Comenzamos una serie de
cuatro artículos monográficos, dedicados al “Maravilloso Mundo de las Orquídeas”
1.-¿QUE SON?
Las Orquídeas son plantas
herbáceas perennes de la familia Orchidaceae,
clase Liliopsida (monocotiledóneas),
muy abundantes, con más de 600 géneros y 17.000 especies en el mundo.
Aunque
son más abundantes en los trópicos, también existen especies en ambientes
templados, desde el nivel del mar a grandes altitudes.
Aun perteneciendo a una
única familia botánica, la de las Orchidaceae,
las orquídeas comprenden un elevado número de especies, géneros y variedades
sea espontáneas o hibridas. Podemos afirmar que dada la vastedad de esta
familia, es indudablemente que es una de las más ricas del reino vegetal,
disputándose el primer sitio solo con las Compuestas (las
"margaritas").
Las Orquídeas son plantas
Fanerógamas, es decir plantas que tienen órganos reproductivos hacinados.
Forman parte de la división
Magnoliophyta, clase Liliopsida, subclase Liliidae, orden Orchidales, familia
Orchidaceae (Orquidáceas). Se trata de plantas herbáceas, perennes, terrestres
en las especies de nuestra flora, con rizomas o tubérculos, a veces saprófitas
(que se nutren de hojas muertas, excrementos, etc.).
Posee hojas no
pecioladas, simples, enteras, paralelinervias,
alternas, dísticas o dispuestas
helicoidalmente, algunas veces todas basales, o reducidas a escamas y sin color
verde en las especies saprófitas. En
algunos géneros pueden tener manchas oscuras (máculas). Cuando existen hojas
basales y caulinares, éstas son de menor tamaño.
Los tallos aéreos de las
orquídeas ibéricas, tienen crecimiento vertical y son de tipo escapo, es decir,
terminan en la inflorescencia: espiga o racimo. Las flores, sésiles o pediceladas,
nacen en la axila de una bráctea, con frecuencia más larga que la propia flor.
Son comunes prácticamente
en cualquier lugar del planeta, pero para la mayor parte, son originarias de
las zonas húmedas de la faja intertropical.
La clasificación de las orquídeas
es bastante compleja, porque los múltiples hibridaciones entre especies, y
también entre géneros diferentes, hacen incierta la clasificación botánica.
Basta pensar que en los últimos 150 años han sido producidos más de 110.000
híbridos (llamados grexes o grex). Por suerte tienen caracteres generales
bastante uniformes, si se
considerara un plan de organización floral y ofrecen
por tanto, un raro ejemplo con una infinidad de formas, colores, adaptaciones,
que convergen todo en una única tipología floral.
Debido a la belleza y a
los altos costos que alcanzan las Orquídeas, actualmente, son motivo de cultivo
por particulares e industriales como plantas ornamentales y para la venta de
flor cortada, lo que tiene una gran importancia económica a nivel mundial.
El recipiente puede ser
de plástico, cerámica, etc. En algunas orquídeas como Phalaenopsis,
es importante que el recipiente sea transparente, ya que son de color verde y
realizan fotosíntesis.
Aquellos lugares en el
mundo que se consideran con mayor número de especies de orquídeas son: Nueva
Guinea, Colombia, Brasil, Borneo, Java y Mexico con gran cantidad de Orquídeas
silvestres (alrededor de 1.200 especies).
2.- FLOR DE LA ORQUÍDEA.
Las flores de
las orquídeas nacen
siempre en la
axila de una
bráctea foliácea o escuamiforme. Generalmente
las flores se
agrupan
en espigas o
racimos. Las inflorescencias
muestran pocas o
muchas flores, distribuidas de
manera densa o laxa,
cuyo conjunto presenta
forma cónica, cilíndrica u ovoide.
Frecuentemente la inflorescencia
se alarga en
el curso de la
floración.
Las flores presentan un solo plano de simetría que las divide en
dos mitades, izquierda y derecha; se
habla, pues, de flores
zigomorfas o de simetría
bilateral. Se cree que las plantas a partir de las cuales evolucionaron las
orquídeas poseían simetría radial, y
que una
creciente especialización en ser polinizadas por insectos, indujo los
cambios en la disposición de las piezas florales que hoy observamos.
La mayoría de las orquídeas poseen
flores hermafroditas (ambos sexos en la misma flor), pero
unos pocos géneros (Catasetum, Cycnoches) pueden
producir flores unisexuales,
masculinas o femeninas.
Generalmente las flores
son hermafroditas, epíginas, resupinadas y trímeras. El perianto, inserto sobre
el ovario, que es ínfero, consta de 6 tépalos en dos verticilos de 3, el
exterior correspondiente al cáliz y el interior a la corola.
Se caracterizan por
poseer flores muy vistosas, hermafroditas, zigomorfas (con 1 solo plano de
simetría), trímeras (3 sépalos y 3 pétalos) y una columna central que sustenta
las estructuras
reproductivas masculinas (anteras) y femeninas (pistilo)
llamada ginostemo.
En las especies europeas, las flores carecen normalmente de
pedicelo y se insertan directamente en el
eje de la inflorescencia, por medio del
ovario que es siempre ínfero. Cuando las
flores carecen de pedicelo
se dice que son sentadas.
Existen, sin
embargo, flores provistas
de un corto
pedicelo, que une el extremo
inferior del ovario con el
raquis. Cuando sucede esto, se
habla de flores pediceladas,
como algunas especies de los géneros Epipactis y Cephalanthera
La pieza mediana del
verticilo interno es muy característica y recibe el nombre de labelo, que
presenta una amplia diversidad de
formas
y colorido, a menudo con un espolón basal y, a veces, diferenciado en hipoquilo
y epiquilo.
El labelo tiene gran importancia taxonómica y es, realmente,
el pétalo superior.
La flor en su crecimiento
sufre una torsión en su posición inferior, por un giro de 180º de la flor sobre
su propio eje. Este curioso fenómeno, que se conoce con el nombre de “resupinación”
no ocurre en todas las especies, aunque se da en casi todas las ibéricas.
Resupinación |
Es frecuente que tenga cinco
tépalos, pero sólo tres de ellos, adoptan una posición connivente y formen una gálea
o casco, que protege al ginostemo, estructura que proviene de la soldadura en
mayor o menor grado del androceo, con partes del gineceo (estilo y estigmas).
Precisamente, el nombre
antiguo del orden, Gynandrae
(Ginandras), alude a dicha concrescencia (lo más frecuente es que la soldadura
sea tan completa, que no se distingan).
Los estambres, en número
de 1-2, producen polen que se dispersa en masas llamadas polinias, las cuales
suelen tener un fino soporte, la caudícula, cuya base se ensancha un poco y es
pegajosa, recibiendo el nombre de viscidio o retináculo, que, en numerosas
especies, se encuentra protegido por una bolsita membranosa (bursícula).
Un estambre típico consta de un soporte filiforme,
elfilamento, en cuyo extremo se encuentra una cabecita fértil llamada
antera. La antera está dividida en dos partes llamadas tecas, que
a su vez encierran uno o dos
sacos polínicos, dentro de los cuales están los granos de polen.
El ovario es ínfero,
tricarpelar, generalmente unilocular, y contiene numerosísimos primordios
seminales marginales. El gineceo de las orquídeas está formado por tres carpelos, pero
en esta familia los carpelos se han soldado de tal
forma que se ha constituido un ovario único, con un estilo y tres estigmas.
La única evidencia visible de
la existencia de
tres carpelos son
tres crestas, que aparecen en la cara externa del ovario. Estas crestas son las líneas de
sutura o unión de los carpelos entre sí.
El polen puede ser liberado como mónadas, es decir, como
granos simples en Apostasioideae, Cypripedioideae y
en algunos géneros pertenecientes a Epidendroideae.
En las
demás orquídeas, los
granos de polen aparecen como
tétradas o bien están agregados en masas mayores llamadas polinios.
Cada polinio está constituido por miles de granos de polen unidos entre sí por
bandas de una
sustancia elástica denominada
elastovicina.
El número de polinios refleja las particiones de la
antera, es usualmente constante
para cada especie
y varía entre
2 y 12. En muchas
orquídeas hay 4 polinios,
que corresponden a los 4 sacos
polínicos. En otros casos,
como en la
mayoría de las orquídeas
europeas, la fusión de los sacos
polínicos se reduce este número a dos.
Los polinios
pueden ser de
estructura uniforme o bien
estar constituidos por la
agrupación de pequeños paquetes denominados másulas.
En este último caso el polinio recibe el nombre de séctil. Las
másulas están formadas
por miles de
granos de polen unidos por
filamentos de elastovicina.
El polinio tiene un
extremo con un ensanchamiento glandular, pegajoso, que sirve para que el
polinio se adhiera al cuerpo del insecto polinizador.
El fruto es seco,
capsular, con dehiscencia fisuricida, mediante tres ranuras longitudinales no
coincidentes con las líneas de soldadura de los carpelos, quedando cerrado en
la base y por arriba.
Las semillas son diminutas,
muy numerosas (varios miles), desprovistas de endosperma, dispersadas por el
viento, precisando normalmente una asociación con hongos para germinar. Producen una gran cantidad de
semillas muy pequeñas.
Es interesante hacer
notar que de miles o millones de semillas
que se producen en cada fruto de
Orquídea, solo unas cuantas son las que logran germinar, pues casi no tienen
sustancias de reserva y requieren ser colonizadas por un hongo (como puede ser
alguno del género Rhizoctonia) que le
proporciona los nutrientes necesarios, sobre todo en las primeras fases de su
desarrollo.
El fuste es erguido y
puede ser largo, de 10 m (como en el caso de la Vanilla fragrans). También tiene formas típicas, engrosamientos que
contienen mucílagos aptos para retener el agua y los elementos nutritivos, y en
este caso se llaman pseudobulbos.
Monopodial |
El fuste de la orquídea
puede ser monopodial es decir con una sola raíz (pie) que se alarga
hacia arriba o con un rizoma o simpodial, es decir con más raíces (pies)
laterales de primer orden, que se acrecientan de modo que parecen a la raíz
principal.
Las flores pueden ser
solitarias o asociadas en inflorescencias a espiga, en mazorca o
en racimo.
Simpodial |
Es decir, las principales
características de esta curiosa flor, son las siguientes:
1) Los estambres están a
un lado de la flor, y generalmente solo un estambre es fértil.
2) La flor presenta por
lo general: tres sépalos y tres pétalos, uno de los cuales se ha modificado y
es diferente a los otros dos, dándole el nombre de labelo.
3) Sus órganos sexuales
(estambre y pistilo) se encuentran parcial o completamente unidos, formando en
este caso una estructura llamada columna.
4) El pétalo inferior y
central, el labelo tiene una morfología que define a los distintos géneros de
orquídeas. Las flores pueden ser aisladas o en inflorescencia y son polinizadas
por insectos.
5) El fruto es una
cápsula seca con muchas semillas pequeñas, sin endospermo y con embrión no
diferenciado.
6) Las raíces de las epífiticas y litofílicas
están adaptadas a vivir expuestas al aire o inmersas en materia orgánica, ya
que tienen un tejido acumulador de agua llamado velo.
Tienen dos tipos básicos
de crecimiento:
v
Simpodial, en las que el nuevo crecimiento se
produce en sentido horizontal, a partir de un tallo subterráneo o rizoma,
generando una sub-unidad capaz de producir una flor o inflorescencia y de ser
eventualmente separada de la planta (ej. Cattleya).
v
Monopodial, en las que el nuevo crecimiento se
produce en sentido vertical, con lo cual la planta crece constantemente en
altura (ej. Phalaenopsis).
Las orquídeas europeas
son hierbas terrestres perennes,
capaces de vivir varios años y de
florecer anualmente, si las condiciones
son favorables. Poseen pseudotubérculos o rizomas, que
les permiten subsistir
durante la época desfavorable
del año.
En los países mediterráneos, la estación desfavorable
para el crecimiento es el verano,
debido al aumento de la
temperatura y a la escasez de agua en el suelo. Estas plantas que protegen sus yemas perdurantes bajo la superficie del
suelo, reciben el nombre de geófitos.
Para entender
mejor el ciclo
anual de nuestras orquídeas,
vamos a describir el de una
especie cualquiera del género Ophrys.
Hacia septiembre
la yema durmiente del tubérculo, que
ha permanecido protegida bajo tierra de
los rigores del verano, entra en reposo.
Obviamente, no puede ser la luz el factor responsable del
cese de la
dormición de la yema, ya que el tubérculo se encuentra bajo tierra. La
humedad del suelo tampoco parece ser
el factor desencadenante, puesto que
normalmente la yema
entra en actividad, antes
de las primeras
lluvias otoñales.
Una señal adecuada,
podría ser el descenso de temperatura que se produce a comienzos
del otoño. No se debe
descartar tampoco la
posibilidad de un
control endógeno, basado en
alguna hormona que se vaya
acumulando o degradando, en el
curso del verano,
hasta alcanzar cierta concentración umbral.
Al mismo tiempo
que nacen las
hojas, aparecen las primeras
raíces, que poco después de nacer, son invadidas por
hongos microscópicos del suelo, frecuentemente del género Rhizoctonia. Estos
hongos establecen una simbiosis
con las raíces.
Durante unos
dos meses, las yemas van produciendo nuevas hojas.
Bajo tierra, en la axila de una escama incolora (un catafilo escuamiforme), una yema, produce una raíz que al poco tiempo, atraviesa el catáfilo.
La raíz engruesa y se
transforma en un tubérculo radical, órgano reservante que almacena sustancias constituyentes y energéticas para el periodo vegetativo
siguiente. Este tubérculo arrastra
consigo una yema caulinar, que dará
lugar a las hojas y al tallo floral al año siguiente.
En enero ya es posible
distinguir las raíces normales, de la que
va a producir el nuevo tubérculo, por
el pequeño engrosamiento que presenta esta última en su extremo.
En las
especies precoces, como
Barlia robertiana, ya
en diciembre se produce
el tallo floral, pero en la mayoría
de las especies se desarrolla entre marzo y mayo. Sólo una de las especies descritas en este artículo.
En el momento de la
floración, el nuevo tubérculo ha adquirido
el mismo tamaño
que el tubérculo del año anterior. Esta pareja de tubérculos,
que semeja dos testículos (orkhis en griego), es la que da
nombre a la familia (Orchidaceae). Algunas
especies sólo producen un
tubérculo, pero otras pueden
formar hasta cinco, lo que
supone un mecanismo de reproducción vegetativa, como ocurre
en el género
Serapias o en Orchis champagneuxii.
Durante la
primavera, la planta florece, es polinizada por insectos específicos y se inicia el
desarrollo de las semillas en el
interior de
los ovarios. Al mismo tiempo,
el tubérculo del año anterior
empieza a arrugarse, pues se
han empleado sus reservas
en la formación del tallo floral
y las semillas.
Al final de la
primavera, las partes epigeas de la
planta se secan rápidamente. El tubérculo
nuevo se separa del tallo, y las raíces mueren y se desintegran. El tubérculo
que ha dado lugar a la planta del
presente año, aparece entonces
completamente seco.
Las cápsulas adquieren una
consistencia coriácea, se abren mediante fisuras
y las diminutas semillas comienzan a ser dispersadas por el viento.
De la planta que
apareció en septiembre del
año anterior, sólo quedan el tubérculo y las
semillas formadas en
primavera. El tubérculo
permanece inactivo bajo
tierra, durante todo el verano.
En septiembre, la yema que comporta en su extremo
se activa, y el ciclo vuelve a comenzar.
4.- TIPOS DE ORQUIDEAS.
EPIFITAS: son orquídeas qué tienen solas
raíces aéreas y crecen enclavadas a los árboles que utilizan como soporte.
La mayoría de las
Orquídeas se han adaptado a vivir como epífitas, por lo cual su estructura
responde a los requerimientos de este hábitat, que aunque vivan en lugares
húmedos, ellas, al estar sobre otras plantas, han tenido problemas con el agua
y han desarrollado unas estructuras características (generalmente con
pseudobulbos u hojas suculentas, velamen en la raíz, epidermis gruesa, entre
otras).
Las raíces están colgando
y tienen la característica de tener un tipo de cofia en la parte terminal, y están
revestidas por un tejido
esponjoso llamado velamen dotado de clorofila, que desarrolla la
fotosíntesis y absorbe el vapor húmedo de la atmósfera.
Las orquídeas epifitas
reciben la humedad, la sustancia nutritiva del aire y del humus qué se recoge
en la corteza de los árboles.
Son orquídeas típicas de
las zonas tropicales y por tanto su hábitat ideal es humedad y temperaturas
elevadas. Los géneros más conocidos y recordados de orquídeas epifitas son: Cymbidium, Cattleya, Vanda, Odontoglossum.
Litofílicas |
También existen las
orquídeas SEMI-EPIFITAS, plantas que viven sobre las ramas y sobre los
troncos de otras plantas o con comportamiento LITÓFILAS qué viven sobre
las rocas cubiertas por una sutil capa de fragmentos vegetales, musgos y líquenes.
Ejemplos clásicos son la Phalaenopsis,
Dendrobium, Vanda, etc. mientras por ejemplo la Cattleya, puede ser epifita o semi-epifita.
Las Orquídeas litófilas
pueden cultivarse de una manera semejante a las epífitas.
TREPADORAS: son orquídeas arraigadas al suelo y
a través
de fustes volátiles, se pegan a sustratos diferentes y tienen raíces
de tipo aéreo. Un ejemplo clásico es la Vanilla.
TERRESTRES: son las orquídeas comunes en los
climas templados que crecen en el terreno, y las raíces son bien firmes en la
tierra de la que llevan los elementos nutritivos. Son típicos ejemplos Cymbidium, Cypripedium, Bletilla,
Paphilopedilum.
En las orquídeas
terrestres hay formaciones llamadas tubérculos formados de la unión de
algunas raíces, de color negro, y blancas que proveerán las sustancias al del
año futuro.
Las Orquídeas terrestres.
generalmente se pueden cultivar muy bien en una mezcla de tierra de hoja,
carbón vegetal y un poco de arena.
Las especies de Orquídeas
terrestres, por lo regular, se aprecian en la época de lluvias o en lugares
protegidos, y más o menos húmedos, de los tipos de vegetación en que habitan.
Generalmente son plantas con hojas más delgadas y con cormos o con raíces
carnosas, que almacenan sustancias de reserva en la época desfavorable.
ORQUÍDEAS QUE VIVEN COMO
PARÁSITOS:
son las
orquídeas desabastecidas de clorofila, que llevan una vida heterótrofa
(alimentándose de material orgánico presente en el entorno) como los hongos, a
gastos del humus o los materiales del terreno.
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