de la temperatura sea más efectiva.


La malla interior absorbe la radiación solar y la convierte en calor dentro del invernadero, que debe evacuarse por ventilación. 

       Sin embargo, la malla exterior se calienta con la radiación, pero se refrigera con el aire exterior del invernadero. En ensayos realizados se ha comprobado como en invernaderos sin sombreo se alcanzaban temperaturas medias máximas de 46,6º C. Al colocar la malla de sombreo negra por el exterior se conseguía reducir la temperatura a los 40,8º C, pero si se ponía en el interior ésta se incrementaba hasta los 50,5º C.


      El color de la malla es importante. La de color negro es la de mayor duración pero bajo el punto de vista climático no es la mejor. Por ello se recomienda que no sean de color, puesto que cualquier material coloreado corta un porcentaje mayor del espectro visible.   


        4.1.3.- Pantallas térmicas.

         Se puede definir una pantalla como un elemento que extendido a modo de
Pantallas térmica de sombreo en un semillero
cubierta sobre los cultivos, tiene como principal función ser capaz de variar el balance radiactivo tanto desde el punto de vista fotosintético como calorífico

El uso de pantallas térmicas consigue incrementos productivos de hasta un 30%, gracias a la capacidad de gestionar el calor recogido durante el día y esparcirlo y mantenerlo durante la noche, periodo en el que las temperaturas bajan sobremanera en los invernaderos del sureste español. Las pantallas también son útiles como doble cubierta que impide el goteo directo de la condensación de agua sobre las plantas, en épocas de excesiva humedad.




    También podemos señalar dentro de los métodos de sombreo regulables, algunos tipos de pantallas térmicas que consiguen bajar la temperatura en días soleados, donde la temperatura alcanza cotas muy altas.        

     El nivel de reflexión debido al aluminio, permite una disminución de la temperatura dentro del invernadero.

 
Detalle de una pantalla térmica de sombreo
          Es importante que las láminas de aluminio de las pantallas térmicas estén planas, para recibir la radiación solar y reflejar todos los rayos hacia arriba. Debemos de instalar las pantallas térmicas con sistemas móviles, lo cual nos permitirá aprovechar la máxima intensidad de luz a primeras y últimas horas del día.

         El tipo de pantalla térmica que debemos emplear para bajar las temperaturas, es de tipo abierto, es decir con ciertos espacios entre las láminas de aluminio, para que pueda haber cierta circulación de aire, ya que sino elevaríamos más aún la temperatura del invernadero.


         Así las pantallas térmicas se pueden emplear para distintos fines:


           1.-Protección exterior contra:
Tipos de pantallas térmicas exteriores


-El exceso de radiación con acción directa (UV) sobre las plantas, quemaduras.-El exceso de temperatura (rojo, IR cercano).- Y secundariamente contra viento, granizo, pájaros, etc.


          2.- Protección interior:

Tipos de pantallas térmica interiores


-Protección térmica, ahorro energético (IR).-Exceso contra el enfriamiento convectivo del aire a través de la cubierta.-Secundariamente, humedad ambiental y condensación.


         Existen distintos tipos de pantallas, presentando la mayoría una base tejida con hilos sintéticos de poliéster y láminas de aluminio. La composición, disposición y grosor de los hilos es variable, ofreciendo distintas características.


          Otro tipo es adaptando el sistema de las mallas de sombreo tradicionales, sustituyendo la llamada rafia de polipropileno o polietileno, por aluminio.


        Así mismo, las pantallas pueden ser abiertas o ventiladas, y cerradas o no ventiladas en lo referente al paso del aire. Las abiertas presentan la ventaja de ser muy útiles en verano al permitir la evacuación del exceso de temperatura y ofrecer propiedades térmicas, reflejando gran parte de la radiación IR durante la noche. 

      Las pantallas cerradas o más bien denominadas de "ahorro energético"
Pantalla de "ahorro energético" en un cultivo intensivo
limitan las pérdidas por convección del calor en el aire y reducen el volumen de aire a calentar, con lo que el ahorro de cara a la calefacción es mayor.
   


   








                                       4.2. VENTILACIÓN

         La ventilación consiste en la renovación del aire dentro del recinto del invernadero. Al renovar el aire se actúa sobre la:


           1.-Temperatura,         2- La humedad,
         3.-El contenido en CO2
         4.-Y el oxígeno que hay en el interior del invernadero.
La ventilación puede hacerse de una forma natural o pasiva y forzada o activa.

                 4.2.1. Ventilación natural o pasiva.

     
Ventanas cenitales
 Se basa en la disposición, en las paredes y en el techo del invernadero, de un sistema de ventanas que permiten la aparición de una serie de corrientes de aire que contribuyen a disminuir las temperaturas elevadas y a reducir el nivel higrométrico.


Las ventanas pueden ser cenitales si se disponen en la techumbre o laterales si están colocadas sobre las paredes laterales del invernadero. 

        Se admite que una ventana cenital de una determinada superficie resulta a efectos de aireación hasta ocho veces más efectiva que otra situada lateralmente de igual superficie. Normalmente las ventanas deben ocupar entre un 18 y 22% de la superficie de los invernaderos, teniendo en cuenta que con anchuras superiores a los 20 m. será imprescindible disponer de ventilación cenital que mejore la aireación lateral.


       La apertura y cierre de las ventanas suele hacerse mecánicamente a través
Ventilación cenital mediante cremalleras
de un sistema de cremalleras, accionado eléctricamente por un termostato, aunque también puede hacerse manualmente.


                      4.2.2. Ventilación mecánica , forzada o activa.


        Los sistemas de ventilación forzada consisten en establecer una corriente de aire mediante ventiladores extractores, o reciculadores o destratificadores.

     En el primer caso se extrae aire caliente del invernadero, y el volumen extraído es ocupado inmediatamente por aire de la atmósfera exterior. Con este sistema solamente se puede conseguir una temperatura idéntica a la del exterior, pero su control es más preciso que el que se logra con la ventilación pasiva. 


    El segundo caso lo que se trata es una impulsión de aire dentro del invernadero, que provoque una homogeneización de humedad, calor, etc, y romper los estratos de aire que se forman en un invernadero. Normalmente este tipo de ventilación se suele utilizar junto con la nebulización. Existen incluso ventiladores con nebulizadores incorporados.


     Es importante que la dimensión, localización y control de la ventilación, sean correctas. Últimamente se está habiendo una buena simbiosis entre estos ventiladores y la nebulización, consiguiéndose muy buenos resultados.

        IMPORTANCIA DE LA VENTILACIÓN

La respiración en la planta es fundamental
      De todos los factores que debemos controlar en un cultivo, el más importante sin lugar a dudas es el aire que rodea a las plantas, ya que no podemos olvidar que al igual que cualquier ser vivo estas respiran, y realizan todas sus funciones fisiológicas en función de esta actividad. Nosotros mismos podríamos aguantar horas, incluso días sin alimentarnos, pero..... ¿qué tiempo podríamos soportar sin respirar adecuadamente?.


         Está claro que un correcto movimiento de aire, influye positivamente en el buen funcionamiento de la planta intrínsecamente, pero también podemos añadir que si no existiese una correcta ventilación en un cultivo, habría zonas con diferencia de temperatura y humedad, y esto se notaría lógicamente en un descenso de la producción de la explotación.


          Lo ideal es que se renovara todo el aire, que rodea a un cultivo intensivo bajo abrigo, unas 45 veces en una hora, pero este óptimo es bastante difícil de conseguir, pues deberíamos de tener una gran superficie de ventanas y unas circunstancias climáticas exteriores óptimas.

        EFECTOS DE LA VENTILACIÓN.

     Los principales efectos sobre los factores climáticos, que provoca el uso de la ventilación son los siguientes:

         1.- Efectos sobre la temperatura: La temperatura en el interior de un invernadero suele ser más elevada que la temperatura que hay en el exterior, por lo que al cambiar aire a baja temperatura por aire más caliente, conseguimos bajar la temperatura del invernadero.

       En caso de que se produzca "inversión térmica", es decir, que el aire del interior del invernadero esté más frío que el aire exterior, se produciría una subida de temperatura provocada por la ventilación. Este último fenómeno puede ocurrir en invierno, por lo que el uso de la ventilación será positivo, o en verano cuando tenemos vientos muy cálidos que traen aire muy caliente, que se va acumulando en el interior del invernadero. También se disminuye la temperatura del invernadero en ausencia de viento, es decir, sin renovar el aire de éste.

       El aire caliente al pesar menos que el aire frío, se concentra en la parte alta del invernadero, y sale por las ventilaciones cenitales, debido al "efecto chimenea". Este efecto lo tenían muy en cuenta los diseñadores de barcos en ciertas épocas anteriores, ya que con estas chimeneas conseguían renovar el aire de todas las partes internas del barco. De todas formas con este último efecto, provocamos menor bajada de temperatura, que con el de renovación del aire. 

        2.-Efectos sobre la humedad: En el interior del invernadero, la humedad absoluta es siempre superior a la de la exterior. Ello es debido a que en el interior del invernadero existe una gran densidad de plantas, que debido a la transpiración, elevan la humedad absoluta del interior. Por esta razón al ventilar, cambiamos aire con más vapor de agua por aire con menos vapor de agua. Es decir, con la ventilación provocamos una disminución de la humedad dentro de un invernadero, con el menor riesgo de enfermedades para el cultivo.

           3.- -Efectos sobre la concentración de CO2: La concentración de CO2 en el exterior se mantiene más o menos constante alrededor de 300-350 ppm. En el interior del invernadero la concentración de CO2 va variando a lo largo del día.

    Durante el día la planta realiza los procesos de fotosíntesis (en la que
consume CO2) y respiración (en la que produce CO2). Pero el proceso de fotosíntesis es más importante que el de respiración, por lo que la planta durante el día es consumidora neta de CO2. Durante la noche la planta sólo respira, es por ello que la planta es una generadora de CO2.





Desde que anochece empieza a aumentar la concentración de CO2 en el interior del invernadero. Si en el invernadero se mantienen las ventanas cerradas, la máxima concentración de CO2 se suele dar justo antes de que amanezca. La concentración de CO2 va bajando cuando la planta realiza la fotosíntesis; cuanto mejores sean las condiciones climáticas, mayor será la tasa de fotosíntesis y por ello mayor será el consumo de CO2. Llega un momento en que la concentración de CO2 es inferior en el interior, que en el exterior del invernadero. A partir de este momento es cuando sería conveniente ventilar, ya que cambiaríamos aire con menos CO2, por aire con más CO2. Es por ello que mantener las ventanas cerradas de noche nos permite acumular CO2, que será usado el resto del día.
   


            4.2.3.- Tipos de ventilaciones.

        La ventilación de los invernaderos se suele realizar mediante el uso de unas aperturas en el invernadero, llamadas ventanas, situadas en los techos o en los laterales de éste, que permiten la renovación del aire, o bien mediante el uso de ventiladores de diferentes caudales.

          La mejor forma de clasificar las ventilaciones es basándonos en la forma en que se realiza la renovación del aire.

          Como hemos comentado, la ventilación activa es aquella en la cual actuamos activamente en el movimiento del aire del invernadero, utilizando una serie de ventiladores. La ventilación pasiva en cambio, es aquella en la realizamos una serie de aperturas o ventanas en el invernadero, y el viento natural que se produce en la zona en que se encuentre la explotación, va renovando el aire del invernadero.

           A su vez podemos dividir la ventilación pasiva en dos tipos, dependiendo del lugar de colocación de las ventanas:

          1.-Ventilación lateral: las ventanas se sitúan en los laterales o paredes del invernadero. 
     

        2.-Ventilación cenital: las ventanas se sitúan en el techo del invernadero.


Ventilación lateral
           Tradicionalmente en los invernaderos se ha venido utilizando la ventilación pasiva o natural, debido a su coste más bajo que la ventilación activa o forzada. Últimamente esto está cambiando principalmente por dos razones.

Para controlar los diversos factores climáticos, debemos de colocar una serie de sensores dentro del invernadero que nos reflejen con total exactitud, los diferentes valores que se van produciendo a lo largo del día.

          Un buen controlador climático, debe de ir haciendo un cierre progresivo
de las ventanas dependiendo de la velocidad del viento. El método que se suele
Ventilación cenital por cremalleras
usar es, marcar un tramo de velocidades de viento y unas posiciones máximas de las ventanas de sotavento y barlovento.


- La corriente de aire que se genera en el invernadero, procedente de las ventanas laterales o cenitales a través del cultivo, puede ser muy perjudicial, ya que lo pueden deshidratar en determinados momentos del año.

- Las ventanas laterales son una importante entrada de patógenos. Es por esto, que cada vez más se ponen mallas en los invernaderos muy tupidas para evitar la entrada de plagas, pero que hacen descender la ventilación que necesita el cultivo.

Ante estas dos circunstancias, cuando se elija el tipo de ventilación debe de tenerse en cuenta estos dos problemas.
   

              4.2.4.- Ventilación forzada.

El objetivo de la ventilación forzada es sacar al exterior el exceso de temperatura y humedad. La velocidad y cantidad de calor que debemos sacar, depende principalmente de la temperatura exterior y de la velocidad del aire.
Ventilador de gran caudal
Los ventiladores de gran caudal tienen una serie de hélices de acero inoxidable. Lo normal es que sean extractores de aire. Manejan grandes caudales de aire a bajas velocidades, por lo que las plantas no se deshidratan. Son capaces de renovar, hasta cuarenta y cinco mil metros cúbicos de aire por hora. 
Todo el chasis del ventilador es de acero galvanizado para estar protegido de la corrosión. Existen modelos incluso, que poseen aquellas partes más delicadas, cubiertas de plástico para evitar que se oxiden prematuramente. La hélice es también de acero inoxidable ya que a través de ella pasa todo el aire húmedo, productos químicos o cualquier otro agente corrosivo.

En la parte anterior del ventilador existen una serie de rejillas para evitar
Parte posterior de un ventilador de gran caudal
accidentes. En la parte posterior existen una serie de persianas o lamas, que se encuentran cerradas cuando el ventilador no está funcionando, para evitar entradas de plagas y evitar pérdidas de temperatura. Tradicionalmente estas lamas se abrían cuando el ventilador estaba funcionando con la misma presión que producía el aire, pero esto produce pérdidas de carga importantes. Hoy en día se prefiere trabajar con empujadores centrífugos, que consisten en una serie de contrapesos que cuando empiezan a girar se abren y empujan las láminas, perdiéndose menos energía que con técnica tradicional.

             La ventilación forzada lo que pretende es equiparar las condiciones que existen dentro del invernadero, a las condiciones que existen en el exterior de este. Cuando amanece o anochece se producen acumulaciones de humedad dentro del invernadero, que se pueden evitar utilizando este tipo de ventilación, haciendo de esta forma que la planta esté durante más tiempo trabajando al día.
     Estos tipos de ventiladores de esta forma, se utilizan en cualquier época del año; en épocas frías para evitar humedades excesivas dentro del invernadero y en épocas calurosas para evitar temperaturas excesivas.
     Se deben de utilizan junto con la ventilación pasiva, tanto lateral como cenital, ya que de otra forma produciríamos un vacío en el invernadero.
        El diseño y cálculo del número de ventiladores que debe tener un invernadero, e
Maqueta del diseño de los ventiladores de gran caudal
stá en función la cantidad de aire que se quiera renovar, disposición de los aparatos, dimensión de la finca, planimetría del invernadero, distancias entre ventiladores, viento natural que exista en la zona en que se encuentre la finca, etc.. La instalación debe estar bien diseñada, ya que corregirlo es bastante difícil.
Los ventiladores no van siempre colocados siempre en el mismo sitio en cada finca. Existen zonas donde es necesario ponerlos altos, en otras zonas hay que ponerlos en la cara norte del invernadero, etc
       La progresión en las instalaciones de estos ventiladores ha sido enorme en estos últimos años. Se empezaron a instalar hace algunos años con la progresión de mejores estructuras de invernaderos. En el sector de planta ornamental también se empezaron a instalar ventiladores, ya que estas plantas requieren un especial control climático, pero hoy en día se está viento su rentabilidad en la horticultura.
     Los otros tipos de ventiladores que se utilizan se denominan ventiladores de
Destratificador
poco gran caudal o
comúnmente conocidos como destratificadores.


Esta denominación procede de su misión: homogeizar los distisntos estratos o capas de aire que hay dentro de un invernadero.

Impulsan aire a gran velocidad al invernadero por lo que hay que colocarlos por encima de las plantas, colgados del techo del invernadero.


Los destratificadores se utilizan encima del cultivo
 Lo que se pretende con este tipo de ventiladores es homogeneizar la temperatura o humedad del invernadero, por lo que en muchas ocasiones van asociados a calefacción o a dispositivos de nebulización.
       











votar    VOTAR EN BITÁCORAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario