1.- HISTORIA DEL
CULTIVO DE LA BERENJENA.
La
berenjena (Solanum melongena) es
cultivada en casi todo el mundo, en particular en la cuenca mediterránea. Procede de Solanum incanum, planta adventicia
y muy espinosa de África del Este, si bien el centro histórico de su
cultivo esta situado en India y Sudeste Asiático, a de JC, pasando a China,
Turquía y África del Norte y de aquí pasa a España con las invasiones moriscas,
hablándose de ella en Italia sobre el
siglo XV y en Francia sobre el XVII (Provence).
Ha sido considerada como una planta con
propiedades tóxicas o narcóticas (familia de Belladona, Mandrágora),
conociéndose en Francia como manzana
malsana o de la locura.
Es conocida en la industria farmacéutica
y tiene distintos usos
medicinales; en India se usa para diabéticos la
berenjena de piel blanca, en Nigeria se le considera fruto de la fertilidad, en
Malasia no está recomendada durante la cuarentena del post-parto.
En España, las zonas de mayor producción
se concentran en la parte oriental de la
península (Almería, Murcia, Alicante y Valencia), Islas Baleares e Islas
Canarias.
Valencia es la provincia española
que más superficie de cultivo
tiene, pero con bajo rendimiento
por ser sobre todo cultivo al aire libre (25.000 kg/ha), mientras que en
invernadero, Murcia, Alicante y Almería, duplican la producción por hectárea,
osci- lando entre 50.000 a 120.000 kg/ha, según ciclo de cultivo.
El cultivo en el sureste español en
invernadero ha ido aumentando.
La producción siempre ha
estado destinada al mercado
interior
en su mayoría,
comenzando la exportación a medida que
las variedades han ido evolucionando,
cambiando drásticamente de variedades, dejando
a un lado las de tipo globoso, que actualmente son minoría, frente a las
de tipo semilargo, más apreciadas en los mercados nacional y europeo.
La producción de invernadero se concentra
principalmente en los meses de noviembre,
diciembre, enero, febrero, marzo
y abril, momentos de poca
competencia, exceptuando a
Italia, que prácticamente produce para
consumo propio.
2.-BOTÁNICA.
La berenjena es planta
anual y aunque bien cuidada
y podada puede rebrotar y mantenerse
un año más, no se suele hacer actualmente por su bajada de producción y falta de calidad
en los frutos.
Se clasifica como cultivo herbáceo, aunque sus
tallos son fuertes con tejidos lignificados, dando aspecto de arbusto, más
cuanto más erguida sea la planta.
Las plantas pueden
ser de crecimiento
determinado, de tallos
rastreros con porte muy abierto, o bien
de crecimiento indeterminado, de tallos
erguidos y erectos, que pueden alcanzar de dos a tres metros, por lo que es
necesario entutorar los tallos para que no se partan. Según
el marco de
plantación, se dejarán de dos a cuatro
tallos por planta de donde saldrán brotes secundarios, hojas, flores y frutos.
Las hojas son enteras,
frondosas y grandes; las nerviaciones de las hojas, el envés está cubierto de una
vellosidad grisácea que llega a provocar alergias con cierta frecuencia; poseen
un largo peciolo y se insertan de forma alterna en el tallo. De las axilas de
las hojas brotan los tallos secundarios.
Las flores
son de color violáceo, el cáliz de la flor perdura después de la fecundación
y crece junto al fruto, envolviéndolo por su parte inferior, lo cual puede dar
lugar a ataques de Botrytis (en
épocas de elevada humedad relativa) en los frutos por quedar atrapados los
pétalos entre el cáliz y este fruto.
La mayor parte
de las variedades florecen en
ramilletes de tres a cinco flores, siendo una de ellas
hermafrodita y con un pedúnculo corto y continuo desde el tallo hasta el cáliz, que es la que
da lugar a un
La primera flor
suele aparecer en el vértice de la primera bifurcación o tallo principal de la
planta. Tanto el pedúnculo como el cáliz poseen abundantes espinas, según variedades, siendo la
tendencia actual usar variedades sin
espinas.
Los estambres poseen unas anteras muy desarrolladas y de color amarillo
que están por debajo del estigma, por lo que tienen dificultades para la fecundación directa.
El fruto es una baya alargada o globosa, de color negro, morado, blanco,
blanco jaspeado de morado o verde. Las semillas son pequeñas y de color
amarillo con un poder germinativo de cuatro a cinco años y donde un gramo
contiene entre doscientas cincuenta y trescientas semillas.
3.-
FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO Y FRUCTIFICACIÓN.
La planta está formada por un tallo
principal con entrenudos
cortos, del cual surge otro tallo paralelo
(bifurcación) formando la cruz o punto donde parte la berenjena, a partir de
aquí, en estos dos tallos, es donde se forma la planta, brotando en las axilas de las hojas nuevos tallos que
dan lugar a la formación completa de la misma, siempre que el sistema de poda
no sea a dos tallos, pues en este caso, tendríamos definida
la planta en la cruz.
La primera inflorescencia se desarrolla en la cruz y suele ocurrir a los veinte o
veinticinco días después del trasplante, en plantaciones tempranas;
en este caso casi siempre suele aparecer una sola flor, sin embargo, a medida que la
planta va creciendo, aparece una flor principal que da lugar al fruto
comercial y dos o tres flores
secundarias que darán lugar a frutos no comerciales y pequeños.
La fecundación es autógama, aunque
puede haber cruzamientos con flores
de otras plantas o de la misma planta. Cuando la climatología es adversa es
necesario la utilización de fitorreguladores para el cuajado de los frutos.
El fruto de la berenjena, que es una
baya, tarda en llegar a su punto de recolección unos treinta días después de la
fecundación, teniendo en cuenta que la
madurez fisiológica
es mucho más tardía y el fruto no es apto para su consumo.
4.-
EXIGENCIAS CLIMÁTICAS Y EDÁFICAS.
La berenjena es un cultivo para
climas cálidos y secos, por lo tanto necesita de altas temperaturas así como bastante luminosidad y
humedad
relativa en torno al 50 al 65%.
Ø
Temperatura
La berenjena es de los cultivos más
exigentes en calor. La temperatura media
debe estar comprendida entre 23-25 ºC,
soporta bien las temperaturas elevadas
siempre que el ambiente no sea muy seco, llegando a tolerar hasta los 40-45 ºC.
Cuando las temperaturas son próximas a la
mínima biológica (10-12ºC) o a la máxi- ma 40-45ºC hay disminuciones en los procesos biológicos, retraso del
crecimiento, que afecta a la floración, fecundación
y desarrollo del fruto. Los valores medios tanto del suelo como del aire son importantes aunque
están estrechamente
relacionados, siendo dentro del
invernadero la temperatura ambiente el factor a controlar.
t Manejo del invernadero para controlar la temperatura
v Para
bajar temperaturas:
• Ventilación a
través de ventanas cenitales y bandas laterales que deben de ser del 15%de la
superficie total del
invernadero, también se pueden instalar extractores pero no es muy usado.
• Sombreo mediante
encalado del plástico de cubierta o
colocando malla de plástico negro en el interior o en el exterior del
invernadero.
• Humidificación para lo que es necesario la instalación de nebulizadores o microaspersores en el
techo del invernadero, de tal forma que
crean una niebla bajando la tempe ratura al evaporarse.
v Para
aumentar las temperaturas:
• Utilización de
plásticos térmicos.
• Cerrando bien
todas las ventanas y bandas del
invernadero.
• Usando doble
cubierta de plástico.
• La calefacción,
método que es ligeramente caro.
• Buena
orientación y estructura del
invernadero.
Ø Humedad
La berenjena es menos exigente en humedad
que pepino,
pimiento y tomate. La
humedad óptima está comprendida entre el
50 y el 65%, valores que están por debajo de la media en el interior del
invernadero, que suele ser del 70 al 75% como mínimo en otoño e invierno, según
las horas del día.
Con humedad alta y temperatura alta tendremos una floración deficiente, caída de flores, frutos deformes y disminución
del
crecimiento. En invernadero si la humedad es alta se producen condensaciones que pueden favorecer la aparición de enfermedades aéreas. Cuando la humedad es
escasa también se retrasa el crecimiento, se produce la caída de flores y mala fecundación dando lugar a
frutos deformes.
La forma de influir en la humedad
dentro del invernadero es similar a la usada para
las temperaturas.
v Para
bajar la humedad
• Control de
riegos.
• Ventilación en
horas de máxima evaporación, teniendo en cuenta la humedad exterior (nieblas).
• Calefacción,
subiendo la temperatura disminuye la
humedad relativa.
• Enarenado o
acolchado de plástico en el suelo.
v Para
subir la humedad
• Humidificación.
• Riegos.
• Humectación o
cooling.
• Cerrar
ventanas y bandas (vientos secos).
Ø Luminosidad
Unidos a los factores anteriores puede
ocasionar graves problemas, porque la berenjena necesita de diez a doce horas
de luz, por lo que en la época de otoño e invierno, con días cortos, es
necesario aprovechar al máximo las horas de luz, con el fin de evitar aborto de flores y crecimiento exuberante.
Para corregir la luminosidad se pueden
usar:
o
Plásticos
transparentes incoloros, que aumentan la
luminosidad, por lo que son buenos para el invierno; mientras que los amarillos
disminuyen la luminosidad.
o
Sombreo
en caso de exceso de luminosidad.
o
Labores
culturales como poda de formación y de hojas.
Ø Suelo
La berenjena es una planta poco exigente
en suelo, hay que tener en cuenta que posee un sistema radicular potente
y muy profundo, por lo que los
suelos que mejor le van son los francos
y profundos. Puede haber problemas
en suelos arcillosos por asfixia radicular, tanto en planta joven
como adulta.
Con respecto a la salinidad es más resistente que el pimiento y menos
que el tomate. El pH óptimo está entre 6 y 8 en invernadero enarenado;
con pH ácido presenta problemas de crecimiento y producción.
,
5.-
ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL.
Al contrario de lo que ocurre en las
100.000 ha cultivadas en toda la cuenca mediterránea, solamente en el caso de los cultivos
protegidos
bajo plástico para producir en invierno, se tienen presentes la
utilización de variedades híbridas, como es el caso del sureste español, y
ciertas zonas de Sicilia, Grecia y Turquía en menor cantidad, ya que el resto
de la producción está basada en variedades locales.
En nuestro caso tenemos actualmente
dos tipos apreciados por el mercado:
*
Globosa, más aceptada por el mercado
nacional, aunque en descenso. Frutos casi esféricos de color negro o violeta oscuro.
*
Semilarga,
de diámetro inferior y más alargada que la anterior. Es más apreciada, tanto en
el mercado interior como en el exterior.
Una vez decidido el tipo de berenjena, tendremos en cuenta las
variedades dispo nibles en el mercado, observando las siguientes
características:
v Porte de la planta, mejor erguido que
abierto.
v Color del fruto, generalmente el
mercado prefiere
frutos brillantes de color negro o morado oscuro.
v Color y sabor de la pulpa, puede ser
blanca o verdosa, esta última implica sabor picante y amargo con textura esponjosa.
v Resistencia al transporte, es importante
disponer de un fruto con consistencia, con el fin de evitar problemas durante el transporte; hay que destacar dos características, la
consistencia del fruto o firmeza
y la resistencia de la piel a roces o golpes que evite la aparición de manchas.
v Resistencia a enfermedades,
actualmente apenas existen resistencias
y en casos extremos se recurre al injerto sobre tomate, muy poco usado en el
sureste español.
6.-
LABORES CULTURALES.
6.1.
Preparación del terreno.
Una vez limpio el invernadero, se hace la desinfección o solarización
del suelo, en caso de que sea necesario; pasado el plazo de seguridad, en caso
de desinfección, se da una labor con cuchilla a la arena para mullirla.
6.2. Plantación.
En caso de enarenado se abre una
carilla de unos veinte o treinta
centímetros de anchura y se
colocan las gomas de riego en función del marco de plantación elegido.
La plantación normalmente se hace con barra, aunque para mejorar las
condiciones del suelo sería más aconsejable hacerlo con mancaje o escardillo,
pero es más laborioso y costoso. Una vez hecha la plantación se da un riego de
asiento y continuamos con riegos diarios
hasta los cinco o diez días, tiempo que tarda en enraizar; pasando a riegos
menos frecuentes.
6.3.-
Aporcado.
Pasados los quince o veinte días
desde el transplante se procede a
allanar la arena, pero si queremos aportar
materia orgánica conviene aporcar
un poco de arena al tronco de la
berenjena y a continuación en toda la carilla que queda abierta echamos el
estiércol.
Si no pretendemos estercolar no es necesario abrir la carilla a
todo lo largo del líneo, si no apartar
la arena junto al gotero, dejando una superficie vista de suelo de unos 20 x 20
cm, a la que podemos añadir, en vez de estiércol, humus de lombriz, que no nos
dará problemas de enfermedades en cuello.
Una vez hecho el aporte de materia
orgánica, se aporca, allanando la arena;
Si no hay arena esta labor no se hace y
la materia orgánica se
aplica directamente al suelo antes de
colocar el plástico.
Cuando se trata de plantaciones
realizadas en el mes de diciembre se puede hacer un tunelillo de
plástico o manta térmica sobre cada línea de cultivo o bien colocar doble
techo; para evitar un retraso por frío o helada.
6.4.-
Binas y escardas.
Conviene mover la arena
en los primeros días de
cultivo y eliminar las malas hierbas, lo mismo en suelo desnudo,
ya que una vez que el cultivo se ha desarrollado dificulta la vegetación de malas hierbas.
6.5. Poda de
formación.
Es necesaria para conseguir mayor precocidad y mejor calidad, aun
reduciendo el número de frutos. También mejora mucho la aireación y luminosidad
de la planta. Los tallos que brotan por debajo de la cruz, que se denominan
chupones, se eliminan todos, junto con las hojas, después del aporcado.
La poda se realiza a partir de los dos
tallos que parten de la cruz. Según el marco de plantación la planta quedará con dos, tres o cuatro
tallos; para cuatro brazos dejaremos un tallo a cada brazo principal y así
tenemos los cuatro brazos definitivos; de estos tallos brotarán, primero una flor, a continuación una hoja y de la
axila de ésta otro tallo que deberemos dejarlo crecer hasta que aparezca la flor y despuntar por la axila de la siguiente hoja, dejando ésta última, y así
sucesivamente a lo largo de los cuatro
tallos principales.
Los cortes de poda se realizarán con
tijeras o cuchillo, dejando una herida limpia, con el fin de evitar problemas de
enfermedades.